Cogetelo ||Sterek|| ~Terminada~

Semana 11

El lunes vuelven las clases y la vida normal. Los niños me abrazan después de tantos días sin verles y eso justo lo que necesito.

Las chicas y yo salimos a la hora de comer.

―Stiles, Scott te pide que le hagas un poco de caso a Derek. Dice que está insoportable.

Y así, se inaugura la conversación "Stilesy Derek", que no me gusta nada. Ante el comentario de malia, solo sonrío y paso del tema. Si está de mal humor, que se vaya a correr un rato.

―¿Has vuelto a verle? ―pregunta lidya.

Entonces les cuento lo de sus mensajes durante la semana y la visita del viernes.

―Ooohh ―exclama allison―. Está tan enamorado de ti.

―Eso es todo, podemos hablar de otra cosa, ¿ahora? ―sugiero poniendo los ojos en blanco.

Y como ven que no me van a sacar de mis trece, pues cambian de tema. Y lo hacen. En realidad, es lidya la que nos cuenta un cotilleo de los buenos. Resulta que nuestro director de la escuela, que está feliz y aparentemente casado y con tres hijos, está liado con la chica de la limpieza del turno de tarde, una rubia potente de origen rumano que no tendrá más de veinte años. Yo y las chichas nos escandalizamos y pienso y confirmo mi propia teoría de que no te puedes fiar de ningún hombre.

―¿Cómo te has enterado de eso? ―pregunta allison incrédula.

―Porque Luisa, la profe de cuarto, lo ha visto con sus propios ojos y esta mañana, no ha podido aguantarlo más y me lo ha contando. Ya sabéis que está deseando que la invitemos a una de nuestras quedadas.

Luisa es una mujer de cincuenta y pico años, aunque no podría decir su edad exacta porque la verdad, tiene una apariencia neutral de entre cuarenta y pico a sesenta y pico. Además, es una chismosa y no la queremos cerca.

―Qué fuerte ―decimos malia y yo.

El lunes acaba tranquilo.

Llamo a mi sobrina que no me atiende ni treinta segundos.

―¡Hola, tio! Voy al parque, que me están esperando. Todo bien, ¿vale?

―Vale...

―Un besito.― y me cuelga.

La semana transcurre tranquilamente. No he coincidido con Derek porque está de viaje, según me ha dicho Malia, y ha añadido como información que Kate, su compañera de trabajo, está con él. A mí me hierve la sangre al pensar que están solos y me arrepiento de no haberle preguntado si alguna vez había existido algo entre ellos dos. Pero intento no pensar y continuar con mi vida de siempre.

El sábado salgo a correr y paso a visitar a Jackson. Me encanta verle tan feliz desde que ha vuelto su exmujer.

―Stiles, ¡tengo un notición!

―Cuenta... ―le pido.

―Braeden y yo hemos decidido volver a vivir juntos. Estoy tan ilusionado de volver a tener a mi familia en casa...

―Jackson, me alegro muchísimo, me hace muy feliz que estés tan bien ―digo emocionado.

―Y tú, ¿cómo lo llevas? ―me pregunta.

Le explico la última visita de Derek y me dice:

―Sinceramente, creo que estás haciendo el tonto ―dice rotundamente.

Yo también lo creo, pero no voy a ceder.