Capitulo 20 - Una sonrisa y... listo

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-Todavía la conservas?

-Lo que?

-Aquella foto

-Si. Y tu?

-Esta en casa de mi hermana, en la mesa de noche de mi habitación

Todo esta listo. Solo falta que su hermana nos autorice a operarla, además de que nos pueda donar un poco de sangre, vital para la operación.

Pero hay un pequeño problema. Ella esta fuera del país por asuntos de trabajo, y no volverá hasta dentro de una semana. No es que Melina este en grave peligro, pero seria mejor operarla cuanto antes.

Cuando cumplí los 13 años, mi familia se mudo a un área mas tranquila, un área semi rural, y con ello yo debía cambiar de colegio.

Era al inicio de mi segundo año de secundaria, por lo que no perdería mucho, por eso no me negué. Además, lo hacían por mí. Ya estaba mucho más estable, pero todavía seguía algo inquieto por lo que había sucedido

El doctor me había recetado dos cosas, una eran unas pastillas para mis cambios emocionales, la otra era leer. Eso mantendría mi mente ocupada y no pensaría en ello. Y vaya que lo hizo.

Eso era cuando tenía 9. Para mis 13, había devorado una impresionante colección de 800 libros tanto literarios como técnicos y académicos tres veces. Papa estaba sorprendido. Al poco tiempo, mi capacidad era muy superior a la de los demás.

Dos semanas después de entrar a mi nuevo colegio, ya había solicitado entrada en el Club de la Biblioteca, en la cual durante los recesos y después de clases, debíamos de mantener ordenada y limpia. La bibliotecaria lo hacia por la mañana y nosotros por la tarde.

La bibliotecaria, quien era también tutora del club, no tuvo problemas en dejarme entrar, más que nada porque el club era poco popular y solo tenia 3 miembros, todas chicas. Una iba a mi clase, las otras eran de tercer año.

-Ho... hola- dije con mucho nerviosismo –S... soy Joseph, y desde hoy se... seré miembro del club de la bi... biblioteca

-Bienvenido Joseph- dijo la bibliotecaria

-Bienvenido, no hace falta ser tímido- dijo una de las estudiantes mayores, la cual nunca sabría su nombre

-Bienvenido al hogar de los desadaptados, al refugio de la sabiduría, la cueva donde los que no encajan son recibidos con los brazos abiertos- dice la otra estudiante mayor, algo más alegre y animada que sus compañeras de club, quien iba por el nombre de Alexa

-B... bienvenido- dijo aquella chica que iba a mi clase

Hubo un silencio incomodo y la bibliotecaria se encargo de romperlo

-Bueno, te informo que aquí trabajamos en grupos

-Grupos? Son solo 3 y usted

-Ahora somos cuatro y los grupos se completan. Ustedes irán en grupos de dos y se turnaran para cuidar de la biblioteca por las tardes después de clase. Claro que todos pueden estar un mismo día, pero solo dos de ustedes estarán autorizados a entregar o recibir libros. Espero que se diviertan, hay mucho para leer. Llevo diez años aquí y todavía no he leído ni la mitad de este sitio

-Cuéntanos un poco de ti. Es raro tener a un chico en el club. Hace años que no hay uno- pregunta la estudiante mayor de nombre Alexa

-Me anote para entrar porque me encanta leer, papa tiene unos 800 libros y ya es aburrido leerlos mas de tres veces, además de que no tengo nada que hacer por las tardes, y no soy bueno para ninguna actividad física

Sobre la depresión y otros demoniosWhere stories live. Discover now