Cap 20

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Narra Prince
Acababa de despertarme en la cama de mis padres. Froté mis párpados con mis puños y entonces los escuché discutir.

--¡Estoy harta de ti!--Gritó mamá.

--¡¿Qué pasa, eh?! ¡¿Tienes algún problema?!--Siguió Michael.-- ¡Si te molesta algo puedes decírmelo a la cara!

--¡Eres un imbécil! ¡Menos mal que no decidí casarme contigo!

--¡Te recuerdo que ayer estuviste gimiendo toda la puta noche mi nombre!

Eso me dejó pensando bastante tiempo. ¿Gemir?

--¡Me estabas masturbando! ¡¿Qué querías que hiciera?! ¡¿Llamar a los bomberos?!--Seguía mi madre.

Se notaba que estaban enojados, pero yo no sabía por qué. Decidí bajar de la cama, sin dejar de escuchar la discusión de mis padres.

--¡¿Qué intentas decirme?!--Gritó papá.-- ¿Ya no me amas? ¡¿Es eso?!

--¡Podemos volver a nuestra relación anterior! ¿Recuerdas? ¡Cuando tú decías "te amo" y yo contestaba "te odio"!

Escuché un cristal romperse fuertemente. Bajé las escaleras rápidamente y me escondí tras una pared. Vi la ventana rota. Mi padre tenía a mi madre acorralada en la pared.

--Puedes amenazarme con lo que quieras, puedes pegarme en donde quieras, puedes darme bofetadas, pero nunca, ¡¿entendiste?! ¡Nunca me separaré de ti! ¡Sabes lo que pasó la última vez!

--No debería haberme acostado contigo...--Susurró mi madre mirando hacia un lado con los ojos rojos e hinchados.

--¿Qué dijiste?--Preguntó él con la voz muy grave y enojado, moviendo la cabeza de mamá por el mentón para que le mirara.

--¡Nunca debería haberme acostado contigo! ¡Debería haberte asesinado!

Narra Miriam
--¡¿Crees que me asustas?! ¡¿Te crees que por decir eso no sé que me amas?!

--¡No te amo!--Mentí.

--¿Y qué hay de cuando me pides besos? ¡De cuando me pides más!

--¡Lo hago porque... Porque siento placer! ¡Ya está!

--¡¡Admite de una puta vez que me amas!!--Gritó tomándome fuertemente de las mueñcas.

--¡Te odio!--Le di una patada en la entrepierna.

Narra Prince
Al ver eso, me estremecí. Suspiré algo asustado. Vi que papá se separaba de mamá para cubrirse mientras hacía una mueca de dolor.

--Me las pagarás...--Dijo entre dientes. Me miró.--Ve al cuarto, Prince.--Su voz era entrecortada.

--¿Qué pasa, mamá?--Pregunté asustado ignorando la orden.

--A mamá no le pasa nada. Hablaremos ahora, Prince. Vamos, sube, por favor.--Pidió él.

Bufé y subí las escaleras.

--Ese es mi chico.--Escuché a mi padre.

Narra Miriam
--Tengo que hacer el desayuno.--Informé seca.

--No te vas de aquí.--Me tomó de la muñeca y me pegó a él.--Dime que me amas.

--¡Suéltame!--Traté de safarme.

Me bajó los jeans junto con mis bragas y masajeó mi feminidad con una mano.

--Dilo.--Insistió.

--Mm... Michael, no...--Cerré los ojos.

--Di que me amas como yo a ti...--Susurró en mi oído. Comenzó a masajear mas fuerte, metiendo un dedo dentro de mí.

--Ahh...--Gemí.

--Vamos.--Gruñó. Movió su dedo mucho mas rápido. Después, metió dos más.--¡Dilo!

--¡Michael!...--Gemí.

Fue mas rápido. Yo seguía gimiendo como loca.

Cuando me corrí, sacó sus dedos. Me ayudo a subirme los jeans.

--Ya lo dirás.--Dijo.

--Sigue sonando.--Le miré mal.

A la noche...
Michael subió hacia nuestro cuarto. Eran las 12:06 am. Yo estaba tumbada en la cama, con la luz apagada.

Él se sentó a mi lado y prendió su lámpara. Le miré. Tenía un vaso en una mano. Estaba lleno de agua y con un color algo blanco. Otra vez esas malditas pastillas para dormir...

--¿Acostaste a Prince?--Susurré con voz cansada.

--Sí, pequeña.--Sin mirarme. Se bebió toda el agua y dejó el vaso sobre la mesa. Se inclinó hacia alante haciendo una mueca de dolor.--Mm... Dios, me siento muy mal...--Acarició su estómago.

--Cariño, ¿estás bien?--Le miré preocupada.

--No...--Dijo con la voz entrecortada. Cerró los ojos y cayó a la cama como una pluma.

--Michael, deja de hacer el idiota.--Susurré.--¿Michael?--Le moví un poco. Le miré el pulso... No tenía.--¡Michael! ¡No, no, no! ¡Dios, mi amor! ¡Cariño, no!--Lágrimas comenzaron a salir de mis ojos.--Te amo, Michael... Eres mi vida...--Susurré mirándole y acariciando su mejilla. Una lágrima cayó justo sobre su piel, recorriendo todo su cachete y acabando en su cuello.

--Te dije que lo dirías.--Sonrió. Abrió los ojos.

--¡Eres un idiota! ¡Hipócrita! ¡Maldito!--Tomé la almohada y le di con ella.--¡Eres un imbécil!

--Ey, au, tranquila... ¡Ay!--Comenzó a quejarse.

--¡Michael! ¡Eres idiota!--Repetí lanzando la almohada a su sitio.

--Bésame.--Ordenó.

--Te va a besar el perro.--Me tumbé en la cama y le di la espalda.

Cerré los ojos y, de repente, sentí que acariciaba mi feminidad.

--Michael...--Susurré molesta.--Ni se te...--Metió dos dedos dentro de mí.--OCURRA!--Grité.

--Vamos, gime.

--No! Ahh... Mmm... Siii... Máááás... Michael, sii...--Moví mis caderas de arriba abajo.

--Bésame.--Ordenó de nuevo.

Hice que sus dedos salieran de mí, me senté sobre él y le besé.

CONVIVIENDO CON UN CRIMINAL [Michael Jackson] -PRIMERA TEMPORADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora