Sobre la depresión y otros demonios

Capitulo 16 - Ya no soy una niña pequeña

Ha pasado un mes desde que me case con Melina, no ha sucedido nada asombroso, solo las pequeñas cosas de la vida cotidiana. Esas cosas de las que uno se alimenta y forja recuerdos que guardara toda la vida, aun cuando no quede nada de lo que formo ese recuerdo.

Variando mis turnos en el hospital con los de Melina, tratamos de que al menos uno de nosotros siempre este con Sylvie, no solo para que nunca este sola, sino también para que Melina intente formar un lazo con ella. Otra de las cosas que hacemos es educarla.

Sabe leer y escribir, de forma muy básica pero sabe, y nosotros estamos enseñándole cosas un poco más avanzadas. Es una niña muy estudiosa, aprende muy rápido, y se emociona cada vez que nota que un nuevo conocimiento entra en su cabeza.

Hoy es sábado. Son las 7 de la mañana y estoy en la misma posición que hace un mes atrás. Sentado en mi cama, Melina dormida abrazada por mi, mi mano izquierda en alto y los rayos del sol reflejados en la alianza que esta viste.

*timbre sonando*

-Que cara...- no espero a nadie, menos a esta hora

-Que sucede?- pregunta Melina algo dormida

-Alguien llama a la puerta

-Quien es?

-Ni idea. Ahora regreso

Me pongo pantalones y una camisa y me dirijo a la puerta. Cuando llego, quien esta del otro lado golpea tres veces la puerta de forma bastante contundente

-Ya voy, basta de golpear- grito algo irritado

Cuando abro la puerta no tengo tiempo ni a saludar a la visita, que me acomodan el estomago de un rodillazo. Lo único que puedo hacer es caer de rodillas con las manos en el estomago y una genuina mueca de dolor

-QUE LE HICISTE A LINA?!?!?- grita aquella mujer

-A... quien...?- apenas puedo acomodar dos palabras por la falta de aire y el dolor

-HACE DOS MESES QUE NO ME ATIENDE EL TELEFONO! HABLA INFELIZ!- cuando termina de decirlo, conecta su rodilla con mi mentón, haciéndome perder el equilibrio y caer de espalda

Parece que el ruido despertó a Sylvie, la cual aparece por el pasillo

-Papa que suce...- cuando me ve en el suelo grita del susto y se abalanza contra mi –PAPA?!?! Que te paso?!?!

-CONTESTA IMBECIL! DONDE ESTA LINA?!?!- se oye mas enojada

-ALEJATE DE MI PAPA!- grita Sylvie mientras se abraza tratando de taparme con su cuerpo

-TE LO PREGUNTARE UNA VEZ MAS! DONDE ESTA LINA?- me grita mientras empieza a caminar hacia mi

Sylvie desesperada le grita

-ESTA DURMIENDO EN LA CAMA DE PAPA!

En ese momento aparece Melina por el pasillo, apenas vestida con una de mis camisas

-Quien hace tanto alboroto un sábado a las 7 de la mañana?- dice todavía dormida

Aquella mujer la ve y el rostro le cambia completamente. Se le iluminan los ojos y le aparece una sonrisa parecida a la que haría un niño cuando ve a su madre

-LINA!!!- grita y se abalanza contra Melina, haciéndola caer, y ella encima

-Sam?... SAMMY!!!- Melina grita y le devuelve el abrazo

-Por que no me contestabas? Estaba muy preocupada, creí que este bastardo te había hecho algo- dice ella mientras escucho como empieza a sollozar