Capítulo 16

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Y el salió de entre los árboles con su mirada tan pacífica y sumisa ante los demás me acerque a el y acaricie sus cabellos grisáceos para terminar en su pálida piel y brindarle una cálida sonrisa.

???: Lamento por demorar Mizuki-chan-dijo con su lentitud de siempre.

Mizuki: No importa para nada mi querido Azusa lo importante es que llegaste-dije y sentimos presencias-ya sabes
que hacer-el solo asintió.

Me agarró de la cintura y me apego a el y empezó a contar y apenas llego al número 10 todos ya habían llegado y miraban sorprendidos a Azusa.

Azusa: Quiero lo que acordaste Akane-chan-dijo con una pequeña sonrisa, pero aunque lo pienso a pasado mucho desde que me dijo así.

Mizuki: Bueno un rato es un trato y no hay más que hacer-dije asintiendo.

Todos se fueron a regañadientes y me dejaron con Azusa el me tomo por la cintura y encajo sus filosos colmillos en mi, cuando terminó nos teletrasportamos a mi habitación y nos recostamos y nos quedamos profundamente dormidos.

Al día siguiente

Me desperté y lo ví, me tenía sujeta por la cintura y yo acariciaba su hermosa cabellera.

Azusa: Akane-chan-dijo lentamente-es hora de levantarnos me debo ir a cambiar así lo mismo-y desapareció.

Yo le hice caso pero primero tome una ducha y luego fui a mi armario para cambiarme.

Me puse un vestido celeste simple con un lazo en la cintura y un saco azul marino de manga larga, medias blancas hasta los muslos y zapatos de color negro, el cabello suelto con un pequeño moño azul en el lado derecho.

Al salir me encontré a Subaru en mi habitación viendo una foto que tenía en mi tocador de los chicos y yo.

Mizuki: Subaru-kun buenos días que se te ofrece-dije con una pequeña sonrisa en mi rostro.

Subaru: Reiji dice que dentro de poco estará el desayuno no llegues tarde y después vayas a su laboratorio, a frente de su habitación-Dijo con la mirada fija en el cuadro-¿porque eres tan unida a ellos sabiendo lo que son?

Miyuki: Porque ellos fueron amables conmigo y me guiaron a la luz-dijo con la mirada gacha y soltando pequeñas lágrimas-ya que he tenido una infancia muy dura.

El me veía fijamente y después de unos segundos sentí que me abrazaba aquel abrazo mostraba sentimientos de cariño y ternura.

Subaru: Pues ahora ya no estás sola los tienes a ellos y a los demás-dijo acariciando mis cabellos con un sonrojo notable.

Mizuki: Si lo sé todo el tiempo me mantengo a su lado porque todos ustedes han tenido una infancia igual o peor que la mía-dije con una sonrisa-si quieres puedes morderme se que a ellos no les importará.

No recibí su respuesta y encajo sus filosos colmillos en mi, sentía como la sangre abandonaba mi cuerpo el lo hacía con mucho cuidado como si me fuera a romper y para reconfortar lo le daba leves caricias a su cabello.

Al terminar me sorprendió su acción ya que por primera vez lo ví sonreír me agarró de la mano y me llevo al comedor y me sentó a su lado.

El silencio invadía el lugar solo se escuchaba el sonido de los cubiertos y mi respiración al terminar seguí a Reiji-sama a su laboratorio.

Reiji: Bueno quería preguntarte una cosa-yo asentí-¿tu y ella se conocían?

Mizuki: Para nada es la primera vez que la veo y es raro que me lleve mal normalmente soy muy sociable.

Reiji: Comprendo, ¿quieres un poco de te?-Dijo serio como de costumbre.

Mizuki: Si no sería molestia-dije con una sonrisa que hizo que se sonrojara levemente.

El me dió te en una hermosa taza inglesa de color azul y dorado, lo bebí, pero su sabor era un tanto extraño; al terminarlo sentí mi cuerpo entumecido.

Reiji: Que pasó, no importa pero no me gusta como te entumesiste-dijo sacando una pequeña botella que me la dió al terminarla sentí más liviana.

Yo di una pequeña reverencia y me retiré de ese lugar lo más rápido posiblemente.

Caminaba por los pasillos con lentitud y muy mareada, todo a mi alrededor se veía borroso y no destinguía bien los objetos de mi al frente.

Al llegar a mi habitación no pude más y caí impactando con el frío suelo, me dolía todo el cuerpo y en un momento tanto fue el dolor que empecé a gritar con todas mi fuerzas.

En ese momento todos los chicos habían aparecido en mi habitación yo me pare como pude y me senté en la punta de mi cama, pero las fuerzas me faltaban y caí con una sábana, después todo fue borroso...

Viviendo con un angel Donde viven las historias. Descúbrelo ahora