R DE RADIOCASETE

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Un portazo irrumpe la paz que reinaba dentro del estudio. Menos mal que la emisión de la tarde aún no ha comenzado...

-¿Ha habido suerte? 

Que pregunta más estúpida.

Cherri no dirige palabra alguna, simplemente se abalanza a zancadas sobre el mapa de la pared. Coge un rotulador indeleble de color rojo, tachando con movimientos bruscos la estación fantasma de la carretera Wallabee.

Tiene el ceño fruncido, los ojos irritados.

Después deposita el rotulador de cualquier manera, sobre la mesa. Se apoya sobre ella, suspirando profundamente.

- Ya veo que no... -murmura Dr. Death girando su silla.

- ¡Es la última vez que hago caso a Show Pony! -espeta el otro con la voz ronca- ¡La última! 

- No te pongas así. Tal vez tenía razón, no suele equivocarse. Pero es como buscar un tigre en la selva, nunca se encuentra en el mismo sitio...

- ¡En algún lugar tiene que estar! Tiene que estar... 

Sus ojos se alzan, mirando con decepción el mapa, prácticamente lleno de X. Tanto tiempo buscando, y aún sin una puñetera pista.

- Cada vez hay menos probabilidades... -murmura para sí, observando preocupado el círculo en el que se encuentra Battery City.

El único lugar que parece encajar.

- Como se la hayan llevado... -murmura entre dientes- Como la hayan tenido ellos todo este tiempo, jamás podré perdonármelo.

- Nuestro pequeño rayo de sol sabe cuándo ocultarse -asegura Dr. Death con calma- Estoy seguro de que sabe sobrevivir en el Desierto como las plantas rodantes.

- No me puedo creer que aún no haya aparecido... 

Un cabello se le cae sobre la frente, tapándole el ojo derecho. Al apartárselo, se da cuenta de que éste está ligeramente blanquecino, estropeado. Tiene un mechón de color blanco en la parte derecha de la cabeza, y la parte inferior del pelo de color grisácea.

Ha pasado tanto tiempo desde que huyó Girl...

Tanto desde la muerte de los Killjoys, de sus amigos...

Tanto tiempo de lamentaciones y búsquedas infructuosas.

Tanto tiempo de frustración.

- ¿Vas a intentarlo hoy también? -pregunta Dr. D señalando la mesa de mezclas.

Cherri gira la cabeza lentamente, tragando saliva de su boca seca.

Suspira

- Es lo único que sé hacer bien.

***

- Joder, vamos... -gruñe dejándose la yema del dedo al dar el mechero.

Tras intentarlo como unas ciento cincuenta veces, las últimas gotas  del chisme se prenden, saliendo una esperada llama naranja. La acerca hacia la hierba seca, haciendo que se prenda casi al instante. Un par de soplidos, y la hoguera está lista.

KILLJOYS empieza por...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora