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Despertar

—¿Qué Jungkook despertó anoche y me lo estás diciendo ahora? ¿Cómo es que a nadie se le ocurrió avísame?. —cuestiono, maldiciendo por todo el lugar.

—Estábamos todos preocupados, no sólo por él si no también por ti. La madre de Jungkookie me rogó que no te contara para que descansaras, así que esperé a que te despertarás para hacerlo, hijo.

—Pero mamá... no debiste. —recrimino, haciendo un berrinche cual niño pequeño. —De todas formas ya da igual, Seokjin debe de estar por llegar y sólo falta que Yoongi termine de vestirse, por cierto ¿Le pasaste algo de ropa?.

—Claro que si, tomé una camiseta, unas calcetas y ropa interior tuya. Yonnie me ha dicho que prefiere usar el mismo jeans, ya que los tuyos le quedan mas grande de piernas. —señala, carcajeándose de paso.

A los lejos, se escuchan golpecitos en la puerta, anunciando que Seokjin ha llegado e interrumpiendo de plano las risotadas de mamá.

—Soy yo, Taehyung. —alzando la voz desde el otro lado.

No tardo en abrir, saludando a Seokjin de inmediato para luego salir rumbo al estacionamiento, me subo de copiloto mientras Min y mamá se van en la parte trasera. Una vez listos, salimos rumbo al hospital.

Al llegar, tardamos algunos minutos en aparcar y cuando al fin lo hacemos, procedemos a bajamos del vehículo para caminar hasta el interior del lugar. Nos subimos al ascensor para acceder más rápido a la planta del quinto piso, en donde se encuentran los padres de Jungkook. A éstas alturas, siento que tengo el corazón casi en la mano, como si estuviese a punto de estallar por la ansiedad.

A duras penas logro divisar al Sr. Jeon, que gracias a su estatura, facilita el encuentro. Acercándonos para quedar frente a ellos.

—Cariño, no nos dejan pasar aún. Dicen que están revisando algunos exámenes y hablando con él, para verificar el nivel del daño que pudo causar el accidente.

—En otras palabras, sólo tenemos que seguir esperando un poco más. —suelto un suspiro, que más parece un lamento que otra cosa.

—¿Qué tal si comen algo mientras?. —agrega, intentando sonreír a medias.

—Ya hemos comido algo en casa. —respondo amablemente.

—¿Un café, entonces? ¿Les parece?... —insiste la mujer, dejando a relucir su notoria preocupación.

Quisiera tener la fuerza suficiente para rechazar su invitación pero no quiero darle más negativas, he llegado casi a mi límite, así que término por aceptar su ofrecimiento finalmente. Mientras tanto Yoongi y mamá, la acompañan hasta la pequeña cafetería del hospital.

Él Sr. Jeon que se ha quedado a mi en completo silencio, deposita su brazo por encima de mis hombros para que en rápido movimiento, termine con mi cuerpo pegado de costado al suyo.

—¿Has dormido algo, muchacho? —pregunta expectante.

—A ratos, la verdad... —respondo, mirándolo de reojo.

—Sabes que estoy aquí ¿Cierto?. No estás solo Taehyung, debes tenerlo claro. Nosotros somos tu familia también. —asegura con certeza.

—Tengo eso bastante claro, créame. Sólo que aún no sé como canalizar todo, es demasiado complejo. Creo que es cuestión de tiempo...

—Puede que haya algo de razón en eso pero sabes, mi hijo saldrá de esto, te lo  aseguro. —sonríe, optimista.

Un carraspeo de garganta termina por interrumpir nuestra conversación.

Es la Sra. Jeon, quien se está riendo por primera vez desde que estamos aquí. —No siempre se puede ver a tu marido siendo cariñoso con su yerno. —comenta, pero no necesito que lo haga porque también es extraño para mi, es una escena digna de retratar sobre todo cuando él Sr. Jeon, se caracteriza por demostrar muy poco sus emociones y afectos.

De pronto la puerta de la habitación se abre captando nuestra atención, para permitirnos divisar al doctor, quien al vernos camina hasta quedar frente a nosotros.

—Buenos días a todos, ya tenemos el primer diagnóstico del paciente tras la operación. —profiere.