Capitulo 3 - Primer Demonio - Desconfianza

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*llamando por teléfono*

-Gracias por atender Pat. Si, necesito que vengas así me puedes ayudar a solucionar un problema que tengo aquí en casa. Por favor, pasa por mi departamento cuanto antes. Realmente necesito ayuda con esto.

Cuando termino de hablar por teléfono, escucho que la ducha se abre, la cual curiosamente no había escuchado mientras hablaba.

Patrick (yo le digo Pat como una especie de apodo) es un compañero de trabajo. Es el jefe del área de psicología del hospital, y debido a la dificultad de mi caso y al trabajo que realizo, el lleva mi caso personalmente. Durante el tiempo que estuve trabajando y en terapia, nos hicimos amigos. El es bastante mayor que yo, al menos veinte años, pero es un gran tipo, y me ayudo con muchos de mis problemas, tanto de salud como de trabajo.

Lo llame para que viniera a verme a casa para discutir con el sobre Sylvie. Sobre que debería hacer, como tratarla para sacar los problemas de su cabeza, para hacerla superar cualquier posible trauma, y si puede ayudarme con mis problemas, mucho mejor. No quiero decir que Garrison no sea de ayuda, pero necesitas que tu compañero de terapia también hable, no solo que escuche.

Termino de preparar la cena en lo que Sylvie sale del baño con su vestido, después del regaño de ayer.

Acabamos de cenar y la mando a dormir, luego entro yo al baño, me ducho y parto hacia mi cama.

A la mañana siguiente, me despierto, me trago mis pastillas y pongo en marcha la cafetera en lo que voy al cuarto de Sylvie a despertarla

-Buenos días Syl...- entro en la habitación y veo que la cama esta vacía –Donde estas?– digo en tono gracioso mientras me pongo de rodillas para revisar debajo de la cama –Estas aqu... arghgh...

Me agacho y miro debajo de la cama solo para sentir el terrible frío de quince centímetros del acero de mi cuchillo de cocina perforarme la espalda a la altura del pulmón izquierdo. En eso reconozco la voz de Sylvie que me dice

-Le dije que haría lo que fuese por usted por mi condición de esclava- sus palabras y su voz están llenas de odio –Le suplique de rodillas llorando por que no me lastimara- cada frase que termina hace mas presión con el cuchillo, haciendo hincapié en el odio de sus palabras –Usted me dijo que no me haría sufrir, que todo había terminado- siento en ese momento otro cuchillo perforar mi pulmón derecho -Sin embargo, todo fueron mentiras- empiezo a sentir la sangre fluir por mi boca, con todo su sabor a metal -Mentiras disfrazadas con bonita ropa y abundante comida- cedo ante la presión de Sylvie y ambos cuchillos en la espalda, cayendo sobre mi pecho, pero con ella firmemente asida de mi espalda y ambas hojas de metal

En la confusión de mi caída, consigo balbucear algunas palabras

-N... no e... ran men... ti... ras- me cuesta muchísimo respirar y la hemorragia es incontrolable

-Cállese!- ella me grita llena de odio, rabia y llanto. Si, ella estaba llorando –Acaso cree que no lo escuche ayer cuando hablo por teléfono acerca de ayuda para solucionar su "pequeño problema"? Eh? Acaso cree que no se que estaba hablando de mi? Confié en sus palabras! Confié en que usted me sacaría de mi sufrimiento! Yo confié en usted! Pero ahora se que solo eran mentiras- me dice mientras siento una ligera punción en el lado derecho del cuello –Pero no volverá a suceder. Pude hacerlo con aquel terrateniente que era grande como tres hombres, podré hacerlo con usted, tirado en el suelo, ya débil por la falta de sangre. Adiós amo. Y buen viaje al infierno- cuando termina de decir esto siento como la punción en el cuello aumenta en lo que advierto que me había atravesado otro cuchillo en el cuello

En mis últimos momentos solo pude pensar en todos los planes que de la noche a la mañana había hecho para cumplir con Sylvie. Desde salir a pasear hasta pedirle que me ayudase a curar mi enfermedad. Pero nada de eso importa ahora, me queda poco antes de que la falta de sangre me mate. Trato de balbucear mis últimas palabras

Sobre la depresión y otros demoniosWhere stories live. Discover now