Semana 19

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El lunes regreso a la escuela y me reencuentro con mis pequeños, que me abrazan con tanta fuerza que hacen que me caiga en medio de la clase.

Sigo con el labio un poco inflamado, con una herida bastante fea y con la mano vendada. A la hora de comer, las chicas tienen muchas ganas de estar conmigo pero, sobre todo, de sonsacarme cosas. Cuando estamos comiendo, Allison empieza diciendo:

―Te hemos echado de menos.― Qué dulce es, pienso yo.

―Y yo ―digo de corazón, bueno a Allison y a Malia sí, a Lydia también la echaba de menos pero la odiaba demasiado en esos momentos.

― ¿Nos vas a contar dónde te habías metido? ―dice Malia.

Y les cuento todo: mi enfado, lo de la cafetería, el viaje a Sevilla, el regreso escopeteado por la llamada de Carla, las paces con mi hermano y mi hermana y la visita que me hizo Theo. Como ven el papel de Derek me dicen:

― ¿Le vas a llamar?

―Sí ―les digo seguro.

―Menos mal, Scott se pondrá contento porque volverá la paz a la oficina ―confiesa malia.

― ¡Malia! ―la regañamos las chicas y yo.

― ¿Qué? Es la verdad, Scott siempre se está quejando de lo insoportable que se pone Derek cuando no está contigo. Y mira, él sabe que eres mi amigo y se me queja a mí, qué le vamos hacer.― Nos reímos finalmente. Malia es incorregible.

Por la tarde acabo agotado. Cuando llego a casa decido llamar primero a Carla y luego a Derek. A este último quiero agradecerle lo que ha hecho por Erika, Jordán y por mi sobrina, independientemente de lo que haya pasado entre nosotros. También quiero escucharle para saber cómo está. Es decir, saber si está muy enfadado conmigo.

Llamo nervioso, pero no me coge el teléfono. A los cinco minutos hago otro intento, pero nada... no me contesta. Ante la duda, el martes pregunto a Malia:

― ¿Sabes si Derek está de viaje? Ayer le llamé por la tarde dos veces y no me lo cogió, ni siquiera me devolvió la llamada.

―Pues no lo sé, ayer Scott no me explicó nada de su trabajo.

―También puede ser que no quiera hablar conmigo.

―No lo creo. Tú no te preocupes, luego llamo a Scott y le pregunto ―me dice malia animándome.

A las cinco, salimos de la escuela para regresar a casa y malia me confirma que ha hablado con Scott y que le ha dicho que Derek no se ha marchado de viaje. Por eso, y porque no sé qué me pasa, decido pasar por su casa. Cuando estoy llegando al edificio de Derek me pongo muy nervioso, pero decido llegar hasta el final y subo. Me encuentro con el portero, que me saluda muy educadamente, como siempre. Subo hasta el piso de Derek, aún tengo las llaves de su casa en mi llavero pero ya no puedo usarlas, es más, debería devolvérselas si esto continua así. Llamo a la puerta y a los treinta segundos se abre. Magda se pone loca de contenta al verme.

―joven Stiles, qué alegría verle. ¿Quiere pasar? Aunque Derek no está... ―me advierte.

―Sí, claro que paso.

Nos vamos a la cocina donde está preparando algunos platos para congelar. Me da un poco de pena sentirme tan intrusa en esta casa y me imagino a Derek moviéndose por aquí esta misma mañana. Inevitablemente, me quedo embobado pensando en él. Magda me saca de mi tontería diciéndome:

―Derek me dijo que discutieron.

―Así es ―le digo sinceramente.

― ¿Y no pueden arreglarlo? Él la echa mucho de menos, ya sabe que le conozco muy bien. Va por la casa como un alma en pena. Si le viera― Como no quiero que me martirice más con comentarios de lo genial que es Derek, la interrumpo rápidamente.

Cogetelo ||Sterek|| ~Terminada~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora