Epilogo

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2 semanas más tarde …

Los días van pasando y con derek todo está muy bien. Nos vemos cada día, menos los días que está de viaje, que es cuando aprovecho para estar en mi piso, que ahora me resulta un lugar extraño.

lydia ya está preparando todo para marcharse a Ibiza en unos días.
Está loca de contenta y ya tiene una entrevista con un director de una escuela. Me alegra saber que retomará su vida dónde y con quién ella quiere estar.

Malia se ha ido a vivir con su hermana mayor, ya que scott se ha quedado en el piso. Parece que es una separación temporal y lo llevan más o menos bien. Aunque Malia tiene días muy duros. Según me ha contado derek, que se encuentra a scott por la oficina, parece que este no lo lleva tampoco mucho mejor. Tiene una cara larga que arrastra todo el día.

Mi hermana erika ya está totalmente recuperada y está preparando el juicio contra Theo con laura. Este fin de semana, nos vamos a reunir con ellas para ayudarlas con algo relacionado con el juicio, según me ha comentado derek. Por eso, este me ha propuesto que vayamos a pasar la noche del viernes a un hotel cerca de Girona, para así ya estar el sábado allí, que es donde tiene el despacho laura. Yo he aceptado encantado, me apetece un montón una nochecita romántica y tranquila.


El viernes por la tarde, cuando acabamos de trabajar salimos de Barcelona y nos vamos a un pequeño pueblo muy cercano a Girona.
Llegamos a un hotel que ha reservado derek. Es un hotel pequeño, apartado de todo y por suerte, hoy somos los únicos huéspedes.
Nuestra habitación es preciosa y tiene un jacuzzi dentro. Así que, después de cenar algo, nos metemos un rato dentro del agua y claro, una cosa lleva a la otra y nos pasamos hasta la madrugada haciendo el amor.


El sábado nos toca levantarnos pronto porque hemos quedado en Girona con erika y con laura. Cuando salgo de la ducha, derek me ha traído el desayuno a la habitación y nos lo comemos entre besos. Al salir de la habitación escucho mucho ruido.

―Se acabó la calma, ya no somos los únicos huéspedes ―le digo con cara de pena.

―¡Y que lo digas! ―dice derek.

No le entiendo muy bien y le digo:
―¿Cómo?

―No, nada, cosas mías.

Sigo sin entenderlo hasta que llego al hall del hotel, donde veo a mi hermana ereika junto a jordan, Carla y mi pequeño Gerard. Me quedo paralizado. No entiendo qué hacen ellos allí. Mi sobrina, al verme salta sobre mí.

―¡tio!

―¡Hola, cielo! ¿Qué hacéis aquí?

―Pues como tía erika ha quedado con laura, hemos venido a acompañarla.

No estoy entendiendo nada.
De repente, por la puerta veo entrar laura con su marido Aiden y sus dos hijos: Hugo y Georgina, que al verme sale corriendo hacia mí.

―¡Hola, preciosa! ―le digo dándole un beso.

―¡Hola, tío Stiles!

Me sorprende que me llame así, pero me encanta y veo como a derek también le gusta porque se le dibuja una media sonrisa de esas suyas.
Incrédulo por lo que veo, vuelvo a preguntar qué hacen todos allí.

―Como teníamos que trabajar erika y yo, decidimos que sería bueno tener a parte de nuestra familia cerca ―me dice laura.

―¿Tú sabías que habíamos quedado aquí? ―le pregunto a derek alucinado.

―Sí.

―Y, ¿por qué no me lo habías dicho? ―le pregunto incrédulo.

―Se me había pasado ―dice, y sé que me está mintiendo, pero me da igual porque el hecho de tener a toda mi familia y parte de la de derek me alegra muchísimo.

Todos deciden ir a instalarse en las habitaciones y nos volvemos a reunir un rato después debajo de la pérgola del jardín del pequeño hotel.

El jardín es muy silvestre y tiene ese aire de campo que me encanta.
Mientras charlo con jordan y erika me doy cuenta que están muy contentos. Mis sobrinos están con los de derek y parece que se llevan bien. Mi chico junto a su hermana y su cuñado se toma una cerveza la mar de relajado. Pero de repente, una nueva sorpresa. Aparecen los padres de derek y todos se levantan para saludarles, y yo también lo hago.

―Hijo, ¡qué hotel más bonito! ―le dice su madre.

