Semana 10

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El lunes por la mañana me levanto cuando escucho que llaman a la puerta. Estoy impresentable en pijama y con la cara hinchada de tanto llorar. No sé si es Derek y no sé si quiero que lo sea, o no.

―Pero, ¿qué pasa aquí? ―pregunta Lidya.

―Sabía que pasaba algo desde que me ha llamado esta mañana Scott para decirme que Derek anda con un humor de perros por la oficina ―añade Malia.

Entonces me pongo a moquear y a lloriquear otra vez.

―Pero, ¿qué ha pasado? ¿Te ha dicho o ha hecho algo malo? ―pregunta Allison.

Cuando consigo tranquilizarme, empiezo a explicarles todos mis miedos y los motivos por los que no quiero tener nada con Derek.

―No puedes estar siempre así, debes apostar ―dice Malia.

―No quiero volver a sufrir. Ya sabéis lo que pasó ―me defiendo.

―Vas a perder a un pedazo de tío como sigas por este camino ―dice Lidya.

Enfadada, contesto:
―Tal vez es lo que quiera, perderlo. Yo no lo busqué.― como ven que estoy fatal, rápidamente cambian de tema y empiezan a cotillear sobre la fiesta de la noche de fin de año.

Al rato se van y por fin puedo relajarme a mi gusto. Por la tarde recibo un mensaje de Derek.

Derek:
“Me gustaría verte y hablar contigo. ¿Puedo pasar por tu casa?” recibido a las 11:46 am✔

Por el tono, sé que está más tranquilo. Pero decido no contestarle. A mitad de semana empiezo a funcionar con más normalidad, ahora solo lloro durante la mitad del día y estoy empezado a adelantar trabajo de clase, lo que me vendrá muy bien para las próximas semanas. He quedado para comer con Jackson en su cafetería, me pongo unos jeans desgastados, una playera cuello en V y una chamara y salgo dirección al parque. Por el camino, me parece ver el coche de Derek y me late el corazón de un modo que parece que me va a salir por la boca, pero se trata de una falsa alarma. Cuando llego a la cafetería, jackson está hablando por teléfono. Me siento a su lado esperando a que acabe, pero inevitablemente escucho lo que dice:

Llegaré sobre las cuatro ―pausa―. Y yo ―pausa―. No, yo más ―pausa―. Síiii… Besitos.

Por las dulces palabras no sé si está hablando con alguno de sus hijos, o con su exmujer. Espero para no sacar conclusiones, ya que prefiero que me lo cuente.

―¡Hola, precioso! ―dice cuando cuelga―. Era Braeden.

―¡Uuuooo…! Qué bien Jackson, me alegro tanto.

―Esto va muy bien, Stiles, pero que muy bien. Mis hijos están encantados y mis padres, y los de ella, ni te cuento. Aunque mi madre está un poco resentida, pero creo que se le pasará.

―Si tú estás feliz, es lo que cuenta.

―Gracias por tu apoyo, precioso, sabía que tú no me juzgarías. ¿Y tú qué tal con ese guapote de novio que te has echado? Está tan colgado de ti que no te dejó de mirar ni un solo segundo en toda la noche.
Mi cara refleja lo que he pasado estos días y él se calla al momento.

―¿Qué ha pasado?

―No ha pasado nada. He salido corriendo y desde que nos fuimos de la fiesta, no le he vuelto a ver.

―Pero, ¿por qué? ―pregunta incrédulo.

―Por lo de siempre, Jackson. Por lo de siempre.

―No pierdas el tiempo, Stiles. Las horas que estás ofuscado con tus miedos, son horas que estás desperdiciando, y te lo digo por experiencia. Date una oportunidad, te la mereces.

―Gracias Jackson, pero aún no puedo.

Me han encantado las palabras que me ha dicho Jackson, me demuestran que me quiere tanto como yo a él. Finalmente, cambiamos de tema y hablamos de todo, menos de Derek. Llego a casa un poco más despejada y más tranquila. Veo que en mi móvil hay un mensaje de Derek.

Derek:
“Te echo de menos, necesito hablar contigo”. Recibido a las 5:38 pm✔

Vuelvo a decidir no contestarle.

A final de semana, me siento un poco mejor, por lo menos más tranquilo conmigo mismo. A media tarde, decido ponerme una película romanticona que he alquilado en el videoclub de la esquina. Cuando voy por la mitad y me duelen los ojos de tanto llorar, llaman a la puerta.
Primero, decido no abrir, pero la insistencia me pone histérico y abro malhumorado. Delante de mí se planta un guapísimo Derek, que me observa con una mirada fría que cambia en cuanto me ve tan hecho polvo.

―Eeeeh, ¿pero qué te pasa? ―me dice cogiéndome las manos.

―Derek, yo… ―empiezo sin saber qué decirle.

Escucho un ruido tras la puerta de la señora Margarita y sé que ya está en la mirilla cotilleando por lo que me veo en la obligación de dejar pasar a Derek para que la otra no se entere de nuestra conversación. Derek me abraza, está asustado por mi apariencia, y eso me enternece. Además, tenerlo tan cerca me permite olerle e hipnotizarme con su ser. Me aparto un poco para que pase y volver en mí. Le enseño la carátula de la película y veo que respira aliviado. Entiende que lloro con las ñoñerías que me gustan a mí.

―¿Por qué no contestas a mis mensajes? ―dice en un tono un poco desafiante.

― Derek, creo que no deberías haber venido.

―Quería pedirte disculpas, reconozco que todo fue demasiado deprisa, con mi familia por medio, y que te presioné para que pasaras la noche conmigo.

me encanta que se culpabilice y me haga sentir más seguro, pero sé que lo hace porque es listo y quiere ganarme. A mí no me salen las palabras ya que, las que tengo en mente no las puedo pronunciar. No le puedo decir que me encanta que esté aquí, que está guapísimo, que le echo de menos y un largo etc.

Así que él continua:
―Te echo de menos, me he acostumbrado a tu compañía, a tus huidas, a verte sonreír este último mes. Debo decirte que ha sido uno de los mejores y más locos de mi vida y ahora me lo has quitado de golpe, y no puedo soportarlo. Me gustaba acurrucarme contigo para dormir y ahora, no encuentro ni siquiera la postura y me paso la noche en vela.

―Lo siento ―es lo único que me sale.

―Estoy totalmente desesperado, me estoy volviendo loco con tu ausencia.

― Derek, no sigas… te pido que no sigas y que te marches.

―¿Pero tanto daño te causa mi presencia para que no quieras ni siquiera verme? ―me pregunta afligido.

―Sí ―miento, pues sé que le va a doler y es la única forma para que se vaya.

―Pues esa ha sido mi última intención, te pido disculpas por ello. Puedes llamarme cuando quieras, estaré atento.―me besa la mano como hacía cuando la tenía vendada y se va.

No me hace falta terminar de ver la película para seguir llorando. Sé que es una locura lo que acabo de hacer, me encanta este hombre, pero prefiero sufrir ahora y no después, como sé que pasaría.

Cogetelo ||Sterek|| ~Terminada~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora