JiCheol ♡ This is not love.

Capítulo 73 ♡ We keep this love

Era un hermoso y soleado día, preparaban todo para pasar un fin de semana fuera de casa. JiHoon guardaba la ropa mientras MinSo le ayudaba y SeungCheol vestía a HyeMi en la habitación.

El deseo de MinSo había sido ir a la playa, recordaron el lugar donde se casaron y dándose un poco de tiempo del trabajo, organizaron todo para pasar un fin de semana juntos.

—¿Puedo llevar algunos cuentos? —Preguntó emocionado MinSo.

—Sí bebé, tráelos para guárdalos ahora —El pequeño salió de la habitación, volviendo después con su caja de cuentos.

—Pero MinSo... —Aún no entendía qué haría con cuentos en la playa, estaba seguro que los dejaría olvidados en el auto cuando mirara el mar —¿No puedes sacar unos... dos?

—Pero quiero llevarlos todos –Dijo con la enorme caja en sus brazos —Así HyeMi dormirá bien, si no lo hago no podrá dormir, debo leer los cuentos para ella.

Sonrió tomando la caja de sus brazos —Está bien, los llevaremos todos.

—¿Puedo llevar también el balde y la palita que me regalo el tío SeokMin? —Preguntó animado.

—Sí, MinSonie —El pequeño nuevamente abandonó la habitación para volver con las cosas en sus brazos.

—Papi Honnie —Lo llamó cuando JiHoon acomodó todo.

—¿Hmm?

—¿Puedo llevar la pelota que me regalo el tío Hansol? —JiHoon lo miró, iba a decirle que ya no, pero era primera vez que iría a la playa así que era normal que estuviese tan ansioso por llevar toda la casa.

—Llévala al auto.

El viaje fue algo ruidoso, paraban cada una hora para que MinSo fuese al baño o para cambiar a HyeMi. Era un caos viajar con niños, con las canciones que el pequeño cantaba y los llantos del bebé por el ruido que hacía su hermano mayor.

Pero era su caos.

Un bonito caos después de todo.

Estaban sentados sobre una manta mientras veían a MinSo jugando con HyeMi, el pequeño caminaba hasta la orilla donde sacaba un poco de agua y se devolvía para seguir construyendo un castillo de arena.

Era agradable y relajante para JiHoon estar de espaldas a SeungCheol sintiendo sus brazos abrazándose a él, como si no lo quisiera soltar nunca.

—Recordé que prometimos volver aquí cuando discutiéramos —Habló JiHoon.

SeungCheol se acercó a la mejilla del castaño —Uno regresa a los lugares donde fue feliz, aquí nos prometimos esperarnos por diez meses, luego aquí mismo nos casamos y ahora volvemos con dos pollitos. Podemos regresar aquí solo para pasar tiempo en familia, no para arreglar un problema.

—Me gusta más eso.

—Nunca imagine verme así —Comentó SeungCheol después de un rato en silencio —Ya sabes, con una familia así de bonita. Pensé que nunca pasaría.

—Claro que no lo pensaste, no durabas más de una semana con alguien —Sonrió recordándolo —Nunca me gusto eso la verdad.

—¿Por qué? ¿Te colocabas celoso? —Molestó haciendo cosquillas en la cintura del menor.

—Me molestaba tu concepto del amor, tan básico como para no darle la suficiente importancia y no tenía por qué colocarme celoso siempre tenías tiempo para mí.

—¿Por qué siento que me estás mintiendo?

—No lo hago.

—A ver —Movió el cuerpo del castaño hacia adelante para que se sentara mirándolo de frente —¿Nunca sentiste atracción hacia mí? Cuando éramos solo amigos.

—No —Mintió, más de alguna vez se sintió atraído hacia SeungCheol pero jamás se lo dijo.

—¿Estás seguro? ¿Ni siquiera un poco?

JiHoon negó con la cabeza y SeungCheol hizo una mueca con sus labios.

—¿Y tú? —Preguntó esta vez JiHoon.

—¿Yo qué?

—Cheol concéntrate —Lo regañó —¿Sentiste alguna atracción hacia mí?

—No —Mintió.

—¿Ni siquiera cuando estaba con MinGyu?

—No me lo recuerdes por favor —Sonrió después de ver la mirada de JiHoon —Quizás un poco pero eras como ¿Un amor platónico?

—¿Tenías posters de mi pegados en tu habitación? —Rió entre dientes.

—¿Quieres saber mi nuevo concepto del amor ahora? —Sonrió y JiHoon asintió —Ellos —Apuntó con la mirada donde estaban los niños jugando —Son mi alegría desde que los sostuve en mis brazos por primera vez, se volvieron mi mundo. Que MinSo aprenda a hacer algo nuevo me llena de alegría, o ver a HyeMi hacer una nueva carita, verlos jugar, reír, dormir, felices. Cada cosa nueva que hacen en el día me hace sentir que estoy haciendo las cosas bien... junto a ti. Y tú... tu cambiaste mi vida desde el día que te conocí y que no me quise despegar más. Eras especial y lo sigues siendo, me encanta despertar y verte ahí, me encantas cuando me sonríes, cuando me besas, cuando me abrazas, cuando me regañas, me gusta saber que siempre estarás ahí para mi como yo lo estoy para ti. Me encanta ver lo cursi que me convertí contigo, me encanta que yo te encante y cada día me enamoro más de ti, así que si explota mi corazón serás el culpable —JiHoon lo miraba atento —¿Y te sigue molestando mi concepto del amor?

—No —Sonrió —Ahora puedo decir que me gusta.

—Te amo... a ti junto a los dos hermosos regalos que me has dado ¿Puedo hacer algo? —Preguntó acariciando la mejilla del castaño, él asintió —¿Puedes cerrar tus ojos un minuto?

JiHoon obedeció.

Y como si fuera su primer beso se acerco a él sin tocarlo, moviendo sus labios con delicadeza sobre los de JiHoon los cuales se dejaban llevar por los suyos hasta que se alejó.

—¿Te sientes feliz? —Preguntó recordando la primera vez que le hizo esa pregunta, cuando estaban en su habitación, comiendo palomitas de maíz frente a su computador. Parecía que había sido ayer.

JiHoon abrió lentamente sus ojos —Tengo aquí lo que me hace feliz.

No fue necesario buscar tanto o mirar tan lejos para encontrar a la persona indicada, SeungCheol encajaba a la perfección con él, con su vida. Se sentía amado, protegido como se sintió desde el primer día que lo conoció.

Estaban orgullosos de lo que lograron con el amor que se tenía, terminaron su carrera apoyándose mutuamente y formaron una hermosa familia.

A pesar de las peleas, discusiones y problemas, sobrellevaron todo eso sacando intacto su amor.

SeungCheol le había dado luz a su vida, todos estos años. Su alegría lo iluminaba.

—Te amo —Dijo JiHoon uniendo sus labios con los del mayor antes de que pudiese responder algo.

El grito de MinSo los hizo separarse.

—¡Papi Cheol, HyeMi no me quiere devolver mi jueguete!

Ambos sonrieron para besarse nuevamente.

No podían estar más felices con la vida que llevaban junto a sus dos hijos.