Jeon Jungkook lleva viviendo un año con él amor de su vida Kim Taehyung. Sin embargo, cuando él menor de ellos se ve involucrado en un accidente, ya nada volverá a ser como antes.
¿Podrán superar la cruda realidad? ¿Será verdad que el amor lo puede...
Luego de volver a la sala de estar y con toda los invitados ansiosos. Le entrego una carpeta a Jungkook, quien la observa con extrañeza, sin embargo, la curiosidad es más fuerte y termina por abrirla casi de inmediato.
Se detiene en los detalles antes de comenzar a leer el contenido de los papeles. Leyendo en silencio mientras todos se mantienen en silencio.
—¿C-cómo es esto posible?, ¿Es real?. —cuestiona, inquieto. Sus ojos divagan entre las hojas, mi rostro y los demás, intentando buscar respuestas.
—Claro que es real, tuve una cita con el Director de la Universidad y luego de varias conversaciones y sólo tras llegar a un acuerdo bajo ciertas condiciones, permitirá que termines tus estudios el próximo año. —respondo para saciar sus dudar. —Primero debes aprobar un examen a nivel general, de todos tus años cursados. De ser positivo, podrás reingresar y terminar la especialidad, todo esto bajo la aprobación de tu médico. —agrego, sin darle espacio a cuestionamientos. —Me aseguré de que todo estuviese en orden. —indico mientras alboroto mis cabellos.
—Esto es realmente... Uhm... ¡Wouh!. —mordisquea su labio inferior. —Esto significa mucho para mi y no sé como seguir agradeciendo todo lo qué haces por mí. En cambio yo, no hago nada por ti. —se cuestiona, sonando afligido.
—Sólo es un premio a tu constancia y dedicación del último tiempo, Jeon Jungkook. —sonrío en respuesta. —Te he observado estudiar sin descanso, así que es lo mínimo que puedo hacer. No me debes nada...
—Tae yo... —suelta un suspiro, antes de darse un par de golpecitos en sus mejillas. —Haré mi mejor esfuerzo por ti, lo prometo. —achina sus ojos tras sonreír.
—No lo hagas por mi, hace esto sólo por ti, por nadie más. —tomo una de sus manos brevemente para darle una caricia. —Créeme que esa es mi mayor recompensa. —suelto su mano para recibir la caja que me entrega Min. —Pero antes de que continuar con las celebraciones, abre esto por favor.
Extiendo una nueva caja adornada con pequeños agujeros por los costados. Jungkook abre la caja y se carcajea al notar de que se trata, luego sostiene entre sus manos al pequeño cachorro, que no deja de lamer su rostro cuando lo acerca lo suficiente para besarle la nariz.
—Es precioso Tae, es realmente una ternura... —confiesa, con su rostro inundado de felicidad.
—Es tuyo, bonito... —indico, sin dejar de notar lo hermoso que se ve cuando deja a relucir su inocencia.
—¡Es Nuestro!. —exclama, frunciendo el ceño por un instante.
—Si, tiene razón. Es nuestro. —afirmó mientras escucho a lo lejos las burlas de Nam y Hoseok.
Jungkook deja al cachorro en el suelo para que éste, comience a correr por todo el departamento, siguiéndolo por todos lados con la mirada fascinada.
Me acerco a su lado minuciosamente, siendo sorprendido cuando me abraza al instante. Luego posa brevemente sus labios sobre los míos para salir en búsqueda del cachorro que acaba de esconderse cerca del árbol.
Tiempo después, cuando finalizan los juegos. El cachorro se queda dormido entre los brazos de Jungkook mientras él formula un pequeño puchero hacia mi. Le indico en un gesto que me siga hasta la habitación de huéspedes y una vez adentro, le enseño una camita que tenía guardada en el armario. La dejo en lugar seguro mientras Jungkook acomoda al cachorro en ella, sin dejar de observar como duerme.
—Parece un bebé y es nuestro. ¿Hay algo más bonito que eso?. —pregunta, soltando un suspiro.
—Tú... —formulan mis labios antes de sentir como su mirada intensa hace temblar todo mi cuerpo.
—Uhm...Tae... —farfulla casi inaudible, conectando su mirada con la mía.
—¿Si? ... —cuestiono cuando estamos lo suficientemente cerca para sentir su agitada respiración.
Sólo es cosa de segundo para que nos enredemos entre besos y caricias. Tan deseoso y reprimido a la vez mientras lo aprisiono contra la pared, atacando el espacio libre de su cuello y sintiendo como jadea en respuesta cuando decido mordisquear su labio inferior.
Rodeo su cintura con mis manos para luego internar una de ellas por debajo de su camisa, generando una mayor fricción cuando nuestros cuerpo entran en contacto directo. Acaricio su muslos y lo levanto de tal modo, que cruza sus piernas por detrás de mi cintura. Gime suavemente, volviéndome mucho más deseoso que antes pero se va todo al carajo cuando decide detenerse.
—No podemos, Sr. Kim. Los invitados están tras esa puerta, esperándonos. —apunta, sonriendo con descaro. —Pero prometo que cuando se vayan, puede hacer lo que quiera conmigo. —coquetea, alzando una ceja.
—Espero que cumplas con lo que dices, porque de lo contrario no respondo por mis actos —le guiño un ojo mientras dejo que apoye sus pies nuevamente en el suelo. Acomodando su ropa de paso para evitar sospechas.
—Claro que cumpliré. —coquetea una vez más, pasando uno de sus dedos sobre sus labios mientras sonrío ante el nuevo y sorpresivo Jungkook, por lejos más descarado y decisivo que antes.
Salimos a tiempo de la habitación, en dirección a donde se encuentran todas aquellas personas que pasaron a un segundo plano, por un momento.
¡Bendito seas, Santa!, seré un mejor niño el próximo año... sorpréndeme.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
