Jeon Jungkook lleva viviendo un año con él amor de su vida Kim Taehyung. Sin embargo, cuando él menor de ellos se ve involucrado en un accidente, ya nada volverá a ser como antes.
¿Podrán superar la cruda realidad? ¿Será verdad que el amor lo puede...
Se detiene observarme, repasándome el torso con una de sus manos libres, inclinándose de tal forma para quedar a pocos centímetros de mi rostro. —Bésame... —susurra exigente, con la respiración agitada.
No tardando en caer bajo todos sus encantos. Entonces, posiciono la palma de mi mano tras su cuello para poder acercarlo lo suficiente, hasta que nuestros labios entren en un primer contacto.
Es un beso extraño, íntimo y pasional pero con aires de enfado. Demandante de afecto, necesitado, lujuriosamente perfecto.
Tengo claro que no es un beso lo que necesito, más bien es la necesidad por sentirme querido y no por cualquiera, si no que por él.
Desliza sus manos nuevamente por mi torso pero ésta vez, lo hace por debajo de mi camisa. Levantándola hasta hacer su retiro por completo.
—E-eres tan guapo...ahora lo entiendo todo. —señala atropellándose con las palabras, repasando mi cuerpo sin dejar de aprisionar su labio inferior entre sus dientes.
Vuelve a besarme otra vez, pero ahora sus manos se ubican por encima de mi pantalón, trazando un camino con sus dedos hasta posarse a la altura de mi parte viril y entonces, con una fuerza mental sobrenatural, lo detengo.
Aparto sus manos con delicadeza para luego, cambiar de posición y dejarlo sentado sobre el colchón mientras me ubico a su lado. Vistiéndome con la misma camiseta que antes había sido despojada.
Tengo claro que mi arrepentimiento vendrá después, pero sé que de haber llegado más lejos, sería el doble. Y no estoy dispuesto a cargar con eso.
Jamás me aprovecharía de Jungkook estando en ese estado, y no lo digo sólo por su memoria también debido a su estado alcoholizado. No es justo para ninguno de los dos.
Está frente a mi, observándome con el rostro repleto de furia. Pero como buen niño mimando, termina acurrucándose en la cama. Reclamando en tono bajito hasta que al fin, se queda dormido.
Lo arropo con cuidado, depositando un suave beso sobre su frente.
Sí, todo es bastante frustrante pero es lo mejor. Debo ser paciente y encontrar los momentos ideales para hacer las cosas, no por apuro porque a la larga resulta peor.
Dejo la habitación minutos después, tras verificar que está completamente dormido. Reincorporándome otra vez con el resto de chicos, quienes ya se encuentran en un estado deprimente por el alcohol.
Una hora más tarde, se han ido todos a dormir separándose en grupo. Nam, Hoseok y Min fueron los primeros en irse tras llegar el primer taxi. Luego fue el turno de Jin y Jimin. Si algo que puedo destacar de los chicos, es la responsabilidad que tienen con sus vidas. "Borrachos pero seguros", suele recalcar Jimin.
Finalmente, termino de asear cuando todos se han ido. Terminando agotado y con una pesadez en el cuerpo, que sólo puede resolver un poco de sueño. No obstante, una vez acostado me es imposible no dejar de pensar en todo lo sucedido ésta noche. Anhelado que en un futuro, puedan hacerse realidad.
★☆★
Al siguiente día y luego de despertar pasada las once de la mañana. Me dispongo a cocinar algo para comer mientras Jungkook aún no se levanta. Incluso, me he dado tiempo para un baño.
Minutos después, camino en dirección hacia la habitación de Jungkook para levantarlo, tocando un par de veces la puerta antes de girar por completo la manilla.
—Jungkook, el almuerzo está listo. —le indico mientras me acerco hasta tomar asiento a su costado e inmediatamente reacciona, alejándose poco a poco aún manteniendo todo su cuerpo cubierto.
—No tengo hambre y me duele mucho la cabeza... —murmura por debajo de las sábanas.
—Pero he cocinado yo... —señalo, intentando captar su atención.
—Porque me haces la vida tan difícil... —reclama en una rabieta mientras se despoja de las sábanas, hasta tomar asiento en la cama.
—¿Recuerdas algo de anoche?. —inquiero, sin mayores rodeos.
—¿Anoche?. —cuestiona, con gran curiosidad.
Su rostro en sorpresa se impregna de duda mientras busca respuestas. Sus mejillas lentamente coloreándose de un tono más rosa para luego esconder su rostro al mirar la pared. —No sé de que hablas, y-yo no, bueno... creo que estuve jugando eso que inventó Jimin-hyung y luego... es confuso. —indica casi a regañadientes pero totalmente apenado.
¡Bien!, lo he pillado.
Se acuerda de todo perfectamente, soy consciente por la forma en la cual está actuando pero por ahora, no entraré en mayores detalles ni lo presionaré. No quiero que se sienta incómodo con mi presencia tras lo sucedido.
—¡Vamos!, tienes que comer. Además tienes que bañarte para que tu cuerpo se reponga por el trasnoche y todo lo demás. Te recuerdo que hoy tenemos una cita... —indico, para cambiar de tema y disipar la atmósfera que se estaba creando.
Le doy unas palmaditas en la espalda animándolo para luego abandonar la habitación e ir a preparar la mesa para el almuerzo.
Sin duda será una mañana lenta...
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Estoy in luv. Pasarán el Burn the Stage en los cines de mi país (Chile) 💜
