Esperé casi una semana, hasta la mañana del sábado, antes de que decidiera que el precio de mi integridad era escuchar de mi padre. Me incliné hacia delante en la silla de mi computadora, mirando fijamente el parpadeante cursor en la cuenta de correo. Escribí lentamente: Justin.A.Howard@gmail.com.
Contraseña. Bien. Esto iba a ser difícil. Escribí su fecha de cumpleaños y el servidor lo rechazó. Traté con el nombre de mamá. Declinado. Un cuadradito blanco apareció en el centro de la pantalla. "¿Te gustaría una pista?"
—Diablos, sí, me encantaría —murmuré, dándole al botón de aceptar. La página cargó, y la pista apareció.
Destellante como una brasa
Cosas que mi corazón solía conocer
Escalofríos corrieron por mis brazos y piernas, como si estuviera de pie justo detrás de mí, cantándome nuevamente. —Papá —susurré. Le di clic a entrar de nuevo.
Contraseña: OnceUponADecember
Su correo se abrió y el alivio me recorrió, despertando cada nervio en mi cuerpo. Tenía más de él. La carta ya no era lo último. Estos correos no eran suficientes, pero funcionarían por ahora. Aquí tenía sus cartas, sus palabras. Me llenó una primitiva necesidad de aferrarme a la pantalla, llorando para enterrarme en lo que quedara de él, acurrucándome entre las palabras escritas para encontrar a mi padre.
Miré la bandeja de entrada, viendo solo los correos sin abrir. No me importaba lo que dijera la otra gente, solo papá. Allí estaba la abuela, mamá, Gus, April... yo. Le di clic al último correo que le envié, unos cuantos días antes de que ellos llegaran a nuestra puerta.
Hola, papi
Todo está bien, deja de preocuparte por mí. Iré a Springs mañana para pasar navidad con mamá, April y Gus. No te preocupes, recuerdo dónde escondiste el regalo de mamá, y no la dejaré dormirse hasta que sea la hora. Realmente desearía que pudieras estar aquí. No es lo mismo sin ti.
Te quiero, December.
Las últimas palabras que le dije habían sido de amor y de nuestra familia. Me sentía bien con eso. No dolía tanto como había pensando que dolería. Había estado preocupado porque estuviera dejando mis sueños de lado por Riley, especialmente en el segundo año, cuando dejé mi carrera doble de historia e inglés, y en su lugar, escogí educación. Pero no es como si pudiera decirle que había tenido razón. Revisé sus mensajes enviados, y mi respiración se atascó. Harry Styles. Mi dedo le dio clic a abrir antes de que mi consciencia pudiera detenerme.
Hola, Harry
Estoy feliz porque recibieras los documentos. Lo siento, tuve que escanearlos, pero sabía cuán rápido los necesitabas, y no sabía cuánto tardaría si usaba el correo común. Me alegro de que estés jugando de nuevo; siempre has sido bueno en el hielo. Estoy tan orgulloso por todo lo que has logrado, y tú también deberías estarlo. Revisando las fechas, creo que soy algo inoportuno con ellas, pero quizás podría ser capaz de regresar para la comisión. Me siento tan honrado por lo que me pediste, y nada me gustaría más que ver a un hombre como tú convertirse en oficial. Oh, y gracias por enviarme el vídeo del juego. Gus está creciendo tan malditamente rápido.
Saludos, Justin Howard.
Permanecí allí aturdidamente. Él no solo conocía a Harry, sino que habían sido amigos. Sabía que habían conversado durante las prácticas de hockey y todo, pero nunca imaginé que se escribiría con él. Con razón Harry se veía tan aturdido en el funeral. Me deslicé a través de los correos de nuevo, mis ojos atascándose en la palabra "Archivo". ¿Qué le había enviado papá desde Afganistán que no podía conseguir aquí? Dejé caer mis escrúpulos —diablos, ya los había revisado en la puerta— y abrí el correo de enviados de papá, y me colé a los archivos que le había enviado a Harry.

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Cambios
أدب الهواةTres golpes pueden cambiarlo todo... "Ella lo sabía. Ese es el por qué mamá no había abierto la puerta. Ella sabía que él estaba muerto." Veinte años como hija de un militar y Ember Howard también lo sabía. Los soldados en la puerta signifi...