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Leonardo conducía con una maraña de sentimientos en su corazón. Por una parte estaba seguro de que Rosa jamás había pensado en abortar a su hijo, el más hermoso vínculo que los unió en el pasado y que al enterarse del engaño de su madre le rompió su noble corazón, y que además era algo que lo estaba mortificando demasiado, la duda. Por otro lado el saber que Marisol era la única causante de todo el daño que ambos sufrieron, él en un momento llego a pesar que Rosa nunca lo quiso, y por otro lado ella también entendió que él no tenía la culpa de lo sucedido. Y por último, lo más importante era como iba a hacer él para enamorar nuevamente a su mujer, a la que adoraba con locura, tal vez lo que dijo Mariana fuera verdad, y no un intento por controlar la situación en la que por muy poco hubiera desgraciado su vida y la muy infame no hubiera pagado todo el daño causado.

Él conducía a toda velocidad con destino la clínica donde se encontraba su amada, en compañía de una taciturna y tímida Mariana.

Mariana iba emocionada por todo lo que acaba de suceder, muy pronto su amiga podría respirar con tranquilidad y sobre todo amar sin ninguna tipo de mentira o engaño, podría volver a confiar en él, en el amor de su vida.

____ ¿Te vas a casar con Rosa? ___ pregunto algo tímida, él producía esa extraña sensación en los que lo conocían, de cierto aprehensión o tal vez temor, Mariana no podía entender cómo su amiga, una chica dulce y muy pasiva se había enamorado de un hombre tan seco e impulsivo como él, pero así era el amor, donde menos se le buscaba, entonces él aparecía, y hacia lo que a él bien le pareciera __ pensaba Mariana.

____ Cuando ya se encuentre mejor de salud y que nuestro bebé no corra riesgo alguno ___ dijo y al mismo tiempo la miro de soslayo ____ Si ella y tú quieren, tú puede ser la madrina de boda. ¿Te puedo tutear? ___ el miraba el camino.

___ ¿Yo? ¡Madrina de boda! ___ dijo muy nerviosa y a la vez emocionada ____ Claro que me puedes tutear, así me siento menos vieja. ___ sonrió muy alegre.

Leonardo también sonrío al oírla____ ella era tan sencilla como su mujer, él sabía que la única persona que no dejo sola a Rosa en ningún momento, fue la joven que estaba sentada al lado de él y por eso sentía un gran aprecio, aunque ella siempre se mostraba esquiva con él.

____ Y si quieres puedes quedarte con nosotros en el hotel Atrim, el próximo fin de semana vamos a realizar la fiesta de reinauguración del hotel ejecutivo ____ él sonrió mientras miraba por la ventana ___ y luego debemos preparar la boda ¿Qué te parece?

____ ¡Oh, Dios! ____ murmuró sorprendida Mariana ___ ¿El hotel Atrim?

____ Si, el hotel ejecutivo Atrim, en el que yo soy socio, al igual a otros más ___ él la miro con extrañeza, por un momento la joven empalideció ___ ¿Te encuentra bien?

____ ¡Oh, sí! ___ dijo y giro su mirada a la ventana para poder ocultar su desconcierto. Ella suspiro, dentro de dos semanas comenzaba a trabajar en un hotel en Santa Lucia, en el Atrim, precisamente el lugar donde ella pensaba esconder a Rosa y a Marisol. El destino estaba a favor de ellos de eso a la joven Mariana no le queda ninguna duda.

____ Entonces, ¿Qué me dices? ___ él la miro con rapidez y volvió su atención al camino.

___ ¡Ah! ___ dijo la joven confundida.

____ Te quedas este fin de semana con Rosa y nos ayudas a organizar la boda___ él rio al verla roja por la incomodidad y la alegría que brillaba en sus ojos castaños.

____ ¡Oh, sí, sí, sí! ____ repetía muy feliz ____ Eso sería maravilloso, yo amo a Rosa hemos sido amigas desde el preescolar y ella me ayudó mucho cuando ella estaba en mejor posición___ sonrió y miro por la ventana, el paisaje era bastante seco por la falta de lluvia, pero de igual forma no dejaba de ser bello y exuberante.

La Protegida del Diablo.  Serie Salamina Nº 6Donde viven las historias. Descúbrelo ahora