El timbre de casa no para de sonar y yo con mis terribles ganas de vivir que invaden siempre mi cuerpo, me dirijo a abrir la puerta, aunque ya me doy una idea más o menos quien es.
Mis hermanos no están, si no escuche mal creo que a otro casting. Me gusta que sigan intentándolo. Son tan diferentes a mi y eso es lo bueno.
— ¡Ya va! — Grito desde la cocina. — ¿Acaso se te quedó pegado el dedo al timbre? — Pregunto mientras voy limpiando mis manos con el delantal de cocina. Si se están preguntando ¿Katia estas cocinando? La respuesta es si hoy me levanté con más ánimos que de costumbre, estos días me siento mejor, con ganas de hacer cosas. No se porque.
Sinceramente nunca he cocinado en mi vida, las veces que mis padres nos dejan plata para la comida cocinaba Ethan o simplemente pedíamos comida. He leído muchos libros en mi vida, pero nunca uno de recetas y hoy a sido el primer día. En este momento estoy como blanca nieves preparando un pastel, solo que no tengo los animales ayudantes, ni sus dotes para la cocina.
Tomo la manija de la puerta y abro — Si claramente se me quedó pegado el dedo chica oreo. — Acomoda su largo cabello rubio hacia atrás —¿No me dejaras pasar? — Pregunta con una sonrisa.
— Oh sí, — Sonrió — disculpa, pasa Xandler — cierro la puerta de una pequeña patada.
— ¿Ethan y Scott? — Interroga mientras se sienta sobre la banqueta de la cocina. — y otra pregunta ¿que haces? — su cara refleja miedo y sorpresa.
— Uno — Contesto mientras leo mi libro de recetas para saber saber como seguir. — no se donde se metieron, escuche ayer algo de un casting, así que creo que deben estar ahí. y dos — Tomo el batidor y sigo batiendo la mezcla. — acocinando ¿que no ves?, no entiendo tu cara de miedo.
— Uno — Imita mi voz, no le sale para nada, pero es gracioso. — si veo por eso pregunto — dos, porque eso no se ve comestible — comienza a reír mientras levanta la cuchara y se fija mi mezcla.
— ¡Eh! - Me quejo poniendo un poco de mezcla sobre la Wafflera. - Se ven bien mis Waffles — Me quejo. Levanto un waffle con la mano y no se ven nada bien pero no le daré la razón.
— ¿Eran waffles?— Pregunta divertido. — pensé que era algo como una masa rara sin nombre — bromea.
— Ya vete al demonio — Contesto entre risas.
— Ven te ayudare— Lo miro raro — no me mires así, trabajo en un café algo aprendí — sonríe orgulloso bajándose de la banqueta y acercándose hacia mí.
— Ya chico café ven y ayúdame — Le pasó el recipiente.
...
Se había ido Xandler, de nuevo eramos yo, mi perro y mi soledad encerrados en mi habitación con un repertorio de canciones, pero esta vez no eran tristes.
Mi día había sido extraño, creo que Xandler es un gran chico. No sé si es mi amigo, pero pasamos un lindo día. Luka me había llamado y habíamos estado hablando hasta hace unos minutos. Si hace algunos meses me decían que estaría así con el, que seríamos amigos me hubiera reído a carcajadas en su cara. Pero ahora puedo creer que si, que esto está pasando. Somos amigos y eso es bueno, tengo un amigo real, por primera vez en mis quince años.
Son las ocho de la noche y aún sigo sola en casa, papá y mamá seguro vendrán tarde como siempre y los gemelos supongo que aún siguen en el casting o en clases de teatro.
Voy hacia mi armario tomo mi pequeño cuaderno y busco bajo mi cama la caja color azul, tomo mi pluma y comienzo a escribir, para alguien que nunca lo había hecho...
Xandler:
Me siento rara al escribir esto, hace tiempo que no escribo cartas y si escribía eran sólo para Luka.
Quiero agradecerte por esta linda tarde, por ser mi amigo, o eso creo, por no huir al verme como realmente soy, aunque tu eres más raro (es una broma). Por no espantarte todas esas veces que tu me hablabas y yo de vergüenza no te contestaba o las veces que me preguntabas ¿Te encuentras bien? Y yo sólo te ignoraba o huía para no socializar.
Hoy mientras cacinamos me sentía feliz, tus bromas me hacían reír y sentir de una manera muy linda, creo que esto es lo lindo de tener amigos, el poder compartir cosas lindas como estas. Estoy feliz de poder conocerte. Gracias por hacer que al menos unos minutos me sienta como en los libros que tanto leí, en los que describían la sensación de tener un amigo.
Katia.
Sacó la hoja del cuaderno, la dobló por la mitad y detrás escribo un gran número once. La guardo en la caja azul y luego de nuevo bajo la cama.
— Travis ven vamos a acostarnos. — Levanto a mi pequeño perro y lo acuesto a mi lado a seguir leyendo.
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¡Siii nueva carta! ¿Y los aplausos ? Cri cri jaja.
Estamos conociendo un poco más a Xandler el chico del café (más aplausos jajaja)
¿Que les pareció Xandler hasta ahora?
En multimedia les deje la foto de Dylan Sprouse como nuestro Xandler.
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Cartas a un amor imposible
Teen Fiction¿Sabes lo que se siente amar a alguien y que esa persona no sepa de tú existencia? ¿Qué la única forma de "decirlo al mundo" sea en cartas que escribes y las dejas guardadas en una pequeña caja? Las cuales probablemente se perderán bajo tu cama y qu...