Capítulo 11: Princesa de la oscuridad

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Narrador

La mirada divertida de Akane era evidente y todos se encontraban confundidos a excepción de los Mukamis que sabían la historia detrás de esas palabras.

—¿Princesa de la oscuridad? No tenemos ningún pariente femenino y menos creo que estaría con los Mukamis—comentó Reiji acomodando sus lentes—¿a que se refieren con una princesa?

—Recibió ese título—sonrió de lado Karlheinz—lo tiene bien merecido.

—Claro que si viviste toda tu vida entre la oscuridad y manejas dicho elemento es normal que te llamen así.

—¿Manejar dicho elemento?—preguntó Reiji sin lograr entender—¿no eres una humana común?

La sonrisa de ella se amplió.

Caminó lentamente hasta llegar a donde estaba el chico, una mirada suave acompañaba a su sonrisa.

—No todos los humanos debemos de ser especiales solo por nuestra sangre joven Reiji-san—contestó para girarse sobre sus talones para alzar los hombros—creo que Karlheinz notó eso y vio que podíamos serle útiles de una u otra manera.

—Lo haces sonar como si fuera alguien cruel y despiadado—sonrió el mencionado.

—Lo eres—murmuraron los vampiros y fundadores.

Una gotita caía por la cien de la chica por el comentario dado por todos los hombres en la sala. Era bastante cierto lo que decían todos pero ella no pretendía decir eso.

Que mala suerte.

Karlheinz se acercó hacia ella y posó una mano sobre su cabello.

—“Él” va a matarme por esto.

—No lo creo. Te estima mucho para que pueda hacerle algo así.

Akane no podía negar eso pero tampoco podría asegurar que no recibiría un regaño por parte de su tío, debía de cuidar mejor de sus palabras, había sobrevivido tanto tiempo para otra vez volver a la oscuridad así que borró su sonrisa para inclinarse hacia Karlheinz.

—Lo lamento por mis palabras.

—No te disculpes pequeña—el rey vampiro posó su mano en la cabeza de la chica sonriendole—eres mi linda nuera así que tranquilizate—le murmuró en voz baja para que nadie escuchará sus palabras—ahoea deberían de ir a instalarse.

—Gracias.

La chica deseaba preguntar porque de repente esta orden pero simplemente cerró la boca.

No quería involucrarse de más en los planes de “esa persona”, no quería saber en que pensaba Karlheinz a veces la ignorancia era buena. Borró la pregunta de su cabeza e hizo una reverencia al rey para pasar aun lado de él y regresar con los Mukami pero como un mal presagio fue detenida por el vampiro.

—¿Ocurre algo?

—Te veía un tanto dudosa de algo, ¿quizás deseas preguntar alguna cosa?

—Nada a decir verdad. Yo...

—Los ángeles no deberían mentir.

Akane ahora mismo estaba en una encrucijada porque no podía estar en paz, estaba por revelar su pregunta cuando una mano se posó en su cintura la de Ruki para ser exacto y los demás Mukami se colocaron delante de ellos.

La mirada afilada de los chicos denotaba que Karlheinz estaba pasándose de la raya y eso lo hizo sonreír.

Era tan interesante ver como Akane era tan protegida hasta el punto en que ellos podían ponerse en su contra si es que era necesario. Sonrió y se despidió de todos.

Viviendo con un angel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora