CONVIVIENDO CON UN CRIMINAL [Michael Jackson] -PRIMERA TEMPORADA-

Cap 1.

Me encontraba en mi cama. Era de noche, justo las 03:33. Llovía. Estaba leyendo. Estaba despierta a causa de que escuchaba ruidos extraños en mi casa. Las puertas del garaje y el baño chirriaban, los platos rozaban, como si alguien estuviera ordenándolos. En ese momento pensé que era la lluvia, chocando con las ventanas y haciéndome pensar que estaba con alguien.
Eso dejé de pensarlo cuando se escucharon voces, como alguien riendo.
Dejé el libro hacia un lado y me levanté. Mi piel estaba erizada y mi corazón latía con fuerza.

--¿Hay alguien ahí?--Pregunté muy asustada por la posible respuesta.

--Sí... Blue Gangsta.--Susurró una voz fuera del cuarto.

Me quedé pensando qué hacer, hasta que decidí coger un cuchillo que guardaba en mi cajón para estos casos.

Abrí la puerta.

Me encontré con un hombre, con un traje blanco y negro (Como en Dangerous) apuntándome con una escopeta.

--¿Qué quiere? ¿Quién es usted?-- Pregunté tiritando al ver el arma que él traía.

--No te incumbe. Será mejor que bajes ese cuchillo.--Respondió con una voz gruesa y fuerte.

--Y usted que baje esa pistola.--Me gustaba ponerme al nivel de las personas. Así era difícil que se metieran conmigo. Pero, este hombre sabía como responder en cada caso.

--Eso me suena a reto... ¿Qué tal si jugamos a un juego? Yo te disparo y tu mueres.

--Bien, bajaré el cuchillo.-- Dejé mi arma en el suelo.

--Buena niña. Ahora siéntate en tu mugrosa cama.

Estaba pensando en escapar; pero, él me dispararía, así que no tuve mas remedio que realizar sus órdenes. Me senté en la cama sin dejar de observarlo. Por fuera estaba asustada; pero, por dentro estaba ansiosa a que se disparara a sí mismo.

--Pareces una niña muy buena, chiquilla.-- Me cogió de la blusa para que me parara de la cama.

--¿Qué va a hacerme? ¿Va a matarme?--Pregunté segura.

--No lo sé. Eso lo decidirás tú y tu comportamiento.-- Dejó la escopeta sobre una mesa. Luego, me miró de arriba a abajo acariciando su labio inferior.

--¿Qué?--Cuestioné sin saber qué estaba mirando.

--¿Qué de qué?--Preguntó perdido en mis pechos.

--¿Por qué me mira tanto?

--¿Y por qué no hacerlo? Eres muy bonita, chiquilla. Y tienes un cuerpo que --silvó-- Así que, así menos te dejaré en paz.--Sonrió.

Bostecé. Me tapé la boca,

--Mala suerte. No vas a dormir hoy.

--Bien. Usted no va a evitar eso.

Apagué la luz. Así, hice que toda la habitación quedara a oscuras. Aproveché para andar despacio y sigilosamente hacia la puerta.

Él sonrió desafiante. Encendió la luz, me cogió rápido de las manos formando una cadena de la que no me podía soltar.

--Te dije que conmigo NO SE JUEGA.--Gritó.

--Ufff... Sí, sí. Ya sé lo que dijo. Oye, ¿no puede ir a molestar a otra? Necesito dormir. ¡Mañana tengo la puta escuela!--Le grité en el mismo tono que él.

--¿Crees que... Te voy a hacer caso? No, mi vida. Estas equivocada.--Sonrió.

--Al menos déjeme dormir. Puede estar en la casa si quiere; pero, se lo pido por favor.

--¿Qué parte del NO, no entendiste?--Preguntó cansado de mi insistencia.

Suspiré.

--Entonces, ¿me va a tener así toda la vida o qué?--Me crucé de brazos.

--Eso lo sabe el tiempo.

Miré mi teléfono. Estaba demasiado lejos como para alcanzarlo yo misma.

--Oiga y...¿Si hacemos un trato? Yo hago algo que usted me mande y me deja dormir.

--De todas formas te iba a mandar.--sonrió pícaro.

--Entonces...¿trato hecho?--Cuestioné.

--No.

Me maldije en voz baja. Después, tomó mi celular.

--Vamos a ver qué hay en este aparato.--Dijo encendiéndolo.

--Me da igual. Ábralo, tiene contraseña...--Dije sin darle importancia.

--Rápido, dímela.

--Adivínela.

Hizo unos movimientos raros en la pantalla y consiguió desbloquearlo.

--Ya está.--Dijo orgulloso.

--¡¿Qué?! ¡Démelo! Bueno... Quédeselo.-- Otra oportunidad para escapar se ponía en mis manos.

Me fui sigilosamente mientras él miraba el celular.

--Ay, ¿a dónde?--Cuestionó antes de cogerme de la blusa y sentarme en la cama.--Me pides a gritos que te amarre a una superficie.

--Ajj. Llévese algo, matéme. ¡Haga algo!--Le pedí.

--Creo que sí te voy a atar.

--No.--Negué segura.

--¿Sonó como pregunta? Oh, lo siento. (Nótese el sarcasmo). Te lo estaba diciendo.

--No, señor. Por favor, no lo haga.

--Mira, puedo hacer lo que se me venga en gana, ¿bueno? Y... No nos hemos presentado.--Me estrechó la mano.--Blue Gangsta.

La tomé, solo por cortesía.

--Miriam.--Me presenté.

--Hermoso nombre.--Sonrió para después soltar nuestras manos.

--Gracias.

--Sí, bueno mira... Te dejaré el permiso de dormir.--Dijo mascando chicle.

--Genial. Gracias.--Dije sin sonreír. Me tumbé rápido en la cama y apagué la luz.

--Pero, conmigo.--Dijo en medio de la oscuridad.

--Ajj... Bien...

Escuché que se quitaba la camisa y, luego, se metía en la cama. Yo me puse muy cerca de la esquina para no hacer contacto con él. Maldito criminal extraño...