Capitulo 19 - El Rostro de la Depresión

78 4 8
                                    

-Bienvenido Joseph

Una voz de hombre, una voz espectral, me da la bienvenida a una habitación completamente blanca con una mesa en el centro y dos sillones a su alrededor. De repente un hombre adulto, como de mi estatura y complexión aunque no puedo ver su rostro porque tiene una mascara de una cara blanca sin expresiones, como la de los fantasmas del folclore japonés, aparece de detrás de uno de los sillones y me invita a sentarme

Vuelve a hablarme. Habla muy despacio y calmadamente

-Por fin nos conocemos cara a cara

-Quien eres?

-Hay miles de preguntas, y haces la que tiene menos importancia? Supongo que es su naturaleza

-A que te refieres con miles de preguntas?

-Exactamente a eso. Miles de preguntas mejores que mi insignificante identidad. Supongo que es parte de la naturaleza humana la necesidad por saber la identidad de todo

-Eres Dios?

-Eres creyente?

-No, no realmente

-Digo exactamente lo mismo. Seguro que tienes mejores preguntas que hacerme

-Que es este lugar?

-De nuevo con eso. Te estoy ofreciendo sabiduría, y lo único que quieres saber es quien soy y que es este lugar

-Es necesario saber donde estoy y quien eres. No conozco el límite o el campo de tu sabiduría. Podría estar preguntando algo equivocado y desperdiciar una oportunidad. No se que leyes aplican en este lugar, por lo que no se si lo que me digas aquí me servirá en la realidad

-Ahora veo por que mi trabajo es tan difícil

-A que te refieres?

-Esa tampoco es una pregunta correcta, pero es una buena pregunta

-Vas a contestarla?

-Es divertido jugar con tigo y tu mente Joseph, pero consume mucho de mi tiempo. Es como jugar ajedrez contra uno mismo y querer ganar de ambos lados. Es divertido y excitante al inicio, pero después de un tiempo es tedioso al ver que ninguna parte cederá una micra. Soy un ente atemporal, pero eso no significa que no sienta aburrimiento.

-Jugar con mi mente? Ente atemporal? Que demonios eres?

-Exactamente. Déjame presentarme debidamente. Yo soy El Rostro de la Depresión. Demonio encargado de hacer la vida miserable a todo ente mortal. Y tú eres uno de mis juguetes más longevos.

-Tu los mataste?!?!? Solo para hacerme sentir mal y divertirme?!?!?

-Te equivocas. Yo solo moví ciertos hilos para que los acontecimientos tomaran un rumbo que se acomodara a mis necesidades. Mi Padre prohíbe tanto a mí como a mis hermanos, terminar directamente con la vida de algún mortal. Yo hago que las cosas se muevan, pequeños empujones para que termines con tu patética vida. Pero en tu caso parece que todo esto es inútil. Eres una mente ciertamente poderosa, difícil de doblegar. Casos como el tuyo me tomarían meses para llevarlos a la tumba. Tú llevas diecisiete años resistiendo. Me sorprendes. Es todo un honor enfrentarme a una mente así. Pero no lo tomes tan a pecho, no eres un elegido ni nada por el estilo. Lo que no pueda llevarme yo o mis hermanos, se lo llevara el tiempo. Al fin y al cabo, el destino es el mismo, lo que cambia es quien maneja el tren

Después de su explicación, solo me quedo quieto mirándolo fijamente

-Y que es este lugar?

-No intentaras nada gracioso, eso es decepcionante. Esto es tu mente, Joseph. Y tu eres solo tu conciencia, no toda tu realidad. Tu entera realidad esta ocupada en este momento. Esta tomando una siesta. Así que en lugar de un aburrido sueño con tu familia feliz, estoy yo. Mucho mejor, verdad?

Sobre la depresión y otros demoniosWhere stories live. Discover now