JiCheol ♡ This is not love.

Capítulo 6

Había pasado un mes desde que vio a MinGyu por última vez en su departamento. Se alejó completamente de él, trataba de evitar pasar por el gimnasio o por la cancha de fútbol donde seguramente estaría.

Sabía que había hecho lo correcto porque MinGyu tampoco lo buscó.

SeungCheol estaba más pendiente del, más pendiente de lo normal, le preguntaba a qué hora empezaba y terminaba cada una de sus clases, JiHoon sabía que lo hacía para que no fuera a buscar a MinGyu en un ataque de locura.

Pero no haría eso y tampoco sentía la necesidad de ir a buscarlo.

Cuando le contó a sus amigos, SeungKwan fue el único que mostró su felicidad diciendo que ya sabía que pasaría y que encontraría a alguien mejor. SeokMin y Joshua solo asintieron con la cabeza a las palabras del pelirrojo.

Quizás no había estado enamorado como pensaba, quizás le hacía bien esa sensación de ser distinto junto a él.

El vacío que sentía era la costumbre de estar pendiente de alguien y que alguien estuviese pendiente de él, pero ese vacío lo estaba llenando SeungCheol, sus amigos y el estudio.

Se la había pasado estudiando todo ese mes, no tenía por quién preocuparse ya. Lo bueno fue que sus notas subieron aún más y eso lo tenía contento.

Había terminado su última clase del día más temprano y caminando hacia la salida de la universidad decidió sentarse en una de las bancas a esperar a SeungCheol, ya que le había mandado un mensaje para que se fueran juntos.

Mientras jugaba con su celular escuchó que alguien lo llamó.

—¿JiHoon? —Levantó su vista de la pantalla y se encontró a MinGyu frente a él, observó su rostro mirando el golpe que tenía en su ojo derecho.

—¿Qué te pasó? —Fue lo primero que salió de su boca.

MinGyu sonrió llevándose una mano a su cabello —Oh esto, tu amigo... SeungCheol fue al gimnasio el otro día.

—¿Qué? —Se levantó de la banca frunciendo el ceño. Le había pedido a SeungCheol que no se metiera en esto y que menos lo golpeara.

—No te enojes, no lo culpo de hecho sabía que haría algo así. No te preocupes ¿Has estado bien?

JiHoon lo miró detenidamente y aunque lo había estado evitando este tiempo para no cometer algún acto estúpido, ahora que lo tenía ahí no sentía las ganas de abrazarlo o de besarle como antes.

Ni siquiera de saber cómo estaba o cómo le iba con eso del bebé.

—Sí —Respondió el pequeño.

—Me alegra eso —Sonrió llevándose una mano cerca de su ojo golpeado. Seguramente MinGyu esperaba que le respondiera con un "¿Y tú?" pero no, no lo haría. No debía importarle eso.

—¿Te duele mucho? —No pudo evitar preguntar.

—Solo un poco.

—Déjame verlo —JiHoon se aproximó subiendo su mano para levantar el flequillo de MinGyu y así poder ver mejor el golpe.

No era que le importará en verdad, para él era normal hacerlo después de estar estudiando Medicina.

—JiHoon ¿Qué haces? —SeungCheol se acercó apartando al menor del lado de MinGyu. El verlo cerca nuevamente del moreno lo había enfurecido, después de todo lo que le hizo a JiHoon, no podía creer que volviera a acercarse.

Ni siquiera les dio tiempo de hablar o de despedirse.

JiHoon era arrastrado hacía el estacionamiento por SeungCheol, quien al llegar a su auto abrió la puerta del copiloto y lo subió colocándole el cinturón de seguridad.

—¿Se puede saber qué te pasa? —Preguntó JiHoon molesto mirando a SeungCheol acomodándose en su asiento.

SeungCheol detuvo todo sus movimientos colocando sus manos en el volante tratando de calmarse —¿Eso no debería preguntarlo yo? Te dejo solo un momento y ya te vuelves a acercar a él ¿Qué pasa por tu cabeza JiHoon?

—¿Qué? No estaba haciendo nada malo y yo no lo busque, solo te estaba esperando.

—Si claro, no hacías nada malo, solo estabas a unos pocos centímetros de su rostro y más encima acariciándolo. Entiende que no es bueno que te acerques, ni que lo busques.

—¡Le veía el golpe que tú le hiciste! —Se defendió, nunca había visto a SeungCheol así al menos no con él —No tenías por qué golpearlo si ya pasaron semanas.

—No lo pude hacer antes... —Sonrió disimuladamente.

—Te dije que no lo hicieras y no me hiciste caso ¿Qué ganas con golpearlo ahora?

—¡Que sufra! Que le duela el golpe y créeme que lo volvería a hacer —Miró al pequeño enfurecido.

—¡Cheol!

—Está bien, está bien. Pero ¿Puedes dejar de preocuparte de él?

—Lo he estado haciendo y lo sabes. Aunque... —Se quedó en silencio mirándose las manos jugando con su suéter.

—¿Aunque?

—Ahora que lo vi no fue lo mismo, no me sentí como antes cuando lo veía.

—Eso es bueno, debes olvidar lo qué pasó —Sonrió acariciando el cabello del menor —Vamos, iré a dejarte a tu casa.