El lunes a las siete de la mañana, me doy cuenta de que empieza otra semana. Me ducho, me tomo un café con leche y salgo disparado hacia la escuela.
Sopeso el fin de semana con mi dolor de mano, que parece que va disminuyendo y cada noche me deja dormir mejor. Me veo con fuerzas para enfrentarme al pesado de Derek ―si vuelve a aparecer― y para decirle que ya estoy mejor y que me deje vivir igual de tranquilo que en los últimos tiempos, y no como esta última y absurda semana pasada.
Sé que aparecerá de un momento a otro. Cuando salgo a comer, pienso que entrará por la puerta. Cuando voy de camino a la escuela o hacia los ferrocarriles, creo que pasará con su bonito coche. Cuando estoy en casa, creo que llamará a la puerta de inmediato. Sin embargo, nada de eso sucede en todo el día.
Como cada lunes por la tarde, decido llamar a mi pequeña adolescente. Así me entretengo y dejo de estar preparada para el ataque contra Derek.
―¡Hola, tio!
―¡Hola, cielo!
―Estoy en casa de Alexia, ha venido también el amigo de su hermano, con su amigo. ¿Sabes quién te digo? El chico guapo que corre en motocross.
―Sí, me acuerdo de el. ― y también de Derek, pienso para mí.
―Ahora no puedo hablar, quiero estar pendiente de lo que hacen ―dice.
―¿Y qué hacen? ―le pregunto intrigado.
―Están jugado a la Play Station, a un juego de motos que parece chulísimo.
Pobre sobrinita mía, ha caído en las garras de Cupido. Si tuviera once años más, justo veinticinco, que son los que yo tengo, no se dejaría engañar.
―Tio, ¿me escuchas? ―dice sacándome de mis pensamientos.
―Sí, cielo.
―Te dejo, está todo bien. Te quieroooo.
―Y yo a ti, adios.― Y cuelga.
Me pongo a leer, ceno una manzana y me meto en la cama.
El martes viene a ser una continuación del lunes: sin rastro de Derek. Creo que por fin, ha captado el mensaje.
El miércoles empiezo a entender que no es tan fácil coincidir en un barrio tan grande con una única persona, por lo que estoy mucho más tranquilo. Las chicas decidieron salir a comer a uno de los restaurantes que hay junto al parque, muy cerca de la escuela.
Necesitamos hablar, hace días que no lo hacemos. Además, Allison parece preocupada.
―¿Qué pasa, Allison? ¿Por qué tienes esa cara? ―pregunto harto de su cara de palo.
―Ayer tuve mi primera discusión con mi novio.
Su nuevo novio, el de los padres con la casita en la Costa Brava.
―¿Y por qué? ―pregunta Lydia .
―Porque yo quiero que conozca a mis padres ya y él me da largas ―dice con un tono de niña buena.
―Pues si no quiere, no le agobies ―defiendo al pobre chico.
―Pues no, yo quiero que los conozca.
―Para que te demuestre si esto va en serio, ¿no? ―pregunta Malia, que es igual de cabezona con los tíos.
―Pues no... ―añade a la defensiva. Entonces, al ver nuestras miradas incrédulas, continúa.―Bueno un poco, ¿qué hay de malo en eso? ―vuelve a defenderse.
―No hay nada de malo, pero si lo que quieres es que él se comprometa más contigo, debes decírselo. No pretendas ver cómo actúa en una situación trampa para comprobar si lo está dando todo, o no ―le dice Lydia.
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Cogetelo ||Sterek|| ~Terminada~
FanfictionHola esta es mi primer Sterek, es una adaptación de una novele que lei hace mucho y quise hacer una adaptación. Te envolverá y no podrás dejar de leer hasta el final, por eso es la novela perfecta para evadirse de los problemas cotidianos, durante...