―Sabía que os gustaría.

Como ven mi cara de sorpresa, el padre de derek, me dice:
―Sabíamos que os ibais a reunir y no queríamos faltar.

Y cuando no me puedo sentir más feliz por tener a toda mi familia y a toda la familia de derek juntas y que haya esta buena conexión entre ellas… Para rematarlo, aparecen mis cuatro amigos: Malia, lydia, allison y jackson.

Y es cuando realmente me doy cuenta de que definitivamente, esto debe de ser sueño del que aún no me he despertado. Pero gracias a los achuchones de mis amigos, me doy cuenta de que no es así, que estoy muy despierto y que estamos todos juntos.

Sacándome de mis pensamientos, lydia me dice:
―Queríamos ver cómo te desenvuelves con tus dos familias juntas. Debo decirte que en realidad, venimos a cotillear.

Me hace reír aquel comentario tan loco como ella. No me dan mucho margen y me llevan al mismo comedor en el que cenamos ayer por la noche derek y yo.

El salón está diferente porque han montado una enorme mesa para que podamos comer todos juntos.

Todos se sientan y los observo como en una nube.
derek de repente me susurra al oído:
―¿Te gusta la sorpresa?

―Claro, me encanta ―y le doy un dulce beso, que es abucheado por los invitados con comentarios tipo: “id a un hotel”, “que hay niños delante”...

Cuando nos apartamos derek me susurra con su sensual voz:
―Te quiero.

Y yo con cara de tonto le respondo con un “yo más”.

La comida está exquisita y pasamos todos un rato muy agradable.
A media tarde la gente está agotada y se retiran a las habitaciones para echarse un sueñecito. Cuando yo me meto en la mía con derek, salto encima de él en la cama, me lo como a besos y le digo:
―Gracias por esta maravillosa sorpresa.

―Sabía que querías estar con tu familia y que te apetecía también despedirte de lydia. Me pareció una buena excusa para reunirlos a todos.

―Lo ha sido.
Nosotros, a diferencia de los demás, no tenemos tiempo para dormir, estamos ocupados en tocarnos y comernos.

A la hora de la cena, entramos en el comedor y parece otro cada vez que entro. La mesa está preparada para todos, que ya están sentados. Hay muchísimas velas, rosas rojas y corazones por todos sitios. Entro alucinado, me parece precioso para una cena romántica pero creo que hay mucha gente delante. derek me arrastra hasta mi silla, pero no deja que me siente. Todos están en silencio y me empiezo asustar, pero por suerte, derek empieza a hablar pronto:

―Stiles, he querido traer a toda mi familia, a la tuya y a tus amigos, para que sean testigos de lo que te tengo que decir.―noto que está temblando y lo veo un poco pálido. Le aprieto las manos para que note que estoy con él, que sea lo que sea estoy a su lado. ―Quiero pedirte que te cases conmigo ―me dice de sopetón.

De repente, las tornas se intercambian y soy yo ahora la que esta temblando y pálido. Él me mira con esa mirada que solo utiliza conmigo, los demás están en silencio e incluso creo que ninguno de ellos respira hasta que puedo decir:

―Sí, claro que quiero.

Veo como empieza a tener más color en la cara y me besa primero en mi mano como siempre hace y después en mis labios con mucha pasión, me olvido de todos los que están allí y que aplauden como locos. Cuando volvemos en nosotros mismos, todos se acercan a besarnos y a felicitarnos. Mis brujas están hechas un paño de lágrimas.

Carla esta contentísima y me dice:
―Si es que ya sabía yo que estabais hechos el uno para el otro, solo veros el día del concierto supe que estabais locamente enamorados.

Cuando me siento en mi sitio, justo encima de mi plato hay una pequeña cajita.

Los asistentes ven que reparo en ella y se vuelve hacer el silencio.
La cojo con cuidado, la abro y alucino con el anillo con trisquel incluido. Leo que en su interior pone el nombre de mi amor.

―Oh, gracias, es precioso, derek.― Inevitablemente, nos volvemos a besar hasta que lo miro y le digo: ―Te quiero.

Con una gran sonrisa, que pocas veces le he visto, me dice:
―Yo más.

Y así, entre besos, familiares, amigos y anillo… empieza una nueva historia.

FIN...

Cogetelo ||Sterek|| ~Terminada~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora