Viviendo con un angel

Capitulo 8: Día con Azusa

Narra Akane

El desayuno fue ruidoso como siempre.

Adoro a esta familia en si. Puede verse el gran lazo familiar que comparten todos aquí, se llevan tan bien y no fue tan difícil llevarme bien con ellos.

Me introdujeron a su familia como si ya hubiera sido parte desde antes.

Pase el último bocado de comida y me levanté llamando la atención de todos como siempre, a veces olvido la gran atención que me dan cuando hago un movimiento repentino.

—Hoy es el último día en este lugar—comenté lentamente—extrañare este lugar después de todo e pasado muchas cosas aquí con ustedes.

—Supongo que si.

—Neko-chan tiene razón.

—Oe deja de decir cosas extrañas—se levantó Yuma caminando hasta mí y sujetando mi muñeca—dejaremos este lugar pero aun así seguiremos juntos, eso es lo que importa. Ahora debes salir con Azusa—hizo levantar a su hermano y nos empujó despacio fuera del comedor—vayan con cuidado y Azusa protege a Akane. La quiero en una sola pieza en su regreso y sin ningún rasguño.

—Como... Yuma diga.

[...]

Fue gracias a la teletransportación de Azusa que logramos llegar cerca de un parque alejado de la mansión Mukami.

Los hermanos de Azusa no confiaban mucho en él para poder “protegerme” y siempre terminábamos siendo seguidos por ello para cualquier situación inconveniente que tuviéramos.

Estábamos acostumbrados.

Azusa no le molestaba ya que sabía que no podría protegerme si hacia falta.

Le molestaba.

Odiaba esa parte de él, ser tan débil frente aún enemigo y no poder defender a los que quería si hacia falta.

—¿Nos sentamos allí, Azusa-kun?

—Queria ir... con ángel... a caminar.

—Bueno entonces vamos—lo tomé del brazo jalandolo. El parque era grande y habían muchas personas que disfrutaban del lugar.

El hermano menor de los Mukami era el más tranquilo y no formulaba comentarios vergonzosos.

Su personalidad era tan pasiva que adoraba estar mucho tiempo con él. Podría tener algún momento tranquilo y estar con él si así deseaba ya que no habría necesidad que callarlo por algún comentario vergonzoso si hacia falta.

Y aunque no mencionará ese tipo de cosas era alguien cariñoso.

Azusa era alguien que podría denominarse como un pequeño ángel en vez de vampiro y aunque tuviera un serio problema con el hecho de cortarse si yo lo pedía el intentaría evitarlo a toda costa además poseía una gran inocencia que prefería mantenerlo.

Para mi mala suerte sus hermanos trataban de corromper a mi pequeño ángel.

—¿Aka-chan?—me giré a verle y el formó una pequeña sonrisa—lo siento, te saque de tus pensamientos solo preguntaba, ¿si fue todo bien en los días que pasaste con los demás?

—Todo bien. Con ustedes siempre me lo paso bien.

Asintió lentamente.

Detuvo su caminar hacia el área de juegos para los niños. Su mirada era brillante como el de los demás, aquel anhelo de poseer una familia.

Una familia que les faltó a todos.

«Yo aún no estoy preparada». Deseaba tener una familia, pero no me sentía lista para tenerla.