Capitulo 7: Cuidaré de ti

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Narra Akane

Un proyecto de ciencias fue por el que conocí a Yuma. Uno de los primeros proyectos que tuve al ingresar al instituto Ryoutei.

Si no hubiera tenido ese proyecto Yuma no seria ahora mi salvador.

«Era muy temprano, ya había atrasado tres días el proyecto si lo seguía haciendo terminaría no cumpliendo y no tendría mi nota para el semestre.

Iba de camino a una tienda de jardinería, Sakura ya había comprado su pequeña planta cuando el proyecto se nos fue anunciado y no había podido pedirle que me acompañara. Al llegar a la tienda pase por muchas mesas con diferentes plantas en sus macetas, no pude escoger ninguna a pesar de que solo tenia pensado tomar cualquier maceta e irme a casa.

Alce las manos para tomar cualquier planta al azar pero al girar mi mirada logre ver aun chico alto, su cabello estaba sujeto a una coleta con algunos mechones sueltos y me daba la espalda, al ver detenidamente lo que veía logre ver la sesión de flores y arboles frutales.

Alejé mis manos de la maceta y me acerqué tímidamente ahí.

Normalmente se me tenia prohibido acercarme a ver los jardines que estaban llenos de flores y mi casa actual no tenía ni una sola flor en el jardín solo unas cuantas plantas ornamentales.

Todas eran distintas con colores variados y diferentes formas.

—Interesante—murmure tomando una flor al azar, no escondí mi emoción al ver la flor azul—se ve bonita.

—Ciertamente, es una flor muy bonita aunque creo que te vendría mejor una rosa o un clavel chino creo que iría mejor contigo—comentó el chico aun costado mío.

—¿Etto?—balbucee confundida con su comentario—¿Tu crees eso?

—Si—susurro. Podía sentir las mejillas ligeramente calientes con el de seguro rubor en mi rostro.

—¿Disculpa pero tu eres?—pregunté, tenia esa ligera sensación de haberlo visto antes quizas era un compañero mío o quizas solo un estudiante del instituto—se me haces familiar.

—Es porque normalmente estas con mis hermanos, yo tambien solo te conozco por ellos quizas me hayas visto antes con ellos.

—¿Yuma Mukami?—me sonrió asintiendo. Antes de poner entre mis manos una maceta con un clavel chino—tus hermanos no me contaron mucho de ti, dijeron que lo mejor era que yo te conociera en persona.

—Creo que es mejor así—dijo dándose vuelta para despedirse de mi con una mano—espero volver a verte Akane-chan. Y sabes una flor no debería cuidar se otra, si quieres yo puedo cuidar de ti. Adiós.

Se fue. Camino lentamente hasta cerrar la puerta tras de sí.

Aun lo podía sentir, esa extraña sensación de nerviosismo, podía escuchar mi corazón acelerado en mi cabeza y como mis mejillas esta mas calientes y aun podía sentir en mis manos su ligero toque cuando rozo su manos con las mías al darme la maceta.

Pague por la maceta y salí de la tienda.

¿Cuidar de mí?

Hasta ahora solo Sakura, Ruki y Kou me habían dicho que cuidarían de mí. Mis pasos se hicieron pesado al recordar como conocí a cada uno de ellos.

Simplemente al levantar la mirada me vi a mi misma parada en media pista y viendo como un auto se dirigía velozmente hacia mí. No me moví, no lo hice en absoluto. Solo me quede mirando el bonito auto negro que lamentablemente dentro de poco acabaría con mi vida pero el impacto nunca llegó a mí, sentí como me tomaban por la cintura y me apegaban a la vida de un solo movimiento.

El auto siguió su camino sin detenerse y desapareció en una esquina.

—Problemática—murmuró Yuma en mi oído—¿tantas ganas tienes de que proteja para hacer estas cosas innecesarias? Solo debías decirme y ya—revolvio su cabello molesto—no hagas más cosas como estas.

No le respondí.

Había estado apunto de morir al fin pero otra persona mas se aferraba a mi visa parece que la unica no interesasa en que siga viviendo solo soy yo.

—A la derecha—murmure al ver que pensaba seguir de largo—mi casa no esta muy lejos.

Fue por él.

Ese sentimiento vacío de ya no vivir se había esfumado por Yuma Mukami, en realidad esas ganas de vivir estaban aquí gracias a Sakura, Ruki y Kou.

Al estar en frente de casa solo suspire, dentro de poco ya no viviré aquí.

—Gracias por salvarme, estoy muy agradecida.

—Yo prometí cuidar de ti asi que no hay necesidad de pedir disculpas.

Tuve esa planta semanas, y cuando estaba lista para irme me lleve esa planta donde ahora esta en el balcón de mi habitación en la mansión Mukami recordándome que fue mi héroe quien la escogió».

Fue gracias a los Mukami que decidí seguir viviendo y es por ello que no podria dejarlos.

—Aún te estoy muy agradecida si no estuvieras hay no se donde estaría en este momento—finas lágrimas comenzaron a descender por mis mejillas. Esto me recordar a a todas las veces que llore agradeciéndole a alguien—gracias por ser parte de mi vida Yuma-kun.

—Cuidare de ti tanto como pueda asi que mientras este contigo no tengas miedo a morir porque yo no te dejaria morir.

Paso su brazo delicadamente por mis hombros y poso su cabeza sobre la mía con una pequeña sonrisa. Pude sentir como una lágrima se deslizo por su rostro hasta caer en mi mano.

Se separó, me tomó de las mejillas depositando un beso en mi frente y volvio abrazarme cuidadosamente. 

De repente me levantó con una mano y terminamos apareciendo en mi habitación, me dejo sobre la cama y me cubrió con las suaves sábanas para sonreír me.

—Descansa hermoso ángel—murmuró contra mi frente antes de dejar otro beso y separar de mí—recuerda que yo siempre estaré ahí para ti como tu lo estuviste para mí. Buenas noches.

—Yuma-kun—me levante al ver que se iba, lo tome por la manga de su abrigo y apreté mi pulo con fuerza—¿puedes quedarte esta noche conmigo?

—Si lo hago puede que el primer niño sea mío y no de Ruki. Vas a provocar que me mate pequeño ángel.

—¡¡No es eso!!—murmure avergonzada por sus palabras—me refería a dormir, hace tiempo que no dormimos juntos normalmente siempre duermo con Kou por esas pesadillas

—Se que debes cuidar de los sueños de Kou es por eso que aun no lo mato por ser tan entrometido. Bien vamos a dormir.

Se tumbó aun lado mío pasando su brazo por mi cintura y abrazando me. Se veía feliz cuando lo vi cerrar sus ojos.

Viviendo con un angel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora