Capítulo 21

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Esa noche no pude dormir, estuve dando vueltas por horas sin poder ni siquiera cerrar los ojos, cuando los cerraba su rostro aparecía en mi cabeza y era lo último que necesitaba. Lo peor de todo es que Francisco dormía a mi lado. Trató de consolarme durante mucho rato pero era imposible que me sintiera mejor. No quería vivir lo que estaba viviendo en estos momentos, quiero que ese chico de mirada perdida y vívidos ojos verdes desaparezca de mi vida, no lo quiero tener en mi vida ni ahora ni nunca. No quiero que perturbe esa paz que tenía, no quiero que mi relación con Francisco se venga abajo por unas estúpidas tentaciones porque solo es eso, lo que sentí cuando me tocó después de años no era para nada lujuria, bueno, ¿a quién quiero engañar? Definitivamente lo era, lo que quiero decir es que no es amor lo que siento por él, fue simplemente una tentación y cualquiera puede caer en ella, lo único que debo hacer es mantenerme alejada de él, voy a dejar esta ciudad lo más rápido que pueda y tal vez sí vaya a su encuentro pero es para ponerle fin a esta historia que ya terminó hace tres años, ¿es que él no se da cuenta que ahora soy feliz con este chico maravilloso que duerme a mi lado? Y ni si estuviese sola nunca le perdonaría todo lo que me hizo sufrir. Nunca.

Al día siguiente no salgo de mi habitación en toda la mañana pero a la tarde decido dar un paseo por las calles para que pueda aclarar mis pensamientos. Busco la manera de encontrar las soluciones a mis problemas, en realidad la solución a mi único problema que es Ben. Lo estoy odiando con todas mis fuerzas en estos momentos. Me pregunto por qué tiene que aparecer de nuevo en mi vida, al regresar aquí yo sabía que podía verlo o incluso encontrarme con él pero no de esta manera tan… no sé, pero no de esta manera… no quiero sentir nada por él pero siento tanto, recuerdo todo lo que hemos pasado, todo lo que hemos vivido, recuerdo cuando me habló por primera en esa lluvia y me preguntó si era la prima de Brenda, recuerdo la vez que me presenté a su casa como Brenda, eso fue lo más loco que hice aparte de crear una cuenta para mi otro yo y molestarlo por dos semanas, recuerdo a la perfección cada detalle de todos los momentos que vivimos. Los buenos como los malos.

Pero esta noche voy a hablar con él y es solo para ponerle fin a esta porquería porque es eso lo que es, una porquería que nunca va a terminar. Quiero librarme de él pero a la vez no y… no sé si gano algo al decir que lo odio pero lo odio y lo quiero incluso más que antes, ¿eso siquiera es posible?

Ay Dios, Cassie, estás tan jodida.

- ¿Una cena con una amiga? – Francisco frunce el ceño.

- Sí – le digo – es para las ocho y no te preocupes que no me pasará nada.

- Pero nunca me hablaste de ninguna amiga.

- Es que nunca creí necesario pero de todas formas ahora te lo estoy diciendo, ¿no me vas a prohibir verme con una amiga, cierto?

-Por supuesto que no, Cassie, tienes todo el permiso que quieras… además me gusta la idea de que salgas, te he notado un poco rara desde ayer en la noche.

- Ya te dije que no fue nada - digo con una sonrisa para tranquilizarlo.

Se acerca a mí lentamente y besa la cima de mi cabeza, antes de que se vaya lo detengo y lo beso en sus labios.

- Te quiero – le digo.

Él me besa aún más fuerte presionándome contra su cuerpo y luego me echa en la cama sin cortar con el beso.

- ¿A qué se debe que estés tan cariñosa? – pregunta.

- ¿No te gusta que sea así? - frunzo el ceño.

- Amo que seas así y me encanta que me respondas con otra pregunta.

Después de eso nos ponemos de pie y yo me meto en la ducha para tomar un corto baño y terminar algo que debió terminar hace mucho.

Detrás De EllaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora