Capítulo 20

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—¡No entiendo, no entiendo, no entiendo! —Exclamó SeungCheol tironeándose un poco su cabello —Esto es horrible.

—Y cuando estoy más estresado, este se vuelve más estúpido —Murmuró JiHoon.

—¿Qué?

Llevaban más de tres horas estudiando matemáticas y SeungCheol no podía realizar los ejercicios bien, ni recordaba las fórmulas. La paciencia de JiHoon poco a poco iba desapareciendo, su idea de que sería "una tutoría rápida" había sido descartada desde que supo que SeungCheol era su alumno.

—Realmente no se como puedes estar en el último año ¿Pagaste para pasar? ¡Cómo no vas a poder entender! —Gritó el menor, lanzando un lápiz donde SeungCheol tenía su cuaderno.

—¡Pues no entiendo! —Gritó SeungCheol tomando y lanzando el mismo lápiz que Jihoon había tirado —¡Si tuviera un mejor tutor quizás entendería!

—¡Si tan solo mi alumno fuera menos idiota! ¿¡Cómo puedes ser tan bobo!? —Era una pelea con un simple lápiz que no le hacia daño a ninguno pero se lograban desquitar con él.

—¡Si quieres te enseño!

—Chicos les traje comida —Apareció la mamá de SeungCheol en la puerta con una bandeja llena de frutas cortadas, pan y vasos de jugo terminando aquella pelea —Chicos dejen de discutir ¿Quieren?

—Tía, SeungCheol esta haciendo esto a propósito, no hace los ejercicios bien para enojarme —Se quejo JiHoon mientras hacia un pequeño puchero mirándola, puchero que no paso desapercibido para el mayor.

¿Cómo podía ser tan lindo?

—SeungCheol concéntrate por favor —Regañó la mamá del pelinegro.

—¡Mamá! lo estoy haciendo pero JiHoon realmente no sabe enseñar —Se quejó el mayor.

—Tú eres el idiota —Dijo JiHoon.

—Cállate.

—¡Basta los dos! ¿Por qué están discutiendo tanto? si son amigos y se quieren —Interrumpió la señora Choi para luego salir de la habitación dejándolos en silencio.

—Antes de comer, ven acá —SeungCheol se levantó palmeando con su mano un espacio a su lado donde él estaba sentado y sacó un de maletín de primeros auxilios.

—No es necesario que lo hagas —Comentó JiHoon mirándolo —De verdad, la herida está mejor, la he cuidado.

—Ven acá o iré a traerte —SeungCheol sacó unos líquidos y gasas.

—No quiero, no iré, lo harás mal, sin cuidado, te vengarás —Chilló JiHoon mientras miraba con espanto aquella botella con un líquido transparente, esperaba que no fuera alcohol.

—No seas inmaduro JiHoon y no, no tengo de que vengarme, ven acá.

JiHoon se levantó inseguro sentándose a su lado levantando su brazo.

SeungCheol tomó la botella a la que JiHoon le tenia espanto fijándose en la expresión de miedo del menor. Era divertido verlo así.

—Tranquilo, no es alcohol —Avisó SeungCheol tratando de tranquilizarlo y comenzó a limpiar la herida.

Y no, JiHoon no la había cuidado y se notaba.

En el procedimiento levantó un poco su vista encontrándose con el rostro de JiHoon cerca a él, el menor estaba mirando atento todos sus movimientos. SeungCheol se quedó observándolo un momento mientras movía la gasa que tenia en las pinzas lentamente.

Se dedicó a observar el rostro del pequeño, su piel tan pálida y lisa. Parecía un muñequito, un pequeño muñeco de porcelana, sus pestañas oscuras hacían un hermoso contraste con su piel tan blanca, su nariz pequeña que se arrugaba por las muecas de dolor que hacia, le parecía muy tierno.

¿Cómo no se dio cuenta en todo estos años?

Tenía a su lado al chico ideal y nunca lo pudo ver, lo único que había hecho fue dejar una mala imagen frente a él estando con tantos chicos.

Lo extrañaba tanto, tanto que dolía porque JiHoon no mostraba ningún interés en él.

—¿Qué me ves? —JiHoon levantó la vista hacia el mayor.

—Tienes un moco —Respondió SeungCheol un tanto nervioso bajando su vista nuevamente a la herida. Vio como JiHoon se tapaba la nariz con su otra mano.

Ingenuo.

—¡Me duele! —Chilló JiHoon.

—Quédate quieto —SeungCheol comenzó a pegar las ultimas cintas sujetando la nueva gasa —Listo, son cinco dólares.

—Idiota, seguiremos mañana —Comenzó a guardar sus cosas en la mochila.

—¿Qué? Pero si aún no entiendo bien los ejercicios.

—Eso no es mi culpa, llevo aquí mucho tiempo contigo y aparte tengo cosas que hacer —Colocó la mochila en sus hombros.

—Está bien, pero no esperes que te lleva a tu casa. Camina —SeungCheol se acostó cómodamente en la cama colocando ambas menos en su nuca.

—No esperaba nada.

JiHoon cruzó la puerta saliendo de la habitación, tocó su pecho con una mano, su corazón estaba latiendo como un loco. SeungCheol era el único que causaba esos descontrolados latidos cardíacos.

Y el destino no ayudaba mucho colocándolos juntos de nuevo.

Los días pasaron y JiHoon comenzó a realizar pequeños exámenes a medida que le iba enseñando, los primeros tres exámenes luego de revisarlos los había arrugado formando una pelota con el papel y eran lanzados en la cabeza del mayor, donde le gritaba que todo esta mal hecho.

Se dedicó a enseñarle paso a paso, le había pegado carteles con las fórmulas en su cuarto para que no se les olvidaran. A veces perdía la paciencia o la perdían ambos, gritándose y lanzándose cosas. SeungCheol poco a poco comenzó a recordar las fórmulas y como resolver cada ejercicio.

La herida de JiHoon estaba mejorando rápido, gracias a las curaciones de parte de SeungCheol.

JiHoon en las últimas curaciones era él quien miraba al pelinegro, no le dolía tanto la herida, por lo que podía mirarlo tranquilamente.

Sus largas pestañas, sus ojos, su rostro tan concentrado, sus labios, esos labios que no había vuelto a besar.

Tragó saliva con dificultad, sus labios estaban secos y sin darse cuenta comenzó a acercarse al rostro del mayor, SeungCheol levantó la mirada encontrándose a JiHoon a pocos centímetros de él.

La tentación era mucha.

—¿Qué haces? —Preguntó SeungCheol alejándose.

—N-nada.

—¿Querías besarme?

—Claro que no —Mintió JiHoon.

—Te dije que te darías cuenta, lástima que ya paso.

—¿Ya paso qué?

—El momento para estar juntos —Respondió mirándolo a los ojos.

—Mientes —Aseguró el menor, no podía estar hablando en serio.

—No lo hago, ¿Qué ganaría con mentir?

JiCheol ♡ This is not love.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora