Capítulo 3

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6 años después.

—¿Qué le ocurre a JiHoon? —Preguntó SeungKwan golpeando el codo de su compañero de banco, Joshua, para llamar su atención.

—No lo sé, pero ¿puedes callarte ya? Nos terminaran sacando de la clase —Susurró el castaño volviendo a mirar hacía el frente.

—Nunca sabes nada y eso es lo que quiero, salir de la clase, tengo hambre ¿Tienes algo para darme?

—¡Boo SeungKwan! ¿Tiene algo para compartir con la clase? —Aquel profesor terrorífico para el pelirrojo prendió la luz de la sala despertando a uno que otro estudiante que aprovechó la oscuridad de la sala para dormir unos minutos.

—¡Seguro tiene hambre! —Gritó un chico a lo lejos cosa que hizo enojar al pelirrojo.

—¡Que idiota! No ocurre nada profesor —Dijo SeungKwan.

—Entonces por favor haga silencio o saldrá de la sala.

Se encontraban en su primera clase de la mañana, él junto a JiHoon, Joshua y SeokMin cursaban su segundo año de Medicina, carrera que habían elegido los cuatro desde que se conocieron en el colegio.

Pero JiHoon ese día no se sentó junto a ellos como normalmente lo hacía, había llegado en silencio, prácticamente un minuto antes de que llegara el profesor por lo que no les dio tiempo de preguntarle por qué traía esas enormes ojeras o por qué tenía sus ojos rojos.

¿Había llorado?

Era extraño ya el hecho de que llegara con esa apariencia y el que llegará justo a la hora lo hacía más raro.

JiHoon se había sentado al otro extremo de la sala al lado de la ventana, para evitar las preguntas que seguramente le harían sus amigos, quizás mirando el patio, los árboles, alguno que otro chico corriendo para no llegar tarde a clases podría distraer su mente un poco de los pensamientos que inundaban su cabeza.

Sí.

Quería llorar.

A pesar de que lo había hecho toda la noche anterior, necesitaba desahogarse y el estar en la clase no ayudaba en nada.

Al despertarse había pensado de que quizás podría distraerse escuchando al profesor, pero no, aunque ¿a quién engañaba? Lo único que lo pudo despertar en la mañana es que era desgraciadamente responsable con sus estudios.

JiHoon vivía solo desde el verano, había decidido irse de la casa de sus padres antes de comenzar las clases, no por algún problema con ellos o porque se llevaran mal, era todo lo contrario, pero quería algo más de independencia y se había dado la oportunidad de mudarse.

Sus padres se lo habían tomado con calma, su hijo mayor ya tenía 19 años y podía tomar sus propias decisiones, a pesar de que les era imposible no preocuparse de algo malo le pasará algo a su pequeño.

Le ayudaron a conseguir un bonito y cómodo departamento, en el cuál a veces recibía la visita de un pequeño niño; su hermano menor Lee Chan que tenía 14 años, el que se quedaba a dormir algunos días y luego volvía a casa con sus padres.

—Lee JiHoon —Llamó su profesor —¿Podría decirme que función cumple la hormona Luteinizante en las gónadas?

El castaño miró por primera vez en toda la hora de clase, aquellas diapositivas que estaban en la pared, no había tomado atención desde que llego ni siquiera un minuto.

Pero sabía la respuesta, después de todo era un destacado estudiante, solo un estudiante que no estaba pasando por un buen momento. Que a pesar de saber la respuesta, aquella no salía por su boca.

No podía concentrarse.

No en ese momento.

—Lo acabo de decir hace 2 minutos ¿Quiere salir de mi clase? —Cuestionó el señor.

—No... Yo pondré más atención.

—Eso espero ya que el examen es la próxima semana. Alumnos ya pueden retirarse, la clase acabo.

A sus amigos no les dio tiempo para pararse e ir a verlo y preguntarle que le pasaba, JiHoon ya había desaparecido de la sala.

No iría a la siguiente clase.

Solo necesitaba llegar a su casa y dormir para olvidarse de todo.

Unas manos en su cintura detuvieron su huida —Hola JiHoonie.

Conocía esa voz, esas manos y ese aroma.

SeungCheol estudiaba la misma carrera, Medicina, solo que iba en su último año.

—SeungCheol suéltame, debo ir a mi casa.

—¿No tienes clases? Son apenas las diez de mañana ¿Qué ocurre? —Preguntó dándolo vuelta para así poder ver su rostro. JiHoon se lo impedía, ya había comenzado a sollozar y a pesar de que era su mejor amigo no quería que lo viera así.

SeungCheol se colocó delante de él, sus manos fueron a sus mejillas para levantar el rostro del menor que ya en ese momento estaba lleno de lágrimas.

—JiHoon... —Susurró el mayor.

—Me engañó, MinGyu me engaño.

—¿De qué hablas? —SeungCheol frunció el ceño.

—Él está con otra persona, ayer lo vi con otro chico besándose —Finalizó para aferrarse al cuerpo del mayor comenzando a llorar.

SeungCheol proceso rápidamente en su mente las palabras de JiHoon, apretándolo en sus brazos, sobando su espalda tratando de tranquilizarlo.

Sabía que quería a MinGyu y por eso se podía imaginar cuánto estaba sufriendo en ese momento. Y era normal después de todo era su primer novio.

Luego de haber compartido tantos años se conocían bastante y SeungCheol era de las pocas personas que lo había visto llorar alguna vez en su vida. Uno de los pocos que conocía ambos lados de JiHoon, su lado malhumorado y gruñón y su lado dulce y frágil.

La primera vez que lo vio llorar fue cuando Lee Chan tenía cinco años y se había perdido en el parque persiguiendo a un perrito.

Pero a pesar de ser buenos amigos, SeungCheol y JiHoon eran como el agua y el aceite.

JiHoon era muy tranquilo pero con carácter, solo se enfocaba en sus estudios por lo que se había ganado becas que pagaban su carrera, nunca había tenido novio hasta que conoció a MinGyu, el más alto estudiaba Pedagogía en Educación Física y el pequeño castaño lo iba a ver cuándo entrenaba.

Por su parte a SeungCheol le faltaban dedos en sus manos para contar con cuántos chicos había estado. Era un alumno regular en su clase, ni muy destacado, ni muy flojo. Común.

Trabaja los fines de semana en un restaurante, como mesero, eso lo ayudaba a pagar la Universidad.

Y también lo ayudaba a conocer más chicos bonitos.

JiCheol ♡ This is not love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora