CONVIVIENDO CON UN CRIMINAL [Michael Jackson] -PRIMERA TEMPORADA-

Cap 8

Abrió los ojos como platos.

--¡¿QUE?!-Preguntó gritando.

--Shh. --Tapé su boca.--Tuvimos sexo sin protección.--Le recordé en susurro.

--Dame un segundo.--Pidió antes de levantarse del asiento y salir del restaurante. Le vi por el cristal; aunque, él no se daba cuenta. Comenzó a saltar y a gritar; pero, no podía oír lo que decía.

*-Narra Michael-*

--¡SII! ¡JODER, LO LOGRÉ! ¡SIIIIII!--Yo saltaba como un idiota; pero... Es mi hijo... Mi niño... Y de la persona a la que mas amo, Miriam.--¡VOY A SER PAPÁ!

Volví, como si nada hubiera pasado. Me senté delante de ella. Estaba como... Pensativa.

--Listo.--Dije. Luego, ella levantó la vista. Parecía estar un poco triste.--¿Qué pasa? ¿No estás feliz?--Cuestioné sin apartar mi vista de sus ojos negros.

--Sí, claro; pero... Aún tengo estudios por delante.--Me informó.

Reí.

--Tú no estás sola... Aquí yo, voy a ser un padre responsable. Tú termina tus estudios, yo os cuidaré, al bebé y a ti. No te preocupes.

--Gracias.--Sonrió. Su sonrisa me hace ver el cielo.--Eres un amor.--Acarició mi mentón.

--No tienes nada que agradecer, hermosa. Es mi hijo... O hija. Es mi deber cuidarlos.

--Sí...Bueno, entonces ¿no estás enojado?--Cuestionó haciendo una mueca.

--¿Qué mierda? ¿Cómo voy a estar enojado? Soy la persona más jodidamente feliz de este planeta. Es la mejor noticia que he recibido en años.--Le dije. Ella rió.

--Bueno, tengo que irme a casa, a hacerme una revisión de embarazo.--Se levantó. Estaba confundido. ¿Revisión? ¿No lo tenía claro?

--¿Cómo así?--Me levanté también.--¿No estás segura?

--No; pero, ya sabes... Los síntomas... No tengo el periodo--Esto lo decía bastante nerviosa, ya que, el periodo es algo que las mujeres evitan decir... No les gusta demasiado hablar de ello; pero, conmigo puede tener la confianza que quiera. Metí mis manos en los bolsillos de mi chaqueta y la escuché con atención, asintiendo cada vez que acababa de explicarme sus síntomas.--Mi cuerpo me pesa más, mis...--Se aclaró la garganta.--Pechos están mas grandes, ya sabes.

--Sí... Yo te llevaré a casa.

--No te preocupes, puedo ir sola.--Me cogió de la mano.--Vamos un segundo afuera.

Salimos del restaurante. Ella se paró frente a mí. Me jaló de la corbata hacia ella y me dio un beso en los labios, con lengua. Sentí que metía algo en el bolsillo de mi chaqueta. Yo acariciaba su mejilla; hasta que, el beso terminó.
Sonreí atontado. Ella se fue. Luego, reaccioné y saqué lo que me había metido. Era un papel. Lo abrí y unas letras hermosas azules claritas se presentaban frente a mis ojos.

Querido Michael:

Eres un tonto... Pero, te amo, y esta vez es de verdad. Mañana ven sin camisa a mi casa, plis. Tengo algo preparado.

Un besito

Miriam.

Sonreí enamorado y suspiré.