"Move your body when the sunlight dies
everybody, hide your body from the Scarecrow..."
- Mamá, ¿por qué esos superhéroes dicen que debemos huir del Scarecrow?
La madre mira alarmada a su inocente hija, quien tira de la manga de su jersey. Antes de que alguien pueda oírlo, la atrae hacia un lado de la calle, lejos del tumulto que se está concentrando en la carretera: los Killjoys han salido de su escondite, y eso significa que los Draculoides también.
- ¡No digas tonterías! -trata de corregirla por si hay micrófonos cerca-. ¿Por qué íbamos a huir de los Scarecrows? Son nuestros amigos, cielo; nos cuidan, nos protegen para que nada malo nos pase. ¡Y, Dios mío, los Killjoys no son superhéroes, todo lo contrario! Son perversos, los malos... ¿Por qué dices eso?
- No sé, como llevan el pelo de colores... Parecen muy majos. Además, yo nunca los he visto disparando ni nada de eso.
Los ojos de la madre se humedecen, prácticamente al borde del llanto. Ojalá su hija no fuera tan curiosa, ojalá fuese como todas las demás. Ya le cuesta un infierno cepillarle esa marabunta de rizos que tiene mientras duerme, para que nadie repare en ella, para que no destaque sobre los demás. Pero cada vez se le está haciendo más y más difícil acallar su vocecilla. ¿Cómo silenciar a la inocencia?
- ¿Ves? Eso es porque los Scarecrows hacen bien su trabajo. Los espantan... Sin ellos, los Killjoys atacarían la ciudad y lo arrasarían todo. Nos matarían a todos...
De repente, algo parecido a una explosión suena al otro lado, en la carretera. Se escuchan varios gritos y los alaridos de la gente huyendo de la escena, a la vez que detrás del coche de los Killjoys aparecen varios de BLI.
- ¿Qué ocurre, mami? ¿Qué pasa?-pregunta la niña con los ojos abiertos, asustados.
Sólo ve luces naranjas y gente despavorida corriendo por todos lados.
Pero ésta no le responde. En su cabeza, nada más oír la explosión, sólo se puede escuchar su propia voz repitiéndose a sí misma que ha de sacar a su hija de ahí, volver a casa, donde ambas estarán sanas y a salvo. De forma casi violenta, tira del brazo de la pequeña entre un tumulto de gente, recorriendo con inquietud las abarrotadas calles.
Ojalá nunca hubiesen salido a dar un paseo.
Ojalá nunca hubiesen salido de casa.
***
Deja la colilla en el cenicero, mientras escupe de forma casi automática el humo de la boca.
Y no debería fumar, sobre todo dentro de casa, pero es que los nervios la están atacando. Cuando le sale el tic de la pierna no es buena señal.
No deja de deslizar los dedos por las cortinas, echando cada cinco segundos un vistazo al exterior. Y tal vez no debería preocuparse.
Pero algo dentro de ella le dice que las cosas no van a salir bien.
- ¿Mamá...? -murmura una vocecilla a sus espaldas
Entonces se gira sobre la silla, con el miedo a flor de piel. Los ojos casi se le salen de las órbitas al ver a su pequeña despierta, con su pijama de diseño japonés y un conejito de peluche colgando de su manita, mientras se frota los ojos con sueño.
- ¿Qué haces levantada? -murmura su madre aterrada, rasgando con las uñas el mantel.
Sintiendo que le va a dar un infarto de un momento a otro.
- Oí ruidos y no podía dormir...
- Vamos, vuelve a la cama, ahora -le dice sin dar más explicaciones, casi empujándola de vuelta a su dormitorio-. ¡Sabes que hay normas en esta casa, en esta ciudad...!
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KILLJOYS empieza por...
FanfictionBL/ind es el aliado. Los Killjoys el enemigo. BL/ind es en quien hay que confiar. Los Killjoys a quien se debe exterminar. La razón es fundamental. La creatividad una enfermedad. Seguid Sonriendo. O comenzad a luchar.
