Todas las calles por las que he caminado
estuvieron siempre en México.
Todos los vientos que me despeinaron
soplaron siempre en México.
No me sentiría un extranjero
en ese país que nunca he visitado,
porque yo nací cuando conocí tus ojos;
yo vine al mundo en la tierra
en la que descubrí tus labios rojos.
Tu cabello es mi bandera.