Jeon Jungkook lleva viviendo un año con él amor de su vida Kim Taehyung. Sin embargo, cuando él menor de ellos se ve involucrado en un accidente, ya nada volverá a ser como antes.
¿Podrán superar la cruda realidad? ¿Será verdad que el amor lo puede...
—No puedo faltar amor, hoy debo estar presente en la reunión, quiera o no.
—Te quiero para mi... —abultando su labio en un puchero.
—Te prometo que vendré antes, pediré permiso ¿Te parece?.
—Uhmm, bueno. Tendré que ir a estudiar, entonces. —soltando una pequeña carcajada.
—¡Vamos arriba, arriba! Levanta tu hermoso cuerpo y vamos a bañarnos juntos, ¿Vale?.
—Tu si sabes como convencerme. —se levanta, caminando hasta el baño para juntar agua tibia en la bañera. Y para cuando está listo, me va a buscar para bañarnos.
Se sienta entre mis piernas para quedar pegado a mi, acomodando su espalda contra mi pecho. Cruzo mis piernas alrededor de las suyas para luego frotar un poco de shampoo en su cabellera, dándole pequeños masajes suaves hasta aclararlo con el agua, retirando así todo los excesos.
—Tengo algo que decirte bebé, mejor dicho que preguntarte... —señalo, mientras comienzo a enjabonar su espalda con la esponja.
Asiente en un movimiento sutil, sin percatarse de mis intenciones. —¿Sucede algo?.
—Sé que no es el lugar más romántico pero prometo compensarte después, lo juro. —continuó, depositando un vasto beso sobre su hombro.
—M-me estás poniendo nervioso, Tae... —indica, tartamudeando de paso.
—Girate hacia mí. —le ordeno, con un suave timbre de voz.
Se da vuelta hasta quedar frente a mí, arrodillándose para no perder el equilibrio en el pequeño espacio de la tina. Luego cojo un bocanada grande de aire y revelo todo de inmediato, sin anestesia previa.
—¿Quieres casarte conmigo? —pregunto, aprisionando mi labio inferior entre los dientes.
—¿Cómo?. —pregunta, mirándome estupefacto.
—¿Qué si quieres casarte conmigo?. —repito, esta vez alzando un poco más la voz.
Se queda en silencio sin despegar sus ojos de los míos, saturado por todas las emociones que lo están abordando, comenzando a desprenderse de su ojos, lagrimas que viajan por todo su rostro.
—¿Debo interpretarlo como un sí?. —intentando sonar lo más seguro posible.
—¡Claro que si ...tonto!. —se abalanza sobre mí, plantándome un beso lleno de amor y necesidad. Provocando que se rebalse un poco de agua por el piso.
—Te amo, bebé. —musitó sobre sus labios tras separamos algunos centímetros.
—Yo también te amo, Kim. Seamos felices siempre, quedo a tú cuidado ¿Bien?. —mostrando su sonrisa tan dulce de conejito y que siempre me ha derretido, aunque pasen los años.
Nos envolvemos en caricias y besos, para luego salir del baño, vestirnos y partir rumbo a nuestros respectivos lugares. Nos separamos a la salida de la estación de metro, con un beso casto que nos deja la sensación de querer mucho más. Se da media vuelta para dirigirse a la Universidad y yo hago lo mismo pero hacia el trabajo.
★☆★
Tras la hora de colación, repaso una y otra vez el proyecto, preparándome para la reunión y haciendo un par de ajustes a la presentación, para que todo salga más que perfecto.
Una vez adentro de la sala, me dispongo a exponer frente a los inversionistas y socios de la compañía. Mi jefe cada ciertos momentos asiente a lo lejos, esa es su forma de darme a entender que todo está saliendo como esperábamos.
De pronto mi teléfono comienza a vibrar sobre la mesa y bajo la atenta mirada de los inversionistas. Me acerco lentamente para recogerlo y constatar de quien se trata... nada más, ni nada menos que Min.
Cuelgo mientras vuelve a insistir, sin embargo, ésta vez espero a que mi jefe me señale que puedo contestar, situación que no tarda en llegar cuando me indica agitando su mano, que no hay mayor problema.
Pido disculpas a los presentes y me apresuro para salir fuera de la sala, siendo seguido muy por detrás por mi jefe.
—Min, estoy en una reunión. Llámame después por favor. —me dispongo a colgar hasta que lo escucho alzar la voz a través del teléfono.
—¿Eso es más importante que Jungkook? —su voz sonando repentinamente más quebrada.
—¿Qué dices idiota? ¡Claro que no!... ¿A qué viene eso?. —le reprocho, frunciendo el ceño de paso.
—Ne..necesito que lo tomes con calma Tae.
—Me estás asustando Min, no me jodas...
—Jungkook tuvo un accidente, Tae. El está en el hospital ahora, me han llamado a mí porque en su mochila tenía mi tarjeta de contacto y ¿Tae? ¿Tae sigues ahí? ¿Aló?, Tae por favor contéstame.
—Alo... Hola, habla el jefe de Kim Taehyung, si bueno él está muy descolocado ¿Me podrías explicar qué es lo que sucede?. —haciendo una pausa. —Ohh, entiendo. Si, conozco el lugar, no te preocupes lo mandaré con el chófer de la compañía. En unos 20 minutos estará por allá... No, gracias a ti, te va a necesitar...
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