El beso se torna cada vez más intenso, tanto que he termino acostado sobre él. Nuestras respiraciones agitadas, acompañan el ritmo de dos corazones deseosos.
Aquellos besos que nos elevan mucho más allá de lo sensual, lo sentimental. Abandonó sus labios para recorrer su cuello, lamiendo y besando todos los rincones existentes, dejando pequeñas marcas qué tal vez con algo de suerte, logren disimularse.
Suelta un gemido casi silencioso que atrapo en mi boca. Desencadenado por aquella fricción de nuestras partes íntimas, que poco a poco comienzan a hacerse evidente. Recorro entonces, el costado de su cintura por debajo de su camiseta, siguiendo con el torso luego de retirar el cabello de su rostro antes de atrapar sus labios nuevamente.
—Uhmm.... —gime dulcemente sobre mi oído.
Arquea la espalda y me sorprendo aún más. Es increíble como su cuerpo aún responde a mi tacto de la misma forma que lo hacía antes.
Finalmente, hago retiro de mi camiseta para hacer lo mismo con la suya. Y lo veo, aprisionado bajo mi cuerpo y con la misma expresión de temor que hace años atrás, aquella que sólo significa hacer el amor por primera vez.
La misma escena con personalidades diferentes, dos adolescentes que ahora se han convertido en adultos. Dos hombres que se conocen muy bien pero que se han vuelto extraños y la misma cama en donde fueron uno y que ahora, los vuelve a unir.
Pero el balde de agua fría no tarda en hacerse presente. Y es qué hay que aprender a ser justo, no sólo con él más bien lo digo a modo personal.
No voy a negar las inmensas ganas que tengo de hacerlo mío otra vez, pero ¿A costa de qué?. Dar un paso en falso ahora que todo va mejor, sería retroceder mil y yo sinceramente, dudo que pueda soportar volver a comenzar.
Si soy consciente de algo, es que en algún rincón de su corazón aloja sentimientos por mi pero también sé que él no debe tener claridad de que tratan. Las cosas con apuro nunca resultan bien y aprovecharme de un momento de debilidad agravaría más la falta.
Tener sexo es muy diferente a hacer el amor, se siente y se vive de maneras distintas. Si bien su cuerpo reacciona y reclama el mío, hacerlo sólo provocaría mi arrepentimiento después y no estoy dispuesto cargar, con ese tipo de culpa sobre mi espalda.
Sólo quiero que sus ojos me miren otra vez con ese brillo especial, reflejarme en ellos. Aunque no recuerde jamás, pero al menos sí se vuelve a enamorar de mi, entonces habrá valido la pena luchar.
Amar y ser amado, no importa partir todo de cero, ni el esfuerzo implicado.
—T-tae ¿Qué sucede?, ¿Por qué te detienes?. —pregunta, sin poder evitar el tartamudeo en su voz.
—Bebé yo... nosotros... necesitamos más tiempo para esto ¿Si?. Mejor ven acá... —me acomodo boca arriba a su lado, dando golpecitos para que se acomode.
Se apega sin reclamo alguno porque a pesar de todo, entiende sin necesidad de que le explique más allá. Me abraza fuertemente mientras acomoda todo su rostro sobre mi pecho, permitiéndome depositar un beso sobre su cabellera, para luego cubrirnos con las sábanas.
—Nadie nos apura, todo a su tiempo... —le susurro, comenzando a acariciar su espalda.
Una sonrisa se dibuja en su rostro, de esas que llenan mi corazón.
—Te amo tanto, bebé. —musito bajito. —Que espero que nunca se te olvide, que jamás te obligaré a hacer algo que no quieras ¿Bien?. —asiente y se aferra mas a mi cuerpo y yo, hago lo mismo con el suyo.
Mañana será por lejos un mejor día, mucho más especial que cualquier otro porque simplemente, hemos avanzado. Poco, pero lo hemos hecho.
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LMA | VK
FanfictionJeon Jungkook lleva viviendo un año con él amor de su vida Kim Taehyung. Sin embargo, cuando él menor de ellos se ve involucrado en un accidente, ya nada volverá a ser como antes. ¿Podrán superar la cruda realidad? ¿Será verdad que el amor lo puede...