Capitulo 10 - Baile de Graduación

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Ayer recibí los estudios que mande realizar a Sylvie. No hay forma de que los lea sin que lleguen a la misma conclusión.

Arritmia.

El ataque del viernes pasado milagrosamente no la mato, pero la dejo muy grave. Con Morris de cardiología creemos que en una semana mas los medicamentos deberían hacer efecto y le permitirían estar el suficiente tiempo despierta como para hacer exámenes mas profundos, y con ellos ver si precisa cirugía o un marcapasos. Espero que no, aun con mi salario y con la cobertura del hospital, esas pequeñas porquerías son costosas, mas aun los que son permanentes.

El director del hospital me dijo que si bien podía quedarme con Sylvie en la habitación, que debía hacer al menos cuatro horas de trabajo diarias luego de la primera semana de la internacion, la cual es la más critica. Era eso o solo ver a mi niña en horario de visitas.

Hoy tuve que empezar con mi trabajo de nuevo. Todo por estar a su lado cuando más me necesita.

Oh si. También hubo cierto incidente, el cual no prefiero recordar, pero se grabo a fuego en mi cabeza.

-Ahí estas Miller! Te estuve buscando todo el día!- sorprendentemente es Melina la que me llama

-Oh, hola. Que necesitabas?- lo digo con la voz bastante agotada

-Te ves muy mal. Que te sucedió?- me pregunta mientras se acompasa a mi ritmo de caminar

-Es mi niña. Llevo una semana viendo por ella, y todavía le queda una semana en intensivos- le digo mientras reviso los papeles de los pacientes que faltan atender

-Que le sucedió...- hace una pausa y con un gesto de disculpa me dice -...lo siento. No debes decírmelo si no quieres- realmente se oye apenada

-No, esta bien. Sus papeles irán al archivo de todas formas, así que tarde o temprano te irías a enterar. Tiene problemas del corazón. Y ya sabes lo que sucedió el viernes, así que no hace falta agregar nada mas- le digo mientras me dirijo al encuentro con el primer paciente

-Ella estará bien?- pregunta algo preocupada

-Con Morris de cardiología la estamos tratando, se va a recuperar, pero va a necesitar de medicina a diario

-Y que haces aquí en vez de estar con ella?- me pregunta regañándome

-Esto es el precio que debo pagar por poder estar con mi niña las 24 horas. No me quejo, es un precio justo

-Oh, ya veo. Es mejor que solo el horario de visitas

-Seguro- hago una pausa y antes de entrar al consultorio le pregunto –Bueno, que querías? Dudo que hayas salido del archivo solo para preguntarme como estoy

-Oh si, eso. Hoy tuve sesión con Brauner, y el me dijo que el siguiente paso es enfrentar mis problemas- rápidamente la interrumpo

-Aja. Y yo que tengo que ver en eso?

-Necesito que me acompañes al café para charlar- me dice con la voz y la expresión serias

-No puede ser aquí? No puedo alejarme mucho de mi niña. Mi trabajo son solo cuatro horas

-Necesito que sea donde nadie del hospital pueda oírnos. La empleada del café no me interesa, ella no es de aquí. Por favor- se para delante mío y hace una reverencia para enfatizar su pedido

-Una hora. Si no puedes decir lo que tienes que decir en una hora, no volverás a tener otra oportunidad- le dije con el tono más frío que pude –en dos horas y media iré al café

Sobre la depresión y otros demoniosWhere stories live. Discover now