Cap 9

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--¿Qué ocurre?--Preguntó Michael.

--Nada...--Mentí.

--¡Dímelo, Miriam!--Casi gritó. Me volteé y le miré a los ojos.

--¿Alguna vez has violado a alguna niña?--Me informé, seria.

--¿Qué... Qué dices?--Preguntó. Se le notaba nervioso.

--Lo que oyes.

--Miriam...

Le interrumpí.

--Dime, Michael.

Puso la palma de su mano en su frente y suspiró.

--Michael...--Susurré sin creerme que hubiera hecho eso. Lágrimas salieron de mis ojos.

--¡Joder! ¡Sí, Miriam! ¡Lo hice!--Golpeó un mueble, enojado.

--Esa... Niña...¿sabías quien era?--Pregunté limpiándole las lágrimas.

--No, Miriam. Sólo me mandaron a violarla. Jamás la volví a ver.

--Era... Yo.--Me limité a decir.

--¿Q-qué?--Se asustó.

--¡Sí! ¡Era yo! ¡Recuerdo perfectamente lo que hiciste! ¡Entraste en mi casa y mataste a mis padres!--Grité llorando.

--¡No, no Miriam! Mierda...--Dijo.

--Sí, fuiste tú.--Dije seria. Podría matarle con la mirada.

--¡Miriam Rodríguez! ¿Cómo no te conocí?--Cambió de tema.

--Yo tampoco te reconocí...--Me acerqué a él.--Y da gracias a que no lo hice, porque ahora estarías más que muerto.

--Miriam... Discúlpame, por favor...--Pidió, con lágrimas en sus ojos.

--No. Hiciste dos cosas sin pensar en las consecuencias. ¡Estuve toda mi puta infancia sola! ¡Preguntando por mi madre, llamándola y rogando que volviera!--Grité de nuevo... Necesitaba desahogarme.

Entonces, él puso sus manos en la frente y gritó:

--¡CÁLLATE!

Seguí llorando aún mas en silencio.

--Vete.--Dije con voz amenazante. Caminé y me moví para no chocar con él. Michael estaba rojo de la furia consigo mismo.
Me senté en el sofá de mi salón y lloré en silencio. Él se fue de la casa sin decir ni una sola palabra. Aporreó la puerta al salir.

--No puedo hacerlo...--Susurré para mí misma.

Al día siguiente, fui al médico a abortar. Lo hice (lo siento, chicas. Pero ella estaba muy mal en ese momento). Mi vida ya era una mierda... Con el simple hecho de abortar... No podía ni pensarlo... Entonces, para estar más tranquila y relajarme más, fui a una peluquería. Allí al menos me masajearían la cabeza para poder relajarme. Pedí que me cortaran el pelo hasta los hombros, luego me lo alisaron y me cortaron mucho volumen. Ahora mi melo era casi como una hoja de papel. Era muy fino. También pedí que me lo tiñieran a marrón. Hicieron que las puntas de mi cabello fueran rubias, como pedí. Al final, salí perfecta. Me encantaba mi nuevo estilo. Después, fui a comprarme ropa y volí a casa, en taxi. Mi tripa rugió; así que, le pedí al taxista que parara en el bar más cercano. Me paró allí. Entré exactamente en el bar en el que estaba Michael. Se encontraba ebrio y fumando, sentado en una de las sillas. Pedí una botella de agua helada y se la tiré en la cara. De paso apagué el cigarrilo. Me fui antes de que reaccionara.

Me volteé y me miró. Mierda. Me subí rápido en el taxi. Vi por la ventanilla como subía a su coche negro y arrancaba. Nos seguía. Me iba a ser imposible escapar. Llegué a una esquina. Michael tuvo que parar hace unos minutos a por gasolina. Pagué al taxista y anduve por la fría noche caminando. Mi casa no se encontraba demasiado cerca de allí...

CONVIVIENDO CON UN CRIMINAL [Michael Jackson] -PRIMERA TEMPORADA-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora