CONVIVIENDO CON UN CRIMINAL [Michael Jackson] -PRIMERA TEMPORADA-

Cap 15

FELIZ NAVIDAD!!!💓💓💓
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--Maratón 1--

(Faltan 2)

...
Cuando volví del súper mercado, abrí la puerta como pude y grité:

--¡Amor! ¡Ayúdame, plis!--Pedí cerrando la puerta con el pie.

Michael caminó hacia mí y cogió todas las bolsas, dejándome a mí sin ningún peso, algo que me pareció bastante increíble, pues las bolsas pesaban muchos kilos y él las tomó como si fueran plumas. Las dejó delicadamente sobre la mesa de la cocina. Yo le seguí y, entre él y yo, comenzamos a sacar la comida de las bolsas.

--¿Cómo te fue?--Preguntó cuando yo estaba guardando la comida en el refrigerador.

--Ah, sí, muy bien... Mucha gente... Pero, por lo demás, bien.--Respondí siguiendo ordenando sin mirarle.--¡Prince, cariño! ¡Ven!--Le llamé.

Él vino corriendo. Se acercó a mí y sonrió con su hermosa sonrisa.

--Mande.--Contestó alegre.

--Te traje un regalito.--Sonreí acercándome a las bolsas.

--¿En serio? ¡Dámelo, dámelo!--Se emocionó.

Saqué un paquete envuelto con papel decorado de una bolsa y se lo di.

--¡Gracias!--Agradeció para después darme un abrazo y correr al salón desesperado por abrirlo. Yo reí por eso. Michael me tomó de la cintura y me puso contra la pared. Sus manos estaban apoyadas al lado de mi cabeza. Su rostro estaba bastante cerca de mí.

--¿A mí no me has traído nada?--Levantó una ceja mientras sonreía malvadamente.

--No... Tú has sido muy malo.--Sonreí malvadamente, también.

--¡Ja! ¡Gran mentira! ¿Qué hice?--Preguntó acercándo sus labios más a los míos. Eso me impedió hablar. Hasta que, cuando me fue posible, le dije.

--Por no darme tu chicle.--Respondí nerviosa.

--Tengo otro... Lo quieres, ¿eh?--Preguntó.

Asentí con la cabeza. Le tomé de las mejillas y choqué mis labios con los suyos. Los separé y tomé su labio inferior, mientras él, el mío superior. Acaricié su cabello y, luego, bajé mis manos hasta su camisa y la abrí. La lancé a algún lugar del lugar y acaricié su abdomen. Michael me quitó mi jerséi y acarició mi cintura con sus manos cálidas. Me apegó más a él y sentí su miembro despertar y chocar contra mi cuerpo. Luego, Prince vino.

--Mamá...--Me llamó. Michael se separó rápido de mí.--¿Qué están haciendo?--Preguntó inocentemente.

--Emm... Estaba... Viendo si... Tu madre tenía algo en el ojo.--Mintió Michael. Y... Teníamos mucho calor... Así que...

--Ahh...--Dijo Prince.--Mami, necesito que me ayudes a montar la carretera.

--Vale, mi amor. --Sonreí.--Michael, ¿me pasas mi jerséi, plis?--Pedí señalándolo.

--Claro...--Se agachó y lo tomó.

--Prince, ¿me esperas en el salón?--Le cuestione con dulzura. Él asintió y fue al salón. Michael me puso el jerséi, acariciando mi cuerpo.--Mike, me haces cosquillas.--Reí.

--¿Dónde? ¿Aquí?--Pasó sus dedos por mi cintura.

--Para...--Reí de nuevo.

--Pero si yo no te estoy haciendo nada.--Mintió volviendo a hacerme cosquillas. Volví a reír mas seguidamente.

--¡Mike!--Reí.--¡Para, por favor!

--Okay, okay.--Sonrió y se acercó a mi oído.--Esto no termina aquí. El monstruo de las cosquillas te visitará esta noche.

--Vale.--Reí.

...

A la tarde, me encontraba sentada en una camilla, frente a la piscina. Prince estaba durmiendo la siesta en la casa. En un momento, levanté la mirada y vi que Michael estaba besándose con una chica de vestido negro, buen cuerpo, cabello castaño y piel blanca. Aquello me dolió bastante. Una lágrima salió de mi ojo. Me paré del asiento rápido y corrí a meterme a la mansión. Fui a mi cuarto, cerré la puerta provocando un gran portazo y me apoye en ella, para acabar llorando.

*-Narra Michael-*

Me separé rápidamente de Lisa.

--¡¿Qué mierda haces?!--Pregunté enojado.--¡Escucha tengo familia, y lo sabes!

--Vamos, si tú mismo me dijiste que la zorra con la que estabas no se quería casar contigo.--Me contestó sonriendo malvadamente.

La tomé de las muñecas fuertemente y la miré a los ojos, con el fuego recorriendo por mis venas.

--Vuelves a llamarla así y no sabes qué hago, Lisa.--La amenacé.

--Bueno, ve y anda hacia tu mujercita. Parece que le afectó mucho vernos besándonos.--Dijo sonriendo. La solté, con un pequeño pinchazo en el corazón. Corrí como pude hasta dentro de la casa y, cuando me paré dentro, grité su nombre a todo pulmón.

--¡MIRIAM!--Subí las escaleras rápidamente. Vi que la puerta donde ella y yo dormimos estaba cerrada. Dentro se escuchaban algunos sollozos. Toqué la puerta suavemente.--Amor, ¿estás ahí?--No escuché nada. Volví a tocar.--¿Miriam?

--Déjame...--Respondió tras la puerta.

--Ábreme la puerta, por favor. Déjame explicarte lo que sucedió.--Dije con la voz entrecortada, al borde de las lágrimas.

Comprobé que el manillar de la puerta se giraba. La puerta se abrió, dejándome verla, con la cabeza agachada y el rímel por las mejillas. Era obvio que había llorado.

--Vete.--Ordenó con poca voz.

--Por favor, déjame explicarte...--Le pedí desesperado.

--No. ¿Me vas a explicar cómo la besabas?--Preguntó casi enojada, mirándome a los ojos.

--Nena, basta, por favor.--Dije triste.

--¿Nena?--Repitió.--¡¿Qué parte de que te vayas no has entendido?! No quiero que hagas daño a Prince, Michael. Estas tonterías que haces. Si tan solo no me amas, vete con ella. Seguro ella te hará más feliz.--La última frase la dijo mientras caminaba hacia mí, moviéndose para no chocar conmigo. Antes de que se marchara, la tomé del brazo.

--Eso no es así. La única que amo eres tú.--Le dije diciendolo con todos mis sentimientos. Si la perdía no sé qué iba a hacer. Ella se soltó y me miró casi con asco.

--Michael, vete. Ahora.--Después de ordenarme eso, bajó las escaleras hacia la cocina. Allí preparó la merienda de Prince. Yo la seguí. Si quería tenerla conmigo, tenía que luchar por ella...

Continuará...