Cogetelo ||Sterek|| ~Terminada~

Semana 14

El lunes, después de algunas semanas de reclusión en casa, Derek regresa a la oficina con la intención de ir solo a ratos y el resto del tiempo seguir trabajando desde su casa.

Yo me levanto antes que él y me meto en la ducha. Para mi sorpresa, veo que se mete conmigo cuando me estoy aclarando el pelo. Se ha puesto un plástico para cubrirse el vendaje, no es que sea muy erótico, pero a mí me sirve, y mucho. Verle allí, delante de mí, totalmente desnudo, me excita muchísimo y estiro los brazos para poder tocarle todas las partes de su cuerpo.

Finalmente, tenemos el mejor sexo matutino que he tenido nunca.

Después de la ducha y de desayunar entre besos, salimos juntos de casa y llamamos a un taxi, ya que Derek no debe forzar su pierna aunque la oficina solo esté a cinco minutos de su ático. Primero me dejan a mí en el colegio, y tras una despedida un poco subidita de tono, teniendo en cuenta que estoy en la puerta de mi escuela y con el taxista delante, Derek se marcha a su oficina. Al mediodía, salgo a comer con las chicas para celebrar el cumpleaños de Allison.

Volvemos a ir al restaurante de La Casita donde celebramos el cumpleaños de Lydia hace unos meses y donde vi por primera vez a mi Derek. Cuando llegamos, hay una larga cola para entrar y para mi sorpresa, el último de la fila es Derek junto con dos hombres más, que se giran al escuchar nuestras risotadas. Álvaro me mira con cara de sorpresa y pone los ojos en blanco por el escándalo que traemos. Me tiende una mano acercándome a él. Me da un beso en la sien y me presenta a los dos hombres que le acompañan.

― Deaton y Bobby, él es Stiles, mi pareja.

―Mucho gusto ―dicen los dos hombres a la vez dándome la mano.

Y yo pienso que el gusto es mío de que este hombre tan guapo me presente como su pareja. También se gira y presenta a Allison, Malia y Lydia. Hablándome flojito me pregunta.

― ¿Cómo ha ido la mañana?

―Bien, ¿y la tuya?

―Bien, cuando acabe la comida iré para casa, te espero allí, ¿vale?

―Vale.

Me despido de él y me acerco a las chicas cuando el camarero nos hace pasar a una mesa que no está muy alejada de donde esta Derek. Así que me tienen que interrogar flojito.

―Qué, Stiles, ¿alguna novedad, por fin? ―pregunta Lydia, que lleva días riéndose de mí porque no pasamos de besos con Derek.

―Pues sí ―digo, muy tranquilo. Mientras ellas ponen los ojos como platos, les cuento que por fin hemos hecho el amor, y dos veces.

Las locas se ponen a gritar. Todas las mesas se giran a mirarnos. Incluso la de Derek, que me mira alucinado.

― ¿Y cómo fue? ―pregunta Allison en tono romántico.

― ¿Y cómo lo hace? ―pregunta en tono picante Lydia.

― ¿Y cuánto duró? ―pregunta Malia con cierto tono de envidia.

Les cuento cómo fueron el primero y el segundo, pero no entro en detalles, aunque ellas me lo suplican. Cuando falta poco para las tres, salimos corriendo hacia el colegio y me despido de Derek lanzándole un beso desde mi mesa. Él me dedica una media sonrisa de las suyas, que me vuelve loca, y con esa imagen, supero la tarde hasta que regreso a su casa. Por el camino, decido llamar a Carla.

― ¡Hola, tío!

― ¡Hola, cielo!

―Estoy encerrada en mi habitación con el enano porque ha venido la tía Érica y está llorando a moco tendido en el comedor con mami.―me sorprende que Érica esté llorando, es la persona más fría que he conocido nunca.