y e s , i l i k e i t

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Taehyung estaba parado justo enfrente de mí, tenía el cabello mojado y las gotas de agua se deslizaban por este, tenía la ropa empapada y el entrecejo fruncido, mientras formaba un mohín con sus labios. 

— Te resfriarás si te quedas ahí.

— ¿Estás enojada conmigo?

— No Tae, lamento haberte gritado hace un rato...

— No, no, no, discúlpame a mí, te molesté mientras estabas con tu novio... -Dijo cabizbajo.

Me sonrió, pero no era la misma sonrisa de siempre, no era la misma sonrisa alegre que tanto me gustaba, era una sonrisa fingida y triste.

— Él no es mi novio. -Reí.

— ¿No? -Se sonrojó.

— No.

— Y-yo p-pensé que sí...

— No tengo novio, Tae. Ahora entra que te resfriarás, tonto.

Lo tomé de la mano y tiré levemente de él para poner su cuerpo empapado debajo del techo del hospital, cubriéndolo de la lluvia.

— Estás empapado, Taehyung. ¿Qué hacías ahí afuera mojándote?

— Es que había una mariposa y comencé a seguirla... -Dijo cabizbajo, mientras jugaba con sus manos.

— Vamos, necesitas secarte. -Dije, esbozando una ligera sonrisa al mismo tiempo que acariciaba su cabello.

¶ ¶ ¶ ¶ ¶ ¶ ¶ ¶ ¶ ¶ ¶

— Mh, ¡esa parece un pez!

— ¿Un pez? -Miré a Tae algo confundida.

— ¡Sí! ¿No lo ves? -Ladeó la cabeza hacia el lado derecho.

— Parece un hámster, ¿no crees? -Dejé de mirarle y miré hacia el cielo, entrecerrando los ojos.

— ¡Un peeeeez! -Formó un mohín.

— Bien, es un pez. -Reí, mientras asentía con la cabeza.

Tae y yo estábamos en el patio sobre el piso, hoy era un día soleado y mirábamos las nubes intentando encontrar alguna forma en ellas.

— ¡Oh! ¡Esa se ve como un conejo! -Señaló una nube.

— Yo le veo forma de caballo.

— ¡No, no, no, es un conejo! Un bonito conejitooo.

— No me gustan los conejos.

— ¿Por qué? Si son muy tiernos.

— Me recuerdan a alguien.

— ¿A quién? -Preguntó con intriga Tae.

— Al culpable del por qué estoy aquí.

— ¿Y no puedo saber quién es?

— Tal vez más adelante te diga quién es esa misteriosa persona. Por el momento, llamémosle conejo.

— Mh, no me gusta ver a Seol triste, mejor hablemos de cosas bonitas.

— Mejor hablemos de cosas bonitas. -Respondí, sonriendo levemente. 

— Para mí las cosas bonitas son: los leones, los bebés, el saxofón, el color negro, y la ropa, en especial la ropa.

— A mí me gusta la lluvia. Y el chocolate. Y el color morado.

— ¿Te gusta la lluvia?

— Sí, me gusta la lluvia.

— Eres super rara.

— Tú eres más raro.

— Soy más normal que tú.

— Claro que sí. -Reí.

— Seol, si no estuvieras aquí ¿qué estarías haciendo?

Si no estuviera aquí, ¿donde estaría?
Vaya pregunta tan difícil de responder.
Siempre había querido ser escritora, sin embargo, no estaba segura de ser lo suficientemente buena para serlo. Es decir, escribir no se trata solo de plasmar unas cuantas palabras sobre una hoja de papel o una computadora, es acerca de la manera en la que quieres contar una historia. O crearla. O escribirla para esperar que algún día te suceda a ti. Es dejar entrar a tus lectores a un mundo completamente tuyo e imperfecto; ser escritora en definitiva era más difícil de lo que las y los grandes escritores aparentaban. 

— Seooool, ¿me escuchas?

Tae me tocó el hombro, parpadeé varias veces y deje de mirar el cielo, para mirarlo a él.

— ¿Entonces? -Preguntó, con ambas cejas alzadas, curioso por mi respuesta.

— ¿Entonces qué? -Fruncí el ceño. Me había perdido demasiado en mis pensamientos.

— ¿Qué estarías haciendo si no estuvieras aquí? Yo sería un saxofonista o estaría ayudando a mi abuela en el campo. -Sonrió.

— Creo que sería escritora. -Respondí, después de unos largos segundos, con un poco de inseguridad. 

— ¿Escritora?

— Sí, ser un diccionario.

— ¿Un diccionario? -Frunció el ceño.- ¡No quiero que te vuelvas papel lleno de palabras que no entiendo! -Exclamó, negando con la cabeza frenéticamente.

— No me refiero a eso tonto, me refiero a saber muchas palabras; como un diccionario.

— ¡Oh, ya entendí! ¿Y te gustaría escribir un libro?

— Tal vez.

— ¿Tal vez? Entonces si no estás segura de querer escribir un libro, ¿no será que quieres ser algo más?

— No lo sé. No sé qué quiero. Es complicado, ¿sabes? -Le miré. Y nos quedamos así, tal vez horas o simplemente unos muy largos segundos, hicimos contacto visual. Nadie decía nada, era un cómodo silencio, con miradas que simplemente buscaban aquella calidez perdida hace ya un tiempo atrás.- Tae. -Le llamé.

— ¿Qué pasa?

— Tú pareces un león. Un leonsito bebé.

— ¿Parezco un leonsito bebé? -Preguntó entusiasmado.

— Sí, pareces un leonsito bebé. -Sonreí.

— ¡Quisiera vivir en la selva, como el rey león!

— ¿Como el rey león? -Reí.

— ¡Sí! ¡Ser el rey de la selva! Grrrr.

Reí y eché la cabeza hacia atrás.

Aquel lugar no parecía tan malo, no mientras Taehyung estuviera conmigo. 

Psychiatric. ➳ Kim Taehyung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora