Sobre la depresión y otros demonios

Capitulo 17 - Jamás lastimare a tu hermana

-Así que te vas?

-Si. Mi esposa esta embarazada y el departamento se nos queda pequeño

-Felicidades chico. Que va a ser?

-Es una niña

-La pequeña Sylvie no se pondrá celosa de que su padre tiene a otra chica en su vida?

-No. Es mas, ella se veía emocionada cuando le dije que tendría una hermanita y que debería cuidarla como yo la cuido a ella

-Eso esta bien. Debe de aprender que ninguna esta por encima de la otra. Que las amas a las tres por igual

-Es cierto. Por otro lado, como sabes que me voy a mudar, eh Phill?

-No te lo dije? Pat vino a visitarme para navidad y me lo contó todo

-Pat?

-Tu fuiste a visitar a tus padres para navidad?

-Algo tarde, pero si, si fuimos

-Pat esta bastante mas ocupado en estas fechas, pero pudo hacerse un hueco para visitar a su viejo este año, como para compensar que no vino el año pasado

-Oh, si. Me dijo que se tomaría un día o dos para ir a visitar a su padre... espera. TU eres el padre de Pat?

-Phillip Brauner, a tu servicio chico. Me extraña que no lo hubieras notado antes. Mi nombre esta en el buzón y en el contrato de alquiler, y en este ultimo esta por lo menos tres veces.

-Nunca leí el contrato Phill. Lo único que hice fue firmar al pie de la hoja

-Eso explica muchas cosas. Prométeme que vendrán a cenar de vez en cuando. Los estaré esperando

-Seguro. Ahora estaremos algo ocupados con la mudanza y el embarazo de Melina, pero en cuanto tengamos un poco de tiempo libre, vendremos a estorbar a tu casa

-Llevo 30 años aquí, y el Señor sabe cuanto yo aprecio un poco de compañía. Vengan cuando deseen

-Muchas gracias por todo viejo. Solo no te mueras antes de que venga a visitarte, de acuerdo?

-Prometo intentarlo

Ambos reímos un poco, y nos despedimos con un abrazo. Yo no puedo contenerme y dejo salir unas lágrimas. De los cuatro años y medio que viví en ese departamento, aprendí a ver a Phill como un padre, siempre preocupado por mí, siempre dispuesto a escuchar, siempre con un consejo bajo la manga. Es natural que al despedirme de mi segundo padre me ponga demasiado sentimental. Nunca me gustaron las despedidas

-No llores, ya estas algo grande para eso

-Nunca te lo dije, verdad?

-Lo que?

-Que te considero como un padre

-No. Y yo tampoco te dije que me hacías acordar a Pat en su juventud. Por fuera una persona tranquila, hasta miedosa y cobarde, pero por dentro la voluntad para llevarse al mundo por delante

-No se si estar orgulloso de eso

-Pat dijo lo mismo

Una semana más tarde ya estábamos en nuestro nuevo hogar. Un chalet de dos plantas (Cocina-comedor, sala de estar, baño y estudio en la planta baja, y tres dormitorios y un baño en la planta alta, y un pequeño altillo), un buen jardín y un amplio patio trasero.

Un hombre me lo ofreció en el hospital por una fracción del precio de lista. Parecía raro, pero era todo legal. Recuerdo las vagas palabras que me dijo cuando le pregunte acerca de lo del precio, y sobre de cómo se entero que yo estaba buscando una casa