JiCheol ♡ This is not love.

Capítulo 46

1 mes después.

—¿Por qué aún no llega? —Murmuró SeYong mirando el reloj del gimnasio.

Finalmente después de insistirse muchas veces lo había conseguido, JiHoon había aceptado acompañarlo a hacer ejercicios con él.

—Lo siento, me quede dormido —JiHoon apareció detrás del mayor con ropa deportiva, cara de sueño y con la odiosa pulsera en su muñeca —En mi defensa puedo decir que es sábado, por ende no debería estar despierto tan temprano.

—No te preocupes ¿desayunaste? —Preguntó con una sonrisa, estaba feliz de que llegara.

—Sí.

—Bien, primero debo saber cuánto pesas y cuánto mid...-

—No te diré eso —Habló rápidamente evitando el tema.

SeYong sonrió por el tímido JiHoon que estaba frente a él con un tema que era, evidentemente, adorable. La estatura del castaño era algo que le gustaba.

—Bien ¿Empezamos con cardio? —JiHoon lo miró confundido —La trotadora —El menor tenía la misma expresión —La cosa que esta allá —Apuntó la máquina.

—Bien —JiHoon se volteó y su cuerpo se detuvo por el brazo del mayor.

—Toma —SeYong le entregó unas toallas, una botella de agua y un reproductor de música —Un regalo.

—No puedo aceptarlo —Más que una botella de agua y las toallas se refería al reproductor de música con los enormes audífonos que tenía, no aceptaría un regalo costoso de parte de un chico que apenas conocía.

—Me imaginaba que no traerías estas cosas pero ayudan mucho a la hora de hacer ejercicios, anda toma.

—Serán prestadas —Dijo tomándolas inseguro —Te las devolveré cuando me vaya.

—Pequeño, son un regalo. No te sientas mal por llevártelas, ¿Empezamos?

—Sí.

Estuvieron una hora en la trotadora y JiHoon sentía que ya no podía más, él no era de hacer ejercicios, ni de preocuparse tampoco de eso. Mientras él estaba muriendo, SeYong se veía fresco como una lechuga.

—Ven —SeYong se acercó con una toalla —Cierra los ojos —Pidió para secar las gotas de sudor del rostro de JiHoon, el pequeño tenia sus mejillas sonrojadas y su respiración acelerada.

Disminuyo los movimientos observando el rostro del castaño.

"¿Debería hacerlo ahora?"

Su mente estaba batallando sobre si debería besarlo o esperar un poco más, pero tampoco tendría mucho tiempo para hacerlo. El tiempo pasaba y JiHoon no demostraba ningún interés en él aparte de una amistad.

—¿Qué sigue? —La voz de JiHoon lo trajo de vuelta a la realidad.

—¿Quieres seguir? pensé que ya te darías por vencido.

—No me desperté temprano para no hacer nada ¿Qué haremos ahora?

SeYong había preparado una rutina "liviana" para JiHoon, en dos horas terminaron y el castaño estaba en el suelo sudando y con su cara colorada.

—¿Quieres comer algo?

—Un pastel de chocolate —Dijo entrecortado mientras sonreía.

—¿Una barra de cereal? —Ofreció SeYong.

—Dios, quieres matarme. Pero esta bien, aceptaré cualquier cosa.

SeYong regresó a su lado con dos barras de cereal y botellas de agua.

—¿Y qué tal te pareció? —Se sentó junto al menor mientras éste se sentaba también.

—¿Quieres que sea sincero?

—Sí.

—Nunca más volveré aquí —Rió mientras abría la barra de cereal.

—Lo imaginé, aunque tampoco es que debas perder peso o formar músculo, te ves bien así cómo estás.

—¿Eso fue un cumplido? —Alzó sus cejas divertido —Como sea, esto no es lo mío, prefiero leer un libro a estar aquí.

—Recompensaré tu mala y horrible mañana conmigo.

—¿Cómo harás eso?

—Vamos a almorzar, aquí cerca hay un restaurante bonito.

—No puedo, es sábado y los fines de semana almuerzo donde mis papás.

—¿Y en la tarde?

—Mi hermano me secuestra para jugar videojuegos en su habitación.

—Tendré que sacar una cita con tu secretaria entonces para ver un día disponible —Bromeó SeYong.

—No hay hora hasta en cinco años más —Rió levantándose del suelo —Ya debo irme a casa, gracias SeYong te diría que fue divertido pero sería mentira, de todas formas sirvió para distraerme.

—De nada pequeño, si te arrepientes puedes volver.

—¡Nos vemos! —JiHoon desapareció por la puerta del lugar.

SeYong sonrió y se levantó caminando a las duchas, en la caminadora estaba la botella de agua, las toallas y el reproductor de música que le había dado a JiHoon.

No se había llevado ninguna de las cosas.

Parecía que conquistarlo iba a ser más difícil de lo que pensaba.