LMA | VK

Mio part.1

Comienza a contornear mis oblicuos con la punta de sus dedos, hasta llegar un poco más abajo del ombligo. Siendo tan cuidadoso y sutil, que puedo sentir su naciente nerviosismo.

Comienza con pequeñas caricias sobre mi parte viril y por encima de la tela, logrando estremecer mi cuerpo por completo. Sus caricias volviéndose poco a poco más atrevidas mientras aumenta el ritmo considerablemente.

—Jung... Uhmm... basta... —titubeó tras el placer.

Giro de medio lado para observarlo de frente mientras detallo su rostro fino con pinceles imaginarios. Y su extrema sensualidad, apoderándose de cada zona de mi cuerpo.

Reclamó su boca en un beso que va más allá de lo sensual, un deseo que fue arrebatado por meses y que hoy al fin puedo volver a deleitar. Deseoso, desmedido, descontrolado, pasional. Una parsimonia bendita de la cual no hay indicio alguno que me obligue a olvidar.

Un deleite que me lleva a acariciar los rincones más privilegiados de todo su cuerpo. Acarició delicadamente su entrepierna mientras se graba en mi tacto, cada centímetro de su piel.

Continuó trazando hasta llegar a su prominente erección para dejar más que una caricia superficial. Jadea en respuesta al estímulo, arqueándose levemente al contacto cuando sus sentidos se pierden.

—¿Puedo, bebé?. —pregunto, aún con la duda latente por cometer un error.

—Puedes... —murmura, sonando más seguro de lo que me encuentro yo.

Mi mano comenzando a acariciar toda su piel albergada bajo la fina capa de tela mientras hago retiro lentamente de su camiseta, haciendo lo mismo con la mía para terminar por lanzarlas lejos en la habitación.

Apego su cuerpo al mío, afianzando el agarre y generando mayor contacto. Su piel quema envolviendo la mía en una extraña calidez que incrementa aún más, cuando nuestra intimidad termina por rosarse. 

Un gemido ahogado sale de su boca para ser atrapado en mi boca mientras me deleito una vez con su hermosa figura. Mi piel reconoce la suya, pese a que millones de veces creí no volver a hacerla mía, temiendo ser olvidado.

Separo sus piernas con cuidado para posicionarme sobre él. Apartando con la punta de mis dedos los descuidados cabellos, que caen sobre su rostro exótico.

Beso la punta de su nariz tras lograr despejar sus intensos ojos, luego besó su boca para trazar finalmente, su cuello con mis labios.

La fricción haciendo estragos ante la estimulación, mientras me abro paso mordisqueado uno de sus pezones, deleitándose mi oído con un glorioso quejido tras aumentar la fricción.

Decido entonces separarme escasos centímetros, sosteniendo mi peso en uno de mis brazos mientras mi mano libre se filtra por debajo de la tela de su ropa interior para retirarla de un solo movimiento. Dejando su hermosa desnudez al descubierto, luego me acomodó de tal manera que me permita hacer retiro de la mía.

Finalmente toda nuestra piel expuesta ante los ojos del contrario, disfrutando sigilosamente de éste momento que hasta hace unos meses, solía ser utópico.

—¿Estas seguro?. —infiero una vez más, antes de continuar.

—Más que nunca... —musita como una suave melodía erótica.

—Vamos a ...

—Va-vamos a hacer el amor, Tae. Por favor, sólo hazlo... —interrumpe, disipando todas mis dudas.

Comienzo a acomodarme de tal forma que me permita recargarme otra vez sobre su cuerpo. Controlando un nuevo beso con delicadeza y lentitud, quiero que disfrute cada momento, cada sensación nueva, porque a pesar de que ha sido innumerables veces mío, no lo recuerda.