Capitulo 13.5 - "Si algo puede salir mal, probablemente saldrá mal"

70 2 12
                                    

Ha pasado una semana más o menos desde mi última sesión con Pat y Sylvie, y creo que es hora de una decisión.

Si digo que si, quizás pueda poner un cierre definitivo a los peores años de mi vida. Formo una familia "normal" (un tipo con una gran depresión, una mujer con un gran trauma de la niñez y una niña esclava que vio a su madre ser asesinada a sangre fría. Si, toda una familia normal), vivo una vida "normal" y fin de la historia. Solo las cosas maravillosas que puedan suceder de aquí en más.

Si digo que no, sigo siendo una basura con esa mujer (igual que su padre con su madre, según lo que ella me dijo), la abandono y me largo muy lejos donde pueda pasar los últimos años de mi vida en paz. La historia continua con todas esas cosas excitantes que suceden durante el planeamiento de una huida, con todo lo que va a suceder mal y la consecuente ejecución del plan.

Cualquiera de las dos opciones costeada por los ahorros de toda mi vida y la pequeña fortuna que me dejo aquel tipo. Por lo menos no pasare necesidades por un tiempo.

Aunque no debo olvidar la Ley de Murphy

"Si algo puede salir mal, probablemente saldrá mal"

Y mucho menos la Ley de Finagle

"Algo que pueda ir mal, irá mal en el peor momento posible"

Así que puedo prever que cualquiera de los dos caminos tendrá emoción en el, o al menos algo que salga horriblemente mal

Lo malo de la situación es que no hay tiempo para simular ambas escenas. No hay tiempo para calcular posibles errores. Hoy saldremos a cenar entre todos mis conocidos. Patrick y su esposa, Ellie, Melina, Sylvie, y por supuesto, yo.

Todas personas de una u otra forma involucradas en este lío.

Patrick, bueno, es el doctor que se atrevió a hacerse cargo de mi caso, y es a alguien que considero un amigo, sino un hermano.

Regina, su esposa, trato de levantarme el ánimo de la única forma que sabe, con palabras de afecto y cocina. Y realmente lo hizo.

Ellie. Una gran persona, una gran mujer. Una joven hermosa como pocas, con manos realmente mágicas en lo que cocina respecta. Una joven que no dudo en brindarme su amistad, aun cuando yo era un desconocido.

Melina. Ya dije más de lo que recuerdo sobre ella. Pero lo diré una última vez. Una de las culpables de todo lo que hoy me sucede. Pero eso no quita que sea la joven de la que me enamore perdidamente en secundaria. Igual que Ellie, joven hermosa como pocas, y a diferencia de ella, tiene mucho que aprender en la cocina.

Y por supuesto, Sylvie. Ella me enseño de una forma u otra a cuidar de alguien más. Me enseño que vale la pena pelear hasta el agotamiento y más allá por lo que te importa. Me enseño que mi pasado no es absolutamente nada frente al dolor real. Me enseño que puedo confiar en otros y hacer que otros confíen en mí. Me enseño que no hay límites para los sacrificios que un hombre puede hacer por los seres que ama. Y, por si todo esto fuera poco, ella es mi única familia fuera de mis padres, a los que rara vez veo. Además de que tengo una promesa con una mujer que me observa desde arriba para cuidar y querer a esta niña.

Todas personas que, puedo prever, saldrán lastimadas de una u otra forma por mi forma de ser y hacer.

Creo que no hubiera sido mala idea cortarme el cuello en vez de los brazos cuando tenía 16.

Sobre la depresión y otros demoniosWhere stories live. Discover now