Psychiatric. ➳ Kim Taehyung.

q u e s t i o n s a n d m o r e q u e s t i o n s

— Darling, just kiss me slow...

— ¿Qué cantas?

Me sobresalté al escuchar la voz de Taehyung susurrándome al oído tan cerca. Después de lo que ocurrió en la nevera, Tae no podía salir de su habitación sin guardias. Y tampoco podía recibir visitas.

— ¿Y tus guardias?

— Ya puedo recibir visitas, y ya me dan espacio los guardias. -Sonrió.

— Me alegro. -Dejé un casto beso en sus labios.

— Entonces, ¿qué cantabas hace rato?

— Perfect de Ed Sheeran.

— Algún día te cantaré esa canción y te enamorarás más de mí.

Sonreí.

— Tae, ¿puedo hacerte una pregunta?

Asintió.

— ¿Cómo sabías lo que me pasó a los trece?

— ¿Lo recuerdas? -Preguntó sorprendido.

— Nunca lo olvidé.

— El otro día dijiste que...

— Fingí.

Miré con cautela a Taehyung, necesitaba respuestas.

— ¿Recuerdas lo que pasaste aquellos meses? -Preguntó frunciendo el ceño.

— ¿Aqu-aquellos meses? ¿De qué estás hablando?

— ¿No recuerdas, cierto?

— Por favor, dime...

— Seol, yo no soy quien debería decirte esto.

— Y si no eres tú, ¿entonces quién?

— Deberías preguntarle a tu familia, no a mí. Aparte, yo no tengo todos los detalles. Tu familia sí.

— Tae, por favor...

Tomó mis manos con las suyas propias.

— No soy quien debería decirte esto, Seolhyun.

Me levanté de la banca en la que estaba y me fui de ahí.
Estaba enojada, y triste por alguna rara razón.
Fui hacia una enfermera y pedí mi llamada mensual.
Marqué al número de mi hermano, y después de unos tonos, respondió.

— ¿Hola?

— Yoongi, soy Seol.

— ¡Seol! Mi hermana la mona. ¿Cómo has estado? No he tenido tiempo de ir a verte otra vez, estoy ocupado con el trabajo y esas cosas, ya sabes.

— ¿Qué me pasó a los trece?

— ¿De qué estás hablando, Seolhyun?

— Taehyung lo mencionó. Dijo que me pasó algo.

— ¿Qué dijo exactamente?

No respondí.

Escuché que suspiró.

— ¿Estás lista para esto?

— Sólo dime qué pasó.

🌷🌷🌷

— ¡Seolhyun, ten cuidado! -Gritó Yoongi tomándome del brazo impidiendo que cruzase la carretera.- ¿No te das cuenta que vienen autos? ¿Eres idiota o ciega acaso? No vuelvas a hacer eso. Algo podría pasarte.

— Lo lamento, Yoongi.

— Deberías llamarme oppa, idiota.

— No haré eso, estúpido.

— Púdrete.

— Tú también.

— Insolente.

— Anciano.

— Espero algún día te secuestren para no tener que soportarte más, en serio no te aguanto.

Seguidamente cruzó la calle dejándome sola.

Bufé y crucé también mirando hacia los costados para ver si no venía ningún coche.

Entré a casa y me fui hacia la cocina con papá que estaba ahí comiendo algún aperitivo o algo.

— Papá. -Lo llamé.

— ¿Qué pasa?

— ¿Me das dinero para comprar golosinas?

— ¿Para qué quieres comer eso? Es dañino, mejor come algo más nutritivo. -Bufó y siguió viendo la televisión.

Chasqueé la lengua.

— ¿Yoongi está arriba?

— Salió.

— ¿A dónde fue?

— A casa de su amigo el rubio.

— ¿Ji Hoo?

— Sí, ese.

— ¿Puedo ir por él?

— Seol, es bastante mayor como para volver solo. Tiene diecisiete y tú trece. Ve a dormir.

Se levantó y subió las escaleras hacia su habitación.

Subí a mi habitación y esperé a Yoongi mirando hacia la ventana en donde podía ver la calle en donde él tenía que pasar para llegar a casa.

Lo vi acercarse con Ji Hoo y detenerse a un costado de casa, se tomaban de las manos y estaban muy cerca, demasiado cerca. Y se besaron. Y no fue de esos típicos besos de piquito, no. Fue de aquellos en donde aunque no seas la persona a la que besan o la que besa, se sentía que el beso era demasiado fogoso.
Segundos después Yoongi le dejó un casto beso en los labios a Ji Hoo y entró a casa.
Bajé corriendo las escaleras y empujé amistosamente a Yoongi por el hombro, sonriéndole.

— ¿Qué te ocurre, loca? ¿Ya tienes novio?

— Uy, el que tiene novio es otro. -Reí.

— ¿Qué dices? -Frunció el ceño.

— Te vi con Ji Hoo. Los vi besándose.

Me cubrió la boca con su mano y después tomó mi mano y subimos a mi habitación que era la más lejana a la de mis padres.

— ¿Qué viste, Seolhyun?

— Bueno, vi que se besaron y que se tomaban de las manos. Sólo eso. -Alcé mis hombros restándole importancia.

— No digas nada, por favor. Sabes que nuestros padres me matarían por salir con un chico y no con una chica.

— Deberías decirles.

— ¿Y que me traten como fenómeno? No, gracias. -Suspiró sonoramente y se sentó en mi cama.

— Yoongi, yo estaré contigo. -Me senté con él y tomé una de sus manos.- Sin importar nada.

— Son estos momentos en donde en serio me alegro de tener una hermana. -Me sonrió.

Sonreí también.

— Será mejor que vayas a dormir, debes estar cansado.

Asintió y salió de mi habitación hacia la suya.