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Calma

Abrir los ojos por culpa de los rayos de sol que se filtran a través de las cortinas, no es para nada bueno. Abrir los ojos y encontrar durmiendo al hombre más maravilloso que puede existir, no tiene precio.

Ver como se abren sus hermosos ojos cafés, es un golpe directo a mi débil corazón y digo débil, porque nadie puede doblegar mi mundo más que él.

Sí, lo sé. Estoy siendo cursi.

Posiciono una de mis manos sobre su mejilla, proporcionándole pequeños masajes con mi pulgar. Sin apartar mi mirada de la suya, reflejándonos en la pupila del otro como nunca debió dejar de ser.

—Buenos días, bebé. —saludo cuando asoma una sonrisa geométrica.

—Buenos días, a-amor. —respondo tras titubear por la vergüenza.

—¿Qué haremos hoy?. —pregunto al acurrucarme junto a él. —Quizás sería buena idea quedarnos en casa y sólo estar juntos. No queda mucho tiempo antes de que vuelvan mis terapias y tu trabajo...

¡Dios!. Soy consciente de que acabo de entender que estoy enamorado, es por eso que sé me está haciendo todo un infierno intentar dejar de observarlo. —Te amo. —pronuncio, sonriendo como un baboso.

Suelta una carcajada y luego sus labios hacen contacto con los míos. —Yo también te amo, bebé. Pero no te pregunté eso...

—Uhm, no hay muchas cosas que se puedan hacer en casa. —indico. —Creo que podríamos ver una película, comer algo y pasar todo el día abrazados en el sofá. ¿Está bien eso para ti?.

—¡Está perfecto!. —vuelve a besarme pero ésta vez, es un beso mucho más extenso que el anterior. Luego se pone de sienta en la cama. —Puede que me equivoque al contarte esto pero ayer condenaron al conductor. Estará tres años privado de libertad, con arraigo anacional y licencia suspendida de por vida pero si tiene buena conducta, considerarán bajarle la condena por no contar con antecedentes previos. ¿Puedes creerlo?. —cuestiona con evidente molestia.

—No siempre resultan las cosas como queremos, Tae. Pero al menos, ha recibido un castigo. —pronuncio cuando se pone de pie, intentando sonreír pese a lo mucho que le angustia todo ésta situación.

★☆★

Ya en horas de la tarde, estoy entre sus piernas acomodado, apoyando toda mi espalda en su torso mientras él me abraza por debajo del ombligo. El sofá es realmente cómodo pero se vuelve pequeño cuando quieres permanecer en esa posición. 

La caja de pizza yace sobre la mesa aledaña y acaba de terminar "Eternal Sunshine of Spotless Mind". Pero pese a que ya comenzaron los créditos, no hemos cambiado de canal.

—¿Te gustó la película? —pregunta, internando sus dedos entre las hebras de mi cabello.

—Creo que Joel y Clementine son una pareja que está destinada a fracasar, por más que terminen juntos, siempre habrá esa posibilidad. —comento tras cerrar los ojos para disfrutar de sus caricias. —Claro que tienen defectos como pareja y como personas. —me apego más a su cuerpo cuando afianza el abrazo. —Es complejo, las relaciones de pareja no son perfectas y el hecho de que ambos hayan elegido olvidarse y terminaran iniciado él tratamiento, no quita que se vuelvan a amar. Es un final abierto pero me gusta. —volteo para observarlo y sonrió cuando noto lo pensativo que está. —Me identifico un poco con ella, en algunas cosas...