Carta número ocho.

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Y si como la clásica chicas sin amigos estoy en mi casa un sábado por la noche leyendo un libro de amor trágico

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Y si como la clásica chicas sin amigos estoy en mi casa un sábado por la noche leyendo un libro de amor trágico. Son las cuatro de la mañana y yo desvelada con la luz apagada, con la linterna de mi celular prendida y muerta de aburrimiento.

- Un gran plan de sábado Katia muy bien. - Hablo sarcásticamente a mi misma cerrando mi libro y poniéndolo sobre la mesa de noche.

Dicen que la adolescencia es uno de los mejores momentos de tu vida y yo lo único que pienso cuando escucho frase es: entonces no están viviendo mi adolescencia, porque la mía no está siendo un gran y significativo momento de mi vida. Y si este es el mejor momento de mi vida, no quiero ni saber como será el peor. No quiero adelantar los capítulos.

Este es otro de los momentos de mi vida en los que deseo estar dentro de un libro. Pero uno de un típico cliché de adolescentes en etapa escolar, en la que se enamoran por primera vez y viven una vida escolar plena, en la que su única preocupación es tratar de lucir fabulosa o fabuloso todo el tiempo y ver con quién iran al clásico baile escolar. Esa es la adolescencia que siempre soñé, no este intento de adolescencia deprimente en el que vivo hoy en día.

Pienso en este momento en los chicos de mi edad que deben estar en una fiesta, bailando, disfrutando y hasta probablemente conociendo a lo que será su trágico amor adolescente escolar.

También pienso en Luka, él debe estar seguro en alguna fiesta también, rodeado de sus amigos y con Ariadna. Trato de no pensar en esas cosas pero me es imposible, todo lo que pienso siempre termina en un mismo punto: Luka Evans.

Me levanto de mi cama dirigiéndome a mi armario alumbrando aún con la linterna de mi celular. Busco entre mi ropa mi pequeño cuaderno, luego me tiro al suelo para buscar bajo mi cama mi clásica caja color azul. Me tiro a mi cama de nuevo y me siento en ella. Prendo la luz del velador, abro mi cuaderno y comienzo a escribir.

Aveces quisiera ser una adolescente normal, esa chica que tiene amigas que sale a días de picnic y a tomar algo, como en las clásicas películas. La cual tiene a quien confialse sus cosas, ser compinches, hablar de sus amores y más, pero yo no tengo eso. Creo que ver muchas películas y leer libros me a engañado de como es la vida realmente y ha creado un cuento de hadas en mi mente el que tristemente nunca ocurrira.

Cuanto deseo un día llegar al Instituto y tener alguien que me espere con una sonrisa, alguien que este para poder hablar,compartir tareas y hacer travesuras. Oh Dios extraño a ese pequeño intento de amiga que tuve durante estos años. Peyton dentro de todo hacía que mis días en el instituto sean más buenos.

Los años anteriores por lo menos tenía a mis hermanos pero ¿y ahora? Sólo somos yo, mi soledad y mis amados libros, nada más.

Cuando observo a Luka veo como él esta feliz y sonriente con sus amigos, como hace bromas y demás. Cuanto daría por tener un día así. Sigo pensando que hice yo para que nadie me registre ¿Acaso por ser la nerd? ¿No ser la guapa del Instituto?.

Necesito alguien conmigo.

Katia.

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Hola mis amores💞 nueva carta de Katia 😊
En multimedia les dejo una animación de Xandler espero que les guste y besos con sabor a oreos🍪.

Cartas a un amor imposibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora