Semana 22

5K 445 15
                                    

El lunes sigo igual. A la hora de la comida, salgo a comer con las chicas porque quieren interrogarme sobre mi cita del viernes con Derek, pero saben que no hay mucho que contar porque mi cara me delata de antemano. Les cuento lo del maravilloso espectáculo, lo a gusto que estuvimos toda la velada, la cena y la despedida… con mi palabrota incluida.

― ¿Pero por qué le insultas? ―le defiende Derek.

―Porque estoy cansado de que no quiera confiar en mí. No voy a huir más y él no se lo cree ―le digo impotente.

Seguimos hablando un rato más hasta que regresamos a la escuela. Bueno, hablan ellas dándome su opinión referente a mí no–relación, yo solo escucho. Por la tarde llamo a mi sobrina Carla, como cada lunes.

¡tío!

― ¡Hola, cielo!

Cuéntame cómo fue con Derek ―es lo primero que me dice, empiezo a pensar que se está convirtiendo en una pequeña bruja también.

Y como si se tratase de una amiga más, le cuento también lo del maravilloso espectáculo, lo a gusto que estuvimos en la velada, la cena y la despedida. En este caso no le cuento lo de mi palabrota final, no quiero que aprenda esas cosas de mí y tampoco quiero que sepa que digo esas cosas.

―Y eso es todo… él no confía en mí. Cree que voy a volver a huir ―acabo mi historia.

Pues convéncele ―me dice Carla convencida.

―No puedo, cielo, no es tan fácil ―le digo resignado.

Finalmente, cambiamos de tema. Hablamos de la recuperación de Erika y me pasa al pequeño Gerard que me dice “hola” un segundo para volver a pasarle el teléfono a su hermana.

De madrugada sigo despierta, ya que no consigo pegar ojo. Pienso en Derek una y otra vez. Me duele que no pueda confiar en mí y que siempre crea que voy a huir. Le doy vueltas y vueltas. Pero de repente, como si todo encajara, comprendo muchas cosas y pienso en ello durante el resto de la noche. Finalmente, creo que lo comprendo todo. Veo como empieza a salir el sol, son solo las cinco y poco de la mañana y no puedo más.

Me levanto, me visto y salgo. Cojo un taxi y llego a mi destino.
Estoy nervioso pero me siento muy seguro de mí misma, es más, creo que nunca antes he estado tan seguro en mi vida. Llamo a la puerta.
No me abren, pero insisto. De repente, la puerta se abre y ante mí está mi guapo Derek, con solo unos pantalones de pijama y se me hace la boca agua solo de verlo.

― ¡Stiles! ―dice mi nombre con ese tono tan sexual.

―Tengo que hablar contigo ―digo sin esperar a que me invite a pasar. Llego hasta su salón y me siento en el sofá con total seguridad.

Él me sigue hasta allí y me mira con cara de asombro. Son poco más de las seis de la mañana y acabo de entrar en su casa. Le indico con unos golpecitos en el sofá que se siente a mi lado. Un poco desconcertado,
Finalmente accede y se sienta junto a mí. Entonces le digo:

―Sabes que las cosas no están bien así, aunque te empeñes en repetírmelo.―Me mira, pero no dice nada. Creo que quiere que siga hablando.―He aprendido la lección ―le confirmo.

― ¿Qué lección? ―me pregunta.

―He entendido que es muy difícil que no confíen en ti, una y otra vez. ―se le dibuja una media sonrisa, nota que le he pillado. Entonces sé que voy por buen camino. ―Desespera mucho ―digo un poco de guasa y un poco en serio. Después añado: ―Siento todas mis huidas, pero no me vuelvas hacer pasar por eso nunca más. Has sido muy malo conmigo.

Cogetelo ||Sterek|| ~Terminada~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora