c h e e s e p i e

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Comenzaba a hartarme aquel lugar.

Lo único bonito del día era el frío invierno, la hora de la comida, y las estupideces de Taehyung.
Y estábamos en la tercera.

— Seolhyun, ¿quieres saber qué encontré el otro día en el patio, en la zona de pasto que está hasta atrás?

— ¿Qué encontraste?

— ¡Una flor!

Fruncí el ceño.
Eso era increíblemente imposible. En aquel lugar a duras penas había pasto, el hecho de que hubiera una flor se me hacía imposible.

— ¿Vamos a verla? -Me preguntó Tae emocionado.

— ¡Claro, vamos! -Respondí, mientras esbozaba una leve sonrisa.

Ambos nos levantamos del piso y caminamos hasta donde Tae había dicho que estaba la flor.
Él, por alguna extraña razón colocó su dedo índice sobre mis labios, deteniéndome el paso.

— Ten cuidado, debemos tratar bien a la flor. -Murmuró.

Oh, ya veo, está bien. -Reí.

Caminamos un pequeño tramo más y sí, ahí había una flor. Una bonita flor.

Apenas estaba desarrollándose, pero era bonita.

— ¿Sabes qué flor es? -Me preguntó Taehyung mirándome.

— Es un tulipán. Los tulipanes florecen en invierno, Tae.

— Desde que llegué, nunca había visto una flor, ni siquiera en primavera, tal vez las flores supieron que estás aquí. -Me miró.- Que necesitaban florecer para estar bonitas para ti.

¶ ¶ ¶ ¶ ¶ ¶ ¶ ¶ ¶ ¶ ¶

— ¡Hoy hay patatas fritas, Seol!

Estaba con Tae, haciendo fila para que nos entregasen nuestra respectiva porción de comida de la hora del almuerzo.

— Lo sé, y alguien me dijo que de postre darán gelatina de fresa...

— ¡No puede seeeeer! Amo la gelatina de fresa Seoool, lo necesitoooo, es lo mejor del mundo.

— Shh, haz silencio Tae. -Reí por lo escandaloso que estaba siendo Taehyung en ese momento y lo tierno que se me hacía.

— Es solo que me emociono mucho, porque me encanta la gelatina de fresa. -Sonríe.

Le devolví la sonrisa y luego volví mi vista al frente de la fila, había 3 personas por delante.

Después de un ratito, Taehyung y yo caminábamos hacia una de las mesas que estaba junto al gran ventanal que daba al patio y dejaba apreciar una muy bonita vista.
Yo me senté del lado izquierdo y Tae a mi costado derecho.

— Tae, ¿puedo preguntar algo?

— Efta bien.

Al parecer Taehyung había comenzado a comer, se estaba metiendo todas las patatas fritas a la boca.

— ¿De dónde sacaste a pay de queso?

Ciertamente, ese peluche parecía tener unos 100 años.
No estaba en sus mejores condiciones, tenía el bracito derecho costurado muy mal y sus ojos eran dos grandes botones, también tenía un moñito rojo con rayas negras adornando su pequeño cuello, y un chalequito de mezclilla que se ajustaba a su pequeña talla.

— Mh... me lo regaló alguien importante. En éstas mismas fechas, en invierno.

— ¿Tu novia? -Pregunté, curiosa.

— No, no, no, mi amigo. Mi mejor amigo. -Sonrió.

— Tu mejor amigo. -Susurré.

— Se llama Jimin. Es un doctor que antes venía seguido a verme, pero ya no lo hace. Creo que se cansó de mí.

Noté cómo sus ojitos se entristecían y sus labios formaban un mohín.
Dejó una de las papas fritas que sostenía entre sus manos y la depositó de nuevo en la bandeja de comida.

— Él fue mi primer amigo, espero que algún día lo puedas conocer.

Y de nuevo sus bellos ojos color café le brillaban. Me sonrió y continuó con su comida, como si hablar de ello no le dañase.

— Tae... -Dije, con una voz más suave de lo usual.

— ¿Quef pafa?

Sí, de nuevo hablaba mientras comía. Reí.

— Nada, sólo come. -Dejé de mirarlo y apreté los labios.

Hablar de eso claramente le hacía sentir triste, no debería presionarlo.

— ¿Seolhyun?

— ¿Mh? -Respondo, mirando la bandeja de comida frente a mí, mientras hundo el tenedor en una papa frita.

— ¿Quieres saber cómo nació pay de queso?

Esbocé una ligera sonrisa y le sonreí, luego coloqué mi mano derecha sobre mi mejilla y apoyé mi codo sobre la mesa frente a nosotros, mientras dirigía mi mirada hacia Taehyung.

— Como mencioné antes, fue un regalo de Jimin. Ambos solíamos ser mejores amigos, conocíamos todo el uno del otro, éramos como almas gemelas. Sin embargo... -Se detuvo unos segundos, intentando recordar. Luego de un corto silencio, volvió a hablar.- Él siempre soñó con irse a Busan y ser un médico reconocido ahí. Como de costumbre, pasamos víspera de navidad juntos, aquella noche, junto al cálido fuego de la chimenea, me dijo con emoción que había sido aceptado en una de las mejores escuelas de medicina en Busan. Estaba tan contento, que aún puedo recordar su bella sonrisa. -Suspiró y se encogió de hombros.- Era todo lo que siempre había deseado. No pude decirle que me destrozaba el hecho de que se marchara, es decir, me alegraba porque finalmente podría cumplir su sueño, pero eso significaría que nuestra amistad ya no sería lo mismo. Que nosotros ya no seríamos lo mismo. Entonces me dio a pay de queso.
Dijo que cuando estuviera con pay de queso, lo recordara a él. Que no estaría solo mientras lo tuviera conmigo. Que nunca me abandonaría. Pero lo hizo. -Esbozó una triste sonrisa y luego, me miró.- Vino a visitarme los primeros meses y después desapareció. No sé nada de él desde entonces. Se olvidó de mí. Me abandonó. Ha pasado tanto tiempo, pero aún le quiero. Extraño jugar con su sedosa cabellera rubia. Extraño a mi ricitos de oro. Le extraño.

Se humedeció los labios, y dejó de mirarme. Apretó los ojos con fuerza y noté cómo sus puños se cerraban.

— ¡Se olvidó de mí, Seolhyun! ¡Nunca le importé! -Gritó, mientras se levantaba de la silla y arrojaba su bandeja de comida al piso.

Entreabrí los labios y miré a nuestro alrededor, todos nos miraban.

— Nunca me quiso... -Murmuró, mientras pequeñas gotas de agua cristalina se deslizaban por sus mejillas.

Estaba llorando.

Los guardias no tardaron en llegar, lo tomaron de los brazos con fuerza y aplicaron tranquilizantes.

Después de eso, se lo llevaron.

Psychiatric. ➳ Kim Taehyung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora