Sobre la depresión y otros demonios

Capitulo 14 - Una princesa ha nacido

Es verdad lo que papa decía. Las mujeres realmente tardan demasiado en prepararse para salir.

Me tomo exactamente quince minutos estar listo, incluido el baño.

Ellas estuvieron en el baño más de media hora, y sin contar que debían vestirse y arreglarse.

Melina salio con un vestido de noche sin mangas y zapatos negros, contrastaba muy bien con sus ojos y el plateado del marco de sus anteojos. Sylvie en cambio tenia un vestido rojo muy sencillo, pero a la vez muy llamativo, sus, ehh... cicatrices resaltaban como rubíes en aquel vestido sin mangas. A diferencia de Melina, Sylvie llevaba el cabello suelto, lo que le facilitaba tapar un poco su cuello.

Ambas se veían preciosas, debo admitirlo.

Y parece que lo notaron

-Que pasa Joseph?- pregunta Melina

-Por que lo preguntas?

-Estas con cara de bobo y no dejas de mirarnos- se pone una mano en la cadera y trata de hacer una pose sugerente

-Solo las veía y pensaba en lo afortunado que soy en poder estar con dos personas como ustedes

-Papa...- Sylvie se acerca y me habla en voz baja

-Que sucede?- le pregunto

-El vestido de la señorita Melina es muy bonito, pero no tiene brazos

-Que sucede?- pregunta Melina cuando escucha a Sylvie

-Se siente algo incomoda con el vestido, pero no es nada que no pueda arreglar- digo mientras me dirijo al baño

Voy al baño y revuelvo un poco las cajas que me dejo mama con ropa, y encuentro lo que necesitaba. Un pequeño abrigo negro para niña, que curiosamente combina bastante bien con el vestido, y ayuda a esconder sus cicatrices de los ojos de los demás. Me vuelvo y se lo pongo a Sylvie

-Mejor?

-Es hermoso! Gracias papa!- se ve bastante alegre cuando me lo dice

-Era eso?- pregunta Melina

-Si, la incomodaría mucho, y a mi también, que todo el mundo este observándola por sus cicatrices. Es mejor así, además hay un poco de viento afuera

-Te queda muy bonito tu abrigo Sylvie, combina con tu vestido- le dice Melina mientras le pone un poco de perfume

-M... muchas gracias señorita Melina- contesta ella algo nerviosa

-Podemos irnos?- pregunto y me dirijo a la puerta

Por suerte el restaurante esta a unas calles de mi departamento y no es nada difícil llegar a pie hasta allí. Todavía me faltan unas lecciones para sacar el carné de conducir, además de comprar un auto claro esta.

Llegamos al restaurante y allí nos esperaban Pat y Regina tomados del brazo y Ellie a un lado de ellos. Vuelvo a notar que, como aquella noche, Ellie no estaba en su humor habitual.

Pat estaba igual que yo, ambos con un elegante pero aburrido traje negro, salvo que el llevaba un pequeño moño negro y yo corbata negra. Nunca supe la diferencia entre el moño y la corbata, por eso siempre use corbata.

Regina iba algo más conservadora, pero aun elegante. Iba en un vestido negro, algo suelto, y un abrigo también negro a juego.

Ellie en cambio llevaba un vestido rosa pálido sin hombros algo mas al cuerpo, haciendo notar una figura bastante definida y el cabello recogido.

-Buenas noches- me saluda Pat extendiendo su mano

-Buenas noches. Disculpen la tardanza- trato de excusarme devolviéndole el apretón de manos a Pat –Papa tenia razón- le digo mientras nos separamos