Jeon Jungkook lleva viviendo un año con él amor de su vida Kim Taehyung. Sin embargo, cuando él menor de ellos se ve involucrado en un accidente, ya nada volverá a ser como antes.
¿Podrán superar la cruda realidad? ¿Será verdad que el amor lo puede...
Intenté arrancar los pensamientos que se han apoderado de mi cabeza, luego de toda la mierda lanzada por Jihoon. Y sólo puedo concluir que estoy agotado.
Tengo una maldita punzada que no me ha dejado en paz desde que desperté. Es tan intensa que intento relajarme al aminorar el dolor tras masajear mis coronillas en movimientos circulares pero suaves.
Llevo despierto más de media hora, mientras Taehyung está de medio lado abrazándome con una de sus manos rodeando mi cintura y uno de sus pies enredado entre los míos.
Es nuestro último día y está fatal. El vuelo sale mañana a primera hora y quisiera detener el tiempo. Quedarme entre sus brazos para siempre, es mi cálido lugar en este mezquino mundo.
Taehyung ha comenzado a despertar, lo sé por la forma en la respira. Se vuelve más inestable, más pesada, como si no quisieran abrir los ojos aún, pero lo hace de igual forma.
Besa mi mejilla y susurra palabras de amor en mi oído. Nos quedamos así, unos cuantos minutos, como si nadie más existiese en el mundo. Como dos constelaciones unidas al nacer...
★☆★
Minutos después y sólo tras haber desayunado, salimos rumbo a recorrer algunas de las ferias de artesanía de la zona. De esa forma podemos comprar algunos obsequios para nuestros amigos, como una forma de agradecer todo lo que hicieron por nosotros.
Ya para cuando logramos comprar el último presente. Nos detenemos por algo de comida al paso, en una especie de carrito acogedor a mitad de la calle.
Incluso nos sentamos a comer en el parque aledaño, deleitándonos con la hermosa vista y observando a la gran cantidad de turistas que se han ido aglomerando en el famoso parque de Ecoland.
Hemos tenido días bastantes intensos, pasando por todas las variantes que se puedan imaginar. Y puedo decir con toda claridad que disfruté de cada palabra, cada silencio, miradas y caricias que se dieron aquí pero es lamentable encontrarse con ciertas verdades de las que quise cegarme.
El dolor aún está presente, si bien hay calma entre nosotros, llevo un caos en el interior. Suspiro profundo e intento hacer pequeños trucos de meditación que no pongan en alerta a Taehyung.
Ya no más, no quiero preocuparle.
La tarde es provechosa pero decidimos volver temprano para poder descansar y evitar hacer más pesado el viaje. Ya en la habitación, vemos una película y nos acurrucamos en la cama, riendo de lo absurdo del personaje principal.
Y es que Hugo es tan idiota, que te provoca una mezcla de risas y ternura, muy difíciles de sobrellevar. Por otro lado Carla, es toda una joya madura. Terca, siempre está a la defensiva pero en el fondo sigue siendo vulnerable.
Una pareja perfectamente imperfecta.
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A la mañana siguiente todo es un alboroto. Nos despertamos de golpe tras sentir la alarma a lo lejos en la habitación. A duras penas pudimos levantamos de la cama. Era como si cada cosa que hacíamos era realizada de forma mecánica. Incluso nuestra llegada al aeropuerto lo fue.
El aterrizaje no fue muy diferente, incluso me quedé dormido en el taxi que nos llevó al departamento. No es sólo un agotamiento físico y mental, más bien del alma. La lucha que llevó no es fácil pero tampoco imposible, es cuestión de tiempo como dice el doctor.
Estoy contando las horas para que Jinnie llegue de vuelta con Tannie, lo extraño demasiado. Es el único ser que realmente puede despejar y tranquilizar mi corazón.
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//Nota Antigua//
Ok, déjenme decir algo. El capítulo es de transición para dar paso al último arco. Estoy escribiendo ahora, tengo muchas ideas así que cuando llegue el momento, espero que les guste.
