Capitulo 23- La Verdadera Luz Escarlata

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Los cazadores entraron. Horace distinguió entre todos los cuerpos en aquella sala la larga y rizada cabellera negra.

Joule disparó agujas pequeñas rellenas de Paranesis. Una de ellas se clavó en el brazo de la vampira.

Los vampiros se volvieron al verlos dentro de su territorio y con odio se abalanzaron a matar contra los cazadores, todos oliendo el fresco aroma de sangre fresca.

Carmen no pudo darle el último golpe a Martin y éste, conociendo que el efecto pasaría en seis minutos, se la quitó de encima e intentó huir mientras tenía tiempo. Otra aguja con Paranesis se clavó en la pierna del vampiro líder haciéndolo caer, luchó contra los cazadores que venían hacia él.

Logan salió de aquella sala por completo, unos segundos antes de que los vieran los cazadores pensando en lo que harían ahora.

-¡Papá!-gritaba la muchacha sabiendo que estaban dejando a su madre atrás.

-¡Ellos vienen por ti!- golpeó con fuerza la pared -¡Ellos vienen por ti! Quieren llevarte Annete, quieren que vayas con ellos, yo... no lo puedo permitir, no puedes estar más aquí, nos vamos ahora.- gritó, por primera vez Annete lo miró con temor ante aquel autoritario y paternal tono que antes jamás usó.

La chica se puso a pensar un instante, en el pasado su padre ya le había comentado que los cazadores la buscaban con el propósito de que se convirtiera en una de ellos. Pensó en una posibilidad más para así impedir que más vampiros murieran, incluyendo Carmen.

-Papá...-dudó, debía de escoger muy bien sus palabras.-Si no planean matarme, entonces no veo problema en irme con ellos, porque tú irás conmigo. Se supone que ellos son los buenos, y los vampiros los malos. He visto con mis propios ojos todo y amo a mi madre pero sólo por el mismo título que lleva para mí al compartir la misma sangre, más no por lo que es. Mi madre es una asesina y ésa es la realidad, yo sigo siendo mortal y los de su especie lo único que desean es alimentarse de mí y de mi especie.- mientras más veía la cara de Logan más se iba dando cuenta de otro detalle que quizá había dejado pasar. -Espera, no sólo es eso tú... tú ¿no quieres que sepan que soy tu hija verdad?

Logan se quedó mudo.

Annete se sintió negada por su propio padre, como si a él le diera vergüenza que ella no fuera totalmente humana, o cazadora como él, y lo cierto era que para Logan eso era verdad. Aunque había aprendido a querer a su hija, eso no cambiaba que llevara la sangre de la raza asesina en ella, incluso él sabía que su hija en el pasado había matado a otras personas, así fueran vampiros y el enemigo, matar era matar y ella tan sólo era una chica, también había otra cosa por la cual no quería que la vieran y ésa era necesaria mencionarla.

-Si te ven te usarán contra tu madre ¡Date cuenta, no se irán si no matan a Carmen!- gritó sintiendo terror de sus propias palabras intentando borrar aquellas fúnebres imágenes que vinieron a su mente pensando en lo anterior. -Odio a las vampiros Annete, los odio, son demonios, tu madre es mi única excepción porque la amo a pesar de serlo, pero por todo lo que ha hecho lo tiene bien merecido, yo, y todos los de mi raza, siempre hemos tenido la tarea de asesinarla y debo confesarte que en varias ocasiones estuve a punto de hacerlo porque eso hubiera sido lo correcto, porque ése es mi trabajo, pero porque estúpidamente me enamoré de ella, simplemente no puedo aunque deba y no podré permitir que lo haga nadie si no lo hice yo.- confesó.

Siguieron corriendo, ella nunca pensó que su padre pensara eso y menos lo mal que estaba su relación con Carmen, ella como el fruto de ambos, lo que más deseaba era unirlos, pero no, eso no iba a suceder y hasta ahora se daba cuenta de la realidad. Su relación era imposible.

Luz EscarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora