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Se ha despertado hará media hora.

No es que suela ser muy madrugador, pero tampoco duerme hasta TAN tarde. Y eso que los párpados aún se le caen, tiene los ojos secos, irritados.

Y no sabe muy bien por qué.

Se frota los dientes con la lengua y distingue un agrio sabor en su paladar, probablemente por no haberse lavado los dientes en una buena temporada. Tal vez debería hacerlo...

Las paredes blancas de la ciudad hacen que el sol rebote en todas direcciones, impactándole cada dos por tres en mitad de los ojos, de forma inesperada y exasperante. No es la primera vez que pasa la noche en Battery City durante alguna de sus "misiones ninja", ya sabe camuflarse entre la gente a la perfccción. Y eso que el pelo peinado, lo que es peinado, no lo lleva.

Pero por algún extraño motivo, esa mañana es diferente a todas las demás. Se respira algo diferente en la ciudad... Es extraño, como si la desesperanza y la paz flotasen al mismo tiempo en el ambiente.

Tío, la lata de Power Pup debía de estar caducada...

Cherri Cola avanza por las calles de Battery City entre un tumulto de gente seria, cabizbaja, pero educada, que se dirige ordenadamente a sus puestos de trabajo o a donde demonios vayan. ¡Ay si supieran que ahora mismo va a cojer su coche, perfectamente oculto, y pirarse otra vez para las Zonas!

Se ríe por dentro sólo de pensarlo.

En todas las pantallas de la ciudad están emitiendo las noticias mañaneras. Por suerte, pudo hacerse con un par de cascos de esos blancos para taparse los oídos, así que no les está prestando atención.

Pero de camino al desgüace abandonado donde  tiene guardado su auto, sus ojos topan furtivamente con el escaparate de un kiosko, en cuyo cristal está pegada de forma repetida  la portada del día.

Nada más organizar las palabras en su mente, el corazón le da un vuelco. 

Se quita los cascos con una mano, abalanzándose sobre los periódicos expuestos para coger un ejemplar.

Para comprobar que no está soñando.

Entonces alza la vista hacia los rascacielos, mientras el tumulto de gente avanza y avanza sin importarle nada, como si el tiempo se hubiese detenido sólo en el Killjoy. Escucha las noticias que retumban en todas las esquinas, y que le confirman lo que ve ante sus ojos.

***

- ¿¡QUÉ DEMONIOS ES ESTO, D?! -le grita a Dr. Death Defying de vuelta al estudio.

Le planta la portada del periódico en el centro de la cara, ahí, a tecnicolor.

Dr. D sólo levanta la vista hacia los ojos ensombrecidos del Killjoy, con el talante tan serio que inspira miedo.

- Es exactamente eso -dice rodando su silla de ruedas hacia el otro lado.

Esas palabras se graban hondo en la mente de Cherri, quién aún no ha sabido procesar la información.

- ¡¿Qué?! - es lo único que sabe gritar- Pero... Qu... Joder, D ¿POR QUÉ NO ME AVISASTE?

- ¡Porque nadie sabía dónde diablos estabas! -le responde al mismo nivel- Y, aún así, te habría dado igual... Habrías acabado del mismo modo 

- ¡ES QUE SE SUPONE QUE DEBERÍA SER ASÍ! ¡JODER, JODER, JODER, D! -comienza a blasfemar sin saber muy bien qué hacer- Maldita sea...

Entonces le pega una patada a la silla más próxima que encuentra, para después sentarse sobre ella, sosteniendo su cabeza entre las manos. No puede ser, simplemente no puede ser.

KILLJOYS empieza por...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